XXXIV

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—¿Se encuentra bien, señorita Kim? —preguntó Seungcheol.

La chica permanecía sentada en el mismo sofá en el que se había quedado luego de que los demás salieran rumbo al parque. Kim negó con la cabeza.

—No se preocupe —dijo Seungcheol, cogiendo la mano de Kim—¡Todo estará bien!

—No lo estará si Hannie descubre que le estás siendo infiel con una humana —murmuró Mingyu, quién estaba sentado en el sillón de enfrente.

Había una nota de diversión en su voz. El rostro de Seungcheol se tornó colorado al oírlo, e inmediatamente retiró la mano que sostenía la de la chica. Por supuesto, esta notó el repentino cambio de actitud de Seungcheol.

—¿Quién es "Hannie"? —preguntó.

Parecía agobiada. Seungcheol no respondió, pues estaba desconcertado por la pregunta.

—Sí, Seungcheol —repitió Mingyu, visiblemente divertido ante tal situación —¿Quién es Hannie?

Las orejas de Seungcheol se encendieron, haciendo evidente lo que sucedía. Fulminó a Mingyu con la mirada, pero se relajó ¿Qué sentido tenía mentirle a la señorita Kim respecto a sus sentimientos por Jeonghan? Se volteó hacia la chica.

—Hannie es... a quien amo —declaró.

Kim lo observó, sorprendida. Mingyu sonrió satisfecho. En ese instante, apareció la cabeza de Minghao en la puerta.

—Mingyu ¿Podrías ayudarme con algo? —preguntó.

Mingyu se incorporó de inmediato y lo siguió, dejando a Kim y a Seungcheol solos en la oficina de Woozi. Hubo un silencio incómodo que duró un par de segundos, hasta que Kim volvió a hablar.

—Es el chico que está perdido ¿Verdad? —murmuró —El que estaba en casa del señor Jeon.

Seungcheol asintió. Silencio nuevamente. Kim apretó los puños.

—Pero... pero él es un hombre —tartamudeó —¿Eso quiere decir que usted es gay? —preguntó. Parecía a punto de llorar —Entonces ¿Por qué aceptó mi invitación para salir? —dijo, molesta.

—No es tan simple como parece —explicó —. La verdad es que no soy gay. Me gustan las chicas. Y cuando acepté su invitación, fue porque estaba genuinamente interesado en usted.

—¿Y entonces? ¿Por qué dice que está enamorado de un hombre? —inquirió Kim.

Seungcheol arrugó el ceño, pensando.

—Es difícil de explicar —dijo, finalmente —. Siempre me han interesado las mujeres. Antes de mudarme a esta ciudad, yo tenía una novia. Incluso, pensé en pedirle que se casara conmigo —sonrió triste —. Pero ella tenía otras prioridades. Supongo que nuestros intereses no eran los mismos.

Se le revolvió el estómago al recordar a su antiguo amor.

—Cuando llegué a esta ciudad, y la conocí —continuó —, pensé que usted era una chica muy linda y amable, y que, si también estaba interesada, tal vez podríamos tener una relación. Luego sucedió lo del parque y...

Se detuvo. La angustia lo invadía nuevamente ¿Qué haría si no encontraban a Jeonghan? Recordó su rostro, durmiendo entre sus brazos. Definitivamente, no podría vivir sin él.

—¿Y? —Kim esperaba que continuara su relato.

—Simplemente, me enamoré de él —finalizó Seungcheol, encogiéndose de hombros.

—¿En tan sólo cuatro días? —dijo la chica, confundida.

—Sí —confirmó Seungcheol.

Kim observó sus zapatos. Aún tenía el ceño arrugado, y los labios fruncidos. Parecía molesta. En ese instante, Mingyu entró al cuarto, seguido de Wonwoo, Woozi y Minghao. Mingyu llevaba una caja entre las manos, que puso sobre el malogrado escritorio de Woozi. Dentro había provisiones, e insumos médicos básicos, que Mingyu puso cuidadosamente en su bolso.

—Por eso te amo —murmuró Wonwoo.

—Lo sé —respondió Mingyu.

