XXI

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—¿Quién es ella? —preguntó Seungcheol.

El hombre lo observó. Su sonrisa desapareció, y una expresión de horror cruzó su rostro.

—... Ella es...  —su barbilla temblaba y parecía estar a punto de llorar —... todo lo malo que existe en el mundo. Y ahora que recuperó a su bastardo, no habrá nada que la detenga.

—Espera —preguntó Minghao, de pronto —¿Hablas de Lilith?

—¡Estamos tan malditamente jodidos! —exclamó el sujeto.

—¿Quienes eran esos hombres en la caverna? —preguntó Mingyu.

—El Ejército de Dios en la Tierra —respondió el hombre.

—¡Un momento! —exclamó Minghao

Cogió al extraño por la muñeca y levantó la túnica hasta el codo. Tenía una cruz tatuada en el antebrazo.

—¿Eres un Cruzado? —dijo, sorprendido.

El sujeto quitó su mano, y bajó la manga.

—¿Qué hacían en ese agujero? —preguntó Mingyu.

—Un antiguo ritual para abrir un portal hasta el Infierno, y contactar a Lilith—murmuró el hombre.

—¿Querían liberarla? —preguntó Minghao, sorprendido —¡Eso no tiene sentido!

—¡Ustedes, los mestizos! —exclamó el hombre, escupiendo saliva —¡Creen saberlo todo! Pero la verdad, es que son las sobras de la Creación. ¡Horrendos adefesios que no debieron existir!

—Sí, sí —dijo Minghao —Ya entendimos que nos odias. Ahora, explícate.

—No queríamos liberarla —respondió el sujeto —Sino atraparla y sellarla. Todo iba bien, hasta que apareció su vástago ¡Se suponía que debía morir!

Sollozó.

—De acuerdo, no entiendo nada y ya estoy cansado de la información a medias —dijo Mingyu, blandiendo un cuchillo en la mano —. Habla claro y desde el principio, antes de que pierda la poca paciencia que me queda.

El hombre no dijo palabra, así que Mingyu lo cogió por el cabello, tiró de él hacia atrás, y presionó el arma sobre la piel, a la altura de la yugular, logrando que una gota de sangre se deslizara por el cuello del sujeto. Seungcheol lo miró, sorprendido. Así que Mingyu también tenía esa parte agresiva. La señorita Kim ahogó un grito. Se había mantenido agazapada junto a una butaca rota, y observaba la escena cada vez más horrorizada, rogando a Dios que todo eso fuera una terrible pesadilla.

—¡Está bien, está bien! —gritó el hombre.

Al oírlo, Mingyu relajó el agarre. El sujeto suspiró, y comenzó su relato.

"Cuando Dios creó el Paraíso, puso a los hombres para que le rindieran culto. Adán y su esposa debían tener hijos y expanderse por la Tierra. Sin embargo, la primera esposa de Adán no fue Eva, sino Lilith. Pero ella se negó a tener relaciones con Adán, así que fue desterrada del Paraíso y maldecida para vagar por la Tierra eternamente. Juró vengarse de Dios por causar su sufrimiento. Una noche, y luego de arrastrarse por el desierto durante muchísimo tiempo, llegó al Infierno. Y allí, la Maldad invadió su cuerpo, y terminó convirtiéndose en la Madre de todos los demonios y la Reina de las Tinieblas.

La primera vez que Lilith atacó la Tierra Humana, Dios envió el Diluvio, que acabó con toda la maldad que corrompía al Hombre. La segunda vez, Dios envió a su propio hijo, Cristo, quien con su muerte, nos dio una nueva oportunidad. Además, cerró los Cielos y el Infierno mediante la Ley Divina, para que ningún Ángel o Demonio se interpusiera en la vida de los Humanos. Aún así, los hombres se corrompieron. No por influencia de Lilith, sino por la Maldad que habita en sus propios corazones. Por eso, esta vez, es diferente. Dios está furioso, y ha enviado al Ángel de la Muerte, el único ser que rompe la Ley Divina. Él es la llave que liberá a Lilith, su madre, para acabar con toda la raza humana".

DEVIL SIDE [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora