CAPÍTULO 1

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"Señoras y señores, estamos a punto de aterrizar, les rogamos que se pongan los cinturones".

Richard estaba mirando por la ventana, observando como una bandada de pájaros volaba a la par que el avión.
Cuando de pronto, el avión comenzó a dar sacudidas.
Miró a sus amigos y vio que Zabdiel se estaba riendo.
-De que te ríes?
Sin dejar de reírse, Zabdiel señaló a Joel.
Este estaba agarrado los apoyabrazos, con los ojos cerrados.
-Joel, estas bien?
-No. Dijo este temblando.
Entonces Richard se acordó de que Joel tenía miedo a volar.
-Zabdiel! Deja de reírte, Joel tiene miedo a volar.
-Hay perdona. Dijo Zabdiel secándose las lágrimas. Es que hacía tiempo que no veía algo tan gracioso.
-Yo no veo que tiene esto de gracioso. Dijo Joel enfadado.

Al llegar a tierra, el primero en salir del avión fue Joel.
-Pero mira a quien tenemos aquí. Dijo una voz tras él.
Se dio la vuelta y vio a Carlos, el mayor enemigo de él y sus amigos. Desde pequeños siempre se habían llevado mal, y eso no había cambiado mientras pasaban los años, siempre que podía, él y sus amigos les hacían quedar en ridículo.

-Miedo a volar eh? Dijo riéndose.
-A ti que te importa.
-Te as meado en los pantalones Joel?
-Mira Carlos, dejame en paz.
-Y si no que? Dijo acercándose a él.
Sus amigos y él le estaban rodeando cuando de pronto, vieron que él profesor se acercaba a ellos.
-Ocurre algo? Dijo mirando a Carlos.
-No señor, no ocurre nada.
Se estaban yendo y le hicieron a Joel un gesto que significaba: estas muerto.

Una vez solo con sus maletas, miró alrededor buscando a sus amigos.
Entonces vio a Erick, que estaba hablando con una profesora.
Respiró de alivio y fue donde él.
-Joel! Dijo Erick al ver a su amigo. Zabdiel te esta buscando, donde estabas?
-Me he encontrado con Carlos y su pandilla. Dijo al ver que la profesora se estaba yendo.
-Te han dicho algo?
-Lo de siempre. Dijo encogiéndose de hombros.
-Son unos idiotas, no les hagas caso.
Joel le iba a decir algo cuando el profesor que estaba al mando les hizo juntarse todos en un círculo.
-Estas aquí! Dijo Zabdiel sonriendo. Oye, perdona por lo de antes..
-No pasa nada. Dijo Joel. La verdad es que si a ti te hubiese pasado, yo también me hubiese reído.
-Chicos! Dijo Christopher acercándose a ellos. Ya he cogido nuestra habitación, nos ha tocado el número 315.
-Bonito número. Dijo Richard quitándole la llave.

Llegaron al hotel y cada uno fue a sus habitaciones.
-Aquí es. Dijo Joel. El número 315.
Abrieron la puerta y entraron.
La cocina no estaba nada mal, y el baño era enorme.
-Donde están los dormitorios? Pregunto Erick.
Entonces Christopher abrió una puerta.
-Vaya. Fue todo lo que dijo.
Los demás se asomaron a ver.
-Vamos a dormir todos juntos? Dijo Richard.

-Me pido la de la ventana! Gritó Zabdiel

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-Me pido la de la ventana! Gritó Zabdiel.
Los demás se pusieron así: Christopher, Erick, Zabdiel, Joel y Richard.

Estaban desempaquetando sus cosas, cuando Zabdiel salió a la terraza.
-Hola vecino.
Miró a la izquierda y se quedo paralizado.
Nayade, la chica de la que Zabdiel había estado enamorado toda su vida estaba allí, en la habitación de al lado. Siempre quiso decirla que la amaba, solo había un problema, su hermano era Carlos.
-Hola Nayade. Dijo Zabdiel sonriendo.
-Estáis alojados ahí los cinco? Dijo esta sonriendo.
-Si, como siempre. No me separo de ellos ni para ir al baño.
Los dos comenzaron a reírse.
-Yo también estoy con las chicas, tampoco me separo de ellas nunca.
-Eso es bonito, una buena amistad.
-Lo mismo digo, vosotros siempre os estáis riendo y pasándolo genial. Pocos amigos duran tantos años, y desde que os conozco, jamás os habéis enfadado.