—Es hora de irnos —anunció Woozi, luego de recibir una llamada a su móvil.

Todos asintieron. Seungcheol se incorporó. Kim comenzó a protestar, así que Seungcheol la cogió por los hombros e intentó calmarla, explicándole que pronto regresarían. Mientras tanto, Mingyu puso los últimos insumos dentro de su bolso. Cargó su arma, y caminó hasta la puerta. Wonwoo se detuvo delante de él, bloqueando su salida, y se giró.

—Olvidé un cartucho sobre la mesa —dijo —¿Puedes traerlo?

Mingyu asintió. Se giró también, pero antes de que diera un paso, la puerta se cerró tras él.

—¡Wonwoo! —exclamó Mingyu.

Intentó abrir, pero le fue imposible.

—¡Wonwoo! —gritó Mingyu, desesperado —¡Abre!

—No —oyó la apagada voz del chico, proveniente del otro lado —. No esta vez...

Durante el tiempo en que habían estado juntos, Wonwoo jamás le había prohibido a Mingyu acompañarlo, incluso si pensaba que la misión era peligrosa. Pero ahora, era diferente. Ahora las posibilidades de sobrevivir eran escasas, incluso para los híbridos. Y Wonwoo no estaba dispuesto a arriesgar la vida de quién más amaba. Seungcheol se incorporó e intentó abrir, mas fue en vano.

—¡Wonwoo! ¡Wonwoo! —seguía gritando Mingyu, desesperado.

—Perdóname... —fue lo último que oyó.

Los ojos de Mingyu se llenaron de lágrimas, y se derrumbó sobre el suelo al comprender que quizás esa sería la última vez que vería al chico lobo.

🌸

—¿Estás bien? —preguntó Minghao, una vez que él y Jeon estuvieron afuera de la mansión.

—Sí —respondió Wonwoo, seguro —. Es lo mejor.

Minghao asintió. Ambos caminaron hasta el auto, en donde habían tres personas desconocidas. Por su apariencia, era obvio que tenían orígenes no humanos.

—¿Y ellos? —preguntó Minghao —¿Quiénes son?

—Nuestros refuerzos —dijo Woozi, sonriendo de medio lado —. Pensé que seis era mejor que tres.

—A Jun ya lo conocen —dijo Woozi, señalando a un chico delgado y alto, que portaba un par de largas espadas sujetas en su espalda.

¡Por supuesto que lo conocían! Era imposible no conocer a Moon Junhui, un humano mitad tengu, y el dueño del Chocolat Night Club, un bar exclusivo para híbridos. Los chicos habían bebido allí muchas veces; Jeonghan solía encontrar sus fugaces parejas de una noche en ese lugar, y también, fue donde Mingyu y Wonwoo se dirigieron el día en que se conocieron, cuando casi fueron devorados por un par de gusanos furiosos. Minghao y Wonwoo saludaron, y Jun devolvió el gesto.

—Él es Hoshi —continuó Woozi, apuntando a un chico de ojos atigrados, quien claramente era un mitad rakshasa.

—¡¿Qué tal?! —dijo Hoshi. Parecía muy animado.

Los demás lo imitaron.

—Y él es Baekho —finalizó Woozi

El chico kelpie alzó la barbilla a modo de saludo. Sus brazos y piernas parecían particularmente fuertes.

—¿Todo listo? —preguntó Hoshi.

Woozi asintió.

—Bien, porque odio esperar —dijo Hoshi.

—No te preocupes... —murmuró Wonwoo, observando el cielo.

El sol ya se ocultaba. Oyeron extraños ruidos a la lejanía, y el aire se llenó de un aroma similar a huevos podridos.

—...No tendrás que esperar mucho.

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Explicación:

Rakshasa: Procedentes de una antigua raza hindú de bestias mitológicas, con cabeza de un depredador, generalmente un tigre, y el cuerpo de un musculoso humano.

Tengu: De la mitología japonesa, los tengu son representados como seres mitad ave, mitad humanos, siendo expertos en artes marciales.

Kelpie: Mitología escocesa. Son caballos de agua, muy fuertes. Pueden tomar la forma humana.

DEVIL SIDE [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora