XLIV (Final)

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—Me alegra... que seas... lo último que vea antes de morir... —murmuró Seungcheol, antes de cerrar los ojos.

Un segundo después, cayó al suelo y todo se volvió negro. En ese minuto, Jeonghan perdió la cordura. Todos los recuerdos junto a ese humano inundaron su cerebro, y estallaron como una galaxia en explosión, que se extendió fuera de su mente, y luego implosionó igual que un agujero negro, tragando todo a su alrededor. Ni siquiera oyó su propio grito desesperado. Después de eso, ya no supo más de sí.

Minghao y los demás se encontraban fuera cuando sintieron la onda expansiva. Inmediatamente los demonios más cercanos fueron atraídos hacia el origen de la explosión. No duró más que unos segundos, pero fue suficiente para limpiar el área. Después de eso, todo quedó en silencio. El primero en reaccionar, fue Woozi. Echó a correr hacia la catedral y Minghao lo siguió, dejando a Jun a cargo del cuidado de los muy mal heridos Mingyu y Wonwoo. Cuando al fin llegaron a la habitación, no había rastros de demonios en ella. Sólo los cuerpos inertes de Jeonghan y Seungcheol permanecían en el suelo. Woozi corrió hacia el primero, temiendo lo peor.

—¡Está vivo! —exclamó.

Minghao, que había llegado junto al humano, palpó su pulso, sin mucha esperanza. No lo encontró, así que inició maniobras de resucitación.

—¡Vamos Seungcheol! —exclamó, mientras comprimía su pecho de forma rítmica —¡No llegaste hasta aquí sólo para morir por un rasguño!

Pero Seungcheol no oía. Estaba lejos de allí, en un lugar luminoso, con Jeonghan frente a él.

—¿Estoy muerto? —preguntó.

—No, aún no —respondió Jeonghan —. Pero pronto vas a estarlo.

—Entonces no volveré a verte —se lamentó Seungcheol.

—Eso depende de lo que decidas —dijo Jeonghan.

Alzó su mano.

—Puedes elegir volver a tu antigua vida, o quedarte junto a mí.

Seungcheol no lo dudó un instante y cogió su mano.

🌸

Cuando Jeonghan despertó, estaba tendido en una cama. Tenía el torso descubierto, y una venda cubría su vientre y parte de su brazo izquierdo. Y al sentarse, vio a su vecino en una silla próxima.

—Al fin despertaste —murmuró Seungcheol, aliviado.

Jeonghan lo observó. La escena era muy similar a una ocurrida tiempo atrás, algo que se sentía muy lejano, a pesar de que no había pasado más de una semana.

"Debo estar muerto" pensó.

No era posible que Seungcheol sobreviviera al ataque, y mucho menos a la implosión. O estaba muerto, o su cerebro le estaba jugando una muy mala pasada. Intentó incorporarse, pero la mano de Seungcheol lo detuvo. Se sintió muy real.

—No te muevas —dijo el humano —. Aun no te recuperas.

En ese instante Jeonghan notó que el chico llevaba un cabestrillo en el brazo derecho, y su torso desnudo estaba envuelto con una enorme venda.

—Pensé... que estabas muerto —murmuró.

—Lo estuve —dijo Seungcheol, sonriendo tiernamente —. Pero tú me trajiste de vuelta.

Jeonghan tuvo un pequeño flashback de él y Seungcheol en un lugar luminoso, aunque no recordaba exactamente qué sucedió.

—Creí que había sido yo quien te resucitó —dijo una voz desde la puerta.

DEVIL SIDE [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora