La cita de aquel fin de semana estuvo de maravillas. La señorita Kim lucía hermosa en su vestido celeste, su sonrisa era perfecta y sus modales dignos de una dama. También era muy graciosa y amable. Seungcheol quedó encantado. De seguro su madre aprobaría un matrimonio con una chica como esa ¡Era absolutamente perfecta! Luego de tomar un café en el centro comercial, se dirigieron al cine para ver una película romántica, y finalmente Seungcheol la fue a dejar al taxi.
—¡Hoy me divertí mucho! —dijo la chica —. Espero podamos salir nuevamente ¡Hay muchísimos lugares que no alcanzamos a visitar!
—¡Le aseguro se repetirá! —dijo Seungcheol guiñando un ojo, lo que provocó que la Srta Kim se sonrojara.
Cuando el taxi se fue, Seungcheol caminó de regreso a su apartamento, pues a pesar de no encontrarse muy cerca, le apetecía caminar. Realmente había disfrutado la salida. Quizás la señorita Kim era la persona adecuada para comenzar una relación estable. Se sorprendió a sí mismo pensando de nuevo en hijos y una familia, como solía hacerlo con su antigua novia, y sintió un agradable cosquilleo en el estómago. Realmente le gustaba esa chica. Cuando llegó al apartamento, ya había anochecido. Saludó al portero y luego subió las escaleras, como había sido su costumbre durante la última semana. A medio camino, tomó el móvil y le envió un mensaje a la chica que había sido su cita.
—Lo pasé de maravillas —escribió.
Caminaba por el pasillo de su piso esperando una pronta respuesta de Kim, cuando notó que la puerta del apartamento de su vecino estaba a medio cerrar. Por supuesto, no era de su incumbencia, pero la curiosidad pudo más. Y al mirar a través del espacio, quedó petrificado. Yoon, su vecino, estaba desnudo sobre el sillón, encima de las piernas de un sujeto. Tenía las muñecas atadas, y gotas de sudor resbalaban sobre su espalda. Seungcheol pudo ver claramente sus caderas meneándose al ritmo del otro, y oyó sus sensuales gemidos de placer. La boca se le secó, sus manos comenzaron a sudar, la entrepierna le dolía como los mil demonios, y una gota de sangre bajó por su nariz. Estaba tan impactado que no pudo moverse hasta que el sonido de un mensaje entrando en su móvil lo despertó, y salió huyendo hasta su apartamento. Le tomó bastante tiempo calmar su cuerpo, y tuvo que permanecer largos minutos bajo la ducha fría antes de que su entrepierna regresara a la normalidad. Más el recuerdo de lo que había visto, no lo abandonó. Aquella noche, tuvo sueños eróticos protagonizados por su sexy vecino, y por supuesto, olvidó el mensaje en su celular. Al día siguiente no quiso salir del apartamento. La sola idea de encontrarse con Yoon le provocaba dolor de entrepierna ¿Cómo era posible que se sintiese así de excitado por un chico? ¡Era francamente ridículo! Pero, para su enorme desgracia, completamente real. El lunes tuvo que salir a la fuerza, pues no podía faltar al trabajo. Así que se levantó de madrugada y se marchó antes de que Jeonghan siquiera despertara. Apenas salió del edificio se sintió libre. Ya en la escuela, la señorita Kim le hizo olvidar a su vecino, por lo menos hasta que ella preguntó por qué no le había respondido el mensaje. Al recordar el motivo, le sudaron las manos, y otra vez tuvo que escabullirse al lavabo. Estaba harto. Aquella noche, tampoco pudo sacarse a Yoon de la cabeza a pesar de no haberlo visto durante todo el día, así que decidió salir a dar un paseo en bicicleta, y ver si un poco de aire limpio lograba despejar sus pensamientos. Pedaleó sin detenerse, hasta que llegó al parque que estaba junto al bosque que bordeaba la ciudad. Iba distraído pensando en lo bien que se sentía todo eso, cuando algo pesado le cayó encima y lo envió lejos de su bicicleta. El impacto fue tan fuerte que pensó que le había caído un árbol. Se incorporó medio adolorido y buscó el objeto que lo había lanzado al piso. Lo que vio, lo dejó pasmado. Un enorme ser con forma de ciempiés gigante estaba frente a él, mostrando sus enormes colmillos. De su boca salía una especie de baba verde. El enorme monstruo se levantó sobre sus patas traseras y se giró hacia él. Una gota de baba cayó en su hombro y lo quemó como si fuera ácido. Seungcheol quiso correr, pero las piernas no le obedecían. El ciempiés abrió la boca para atacarlo y Seungcheol cerró los ojos. Iba a morir. Pero nada ocurrió. Cuando abrió los ojos nuevamente, el enorme ciempiés estaba en el suelo, la cabeza había sido cercenada, y su cuerpo se derretía como mantequilla caliente. Dos metros más allá vio una silueta humana tirada en el suelo. Cuando al fin logró vencer el miedo y se acercó a aquella sombra, descubrió que era su sexy vecino, malherido e inconsciente.
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DEVIL SIDE [TERMINADA]
FanfictionChoi Seungcheol es un profesor de primaria que acaba de mudarse a la ciudad. Adaptarse a su nueva vida ha sido sencillo, hasta que conoce a su guapo, misterioso, y extremadamente sexy vecino. ⚠️Contiene referencias sobre as3s*natos, s*xo expl*cito...