Se quedaron en silencio un momento, de esos que son incómodos.
Cuando de pronto, Erick salió a la terraza.
"Gracias a dios" pensó Zabdiel.
-Zabdiel, que haces ahí afuera solo?
-Hola Erick!
Se giró y vio a Nayade.
-Nayade!!
Ahora lo entendía todo, sabía que su amigo estaba colado de Nayade desde los once años.
-Bueeno, me voy a colocar mis cosas. Dijo entrando de nuevo. Un placer tenerte de vecina Nayade.
-Lo mismo digo.
Una vez Erick dentro, Nayade miró a Zabdiel.
Le iba a decir algo, cuando su amiga Sonya salió a la terraza.
-Maria te ha quitado la toalla.
De pronto, vio a Zabdiel.
-Hola Zabdiel! Dijo saludándole con la mano.
-Hola Sonya.
-Interrumpo algo? Dijo dándole un codazo a Nayade.
-No, solo estábamos hablando.
-Bien, pues no te importara que me la lleve verdad? Le dijo a Zabdiel.
-No, tranquila. Yo también me iba.

Al entrar dentro, Sonya sentó a su amiga en la cama.
-Te gusta?
-Quien?
-Tu bien sabes quien, Zabdiel.
-Un poco. Dijo encogiéndose de hombros.
-Nayade! Es uno de los enemigos de tu hermano. Si saldrieses con él jamas te lo perdonaría.
-Lo se. Dijo mirando al suelo.

Richard estaba tumbado en su cama, jugando con su móvil.
Derrepente, escuchó un fuerte golpe seguido de un: "Otra vez! ".
Se levantó de la cama y fue al salón.
A simple vista, parecía que sus amigos no estaban haciendo nada raro. Christopher y Zabdiel estaban sentados en el sofá y Erick y Joel en un colchón que habían puesto en el suelo.
Espera, un colchón en el suelo?

-Que hacéis? Les preguntó.
-Mira Richard! Gritó Erick. Puedo volar.
Joel se salió del colchón y se subió a una silla, a la par que Zabdiel y Christopher se subían en el sofá.
-A la de tres. Dijo Zabdiel.
1,2,3!
Los tres saltaron encima del colchón, haciendo que Erick saliera volando y cayera en el suelo.
-Estáis locos. Dijo Richard riéndose.

Llegó la noche y los chicos decidieron ir a dar un paseo.
Fueron a la playa y se sentaron en la arena, hablando.
Cuando de pronto, un grupo de chicos se acercaron a ellos.
-Hola. Dijo uno de ellos.
-Hola. Dijeron los cinco a la vez.
-No sois de aquí verdad?
-No. Dijo Christopher. Estamos de viaje de estudios con nuestro colegio.
-Que guay! Nosotros estuvimos el año pasado de viaje de estudios.
-Y a donde fuisteis?
-A España.
-Me encanta España. Dijo Erick.
-A nosotros también. Por cierto, soy Daniel y estos son mis amigos: Kevin, Dylan y Lucas.
-Yo soy Christopher, y estos son Zabdiel, Erick, Joel y Richard.
-Podemos sentarnos con vosotros?
-Si claro!
Estuvieron hablando un buen rato, hasta que llegaron las doce de la noche.
-Que tarde es. Dijo Richard mirando su reloj.
Uno de los chicos, Dylan vio que Joel estaba mirando hacía algo que sobresalía en el mar, como un edificio.
-Eso es una cárcel. Le dijo de pronto.
-Una cárcel en el medio del mar?
-Si, antes llevaban allí a los presos mas peligrosos.
-¿Como Alcatraz? Preguntó Zabdiel.
-Algo así, pero esta cárcel tiene una leyenda muy aterradora.
Al ver que los chicos estaban interesados, comenzó a contarla.

-Se dice que hace unos doscientos años, esa cárcel era donde llevaban a los presos mas peligrosos; los asesinos mas despiadados y la gente con problemas realmente feos.
Un día por la noche, un par de presos se escaparon de sus celdas y prendieron fuego a media cárcel haciendo que miles de presos y guardias murieran quemados.
-Eso es horrible! Dijo Richard.
-Eso no es todo. Se dice que si hoy en día entras en la cárcel, se escuchan voces, pasos incluso gritos de los presos que se quemaron.
-Entra mucha gente?
-La verdad es que no, todo aquel que ha entrado, a salido con problemas mentales. Cuentan que los espíritus les han lavado la cabeza.
Todos se quedaron en silencio.
-Pero es real? La leyenda quiero decir.
-Claro que es real! Dijo Kevin.
-Tengo una idea. Dijo Lucas poniéndose en pie. Y si vamos mañana?
-A donde?
-A la cárcel! A donde va a ser?
-Hombre.. Dijo Christopher. Sería divertido.
-Pero os estáis escuchando? Dijo Joel. Estamos hablando de entrar en una cárcel encantada, que por cierto, está en medio del mar.
-Venga Joel. Dijo Kevin. No va a pasar nada.
Miró a sus amigos y vio que querían ir.
-Esta bien. Dijo finalmente.
-Genial! Gritó Dylan. Entonces quedamos mañana a las diez de la noche aquí.
-Espera. Dijo Christopher. Como vamos a ir?
-Eso déjalo a nosotros.

VUDÚ [CNCO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora