VUDÚ [CNCO]

CAPITULO 36

Joel

Al abrir los ojos, sintió que todo a su alrededor daba vueltas.
Estaba tumbado en una cama, con una manta de color rosa sobre él.
Asustado, se quitó la manta y se levantó de la cama.
No tenía idea de como había llegado hasta allí.
Estaba observando el dormitorio cuando de pronto escuchó que alguien subía por las escaleras.
Corriendo, se tumbó en la cama y se hizo el dormido.
Tenía los ojos cerrados, rezando porque aquella persona no entrase en el dormitorio. Pero de nada le sirvió rezar, porque al de unos segundos la puerta se comenzó a abrir.
Escuchó como unos pasos se acercaban a él poco a poco, hasta estar su lado.
-Como te encuentras?
Era la voz de una mujer. Tal vez de unos cincuenta años.
Joel abrió los ojos y la miró.
La mujer estaba sentada en una silla, sonriendo.
-Me llamó Laura. Cual es tu nombre querido?
-Joel.
-Bonito nombre.
-Gracias... Quien es usted? Que hago aquí? Donde estoy?
La mujer hizo un gesto y se sentó a su lado.
-Anoche te encontré tirado en el suelo de la calle, dormido. Te cogí en brazos y te subí a mi casa, no iba a dejar que un chico tan joven como tu durmiera solo en la calle. Donde están tus padres?

Joel se quedó sorprendido, no tenía idea de quienes eran sus padres.
-No lo se. Dijo mirando a la señora.
-Como que no lo sabes? No sabes quienes son tus padres?
-No lo recuerdo.
La mujer le miró extrañada.
-Espera, no recuerdas nada?
Joel negó con la cabeza.
-Dios bendito! Pobre muchacho. A saber cuánto tiempo llevarás así.
Joel la miró asustado. No recordaba nada, solamente su nombre.
-No te muevas. Dijo la señora levantándose de la cama. Te prepararé algo de comer.

Nada mas salir la mujer del dormitorio, Joel se levantó de la cama y se asomó a la ventana.
Las vistas eran impresionantes; había casas de todos los colores y gente feliz.
No sabía porque, pero se sentía como en casa.
Entonces la mujer entró en el dormitorio con una bandeja llena de comida que no había visto nunca. Bueno, que él recordará.
-Donde estamos? Preguntó mientras la mujer dejaba la bandeja encima de la mesilla.
-Estamos en México. Dijo sonriendo.

Richard

-Chico, estas bien?
Al abrir los ojos, vio a un hombre mirándolo fijamente, con cara de preocupado.
Miro a su alrededor y vio que estaba tirado en el suelo, en un callejón.
El hombre, al ver la cara de Richard se extrañó.
-Te encuentras bien? Le preguntó por segunda vez.
-No lo se. Dijo Richard intentando entender como había llegado hasta allí.
-Como te llamas?
-Richard.
-Bien, Richard. Donde están tus padres? Te estarán buscando.
-Mis padres... Dijo mirando al hombre. No los recuerdo.
-No entiendo, no recuerdas quienes son tus padres?
-No recuerdo nada. Dijo Richard poniéndose en pie.
El hombre vio que Richard estaba poniéndose nervioso, así que intento tranquilizarle.
-No pasa nada, vale? Yo te voy a ayudar. Empecemos por una cosa simple, que edad tienes?
(Richard intentó recordar)
-No lo se.
Entonces el hombre se comenzó a preocupar.
-Ven conmigo, te llevaré a un lugar seguro.