VUDÚ [CNCO]

CAPITULO 15

Al incorporarse, Richard miró a su alrededor.
La honda extensiva le había lanzado unos metros haciendo que cayera contra un árbol. Todos sus amigos estaban en el suelo, intentando levantarse.
Richard pudo levantarse y fue a ayudar a Christopher, que estaba a tan solo un metro a su derecha.
-Estas bien? Dijo tendiéndole la mano.
Christopher asintió con la cabeza y miró a su amigo.
-Y tu?
-No lo se..
Christopher le iba a decir algo, cuando de pronto vio a Zabdiel correr.
-Zabdiel, que haces?
-Es Joel! Ha entrado en la casa en busca de Erick.
-Que?
Los dos amigos se levantaron y fueron junto a Zabdiel.
Iban a entrar en la casa, cuando unos policías les agarraron por la espalda.
-Estáis locos? Esa casa está en llamas!
-Nuestros amigos están ahí adentro.
-El mío también. Dijo el policía. Pero por eso mismo no entramos, no queremos que hayan mas víctimas.
-Me da igual! Dijo Richard. Erick tan solo tiene 16 años, y Joel 18!
-Lo siento mucho de verdad, pero de verdad que no podéis entrar.

-Erick!!!
Joel estaba en la primera planta, todo a su alrededor estaba en llamas y apenas podía respirar.
Sabía que era imposible que su amigo hubiese sobrevivido, pero al menos lo tenía que intentar.
-Erick! Volvió a llamarle.
De pronto, en mitad del fuego vio una figura, observándole.
Joel se le quedó mirando, entonces la figura levantó lo que parecía un brazo y le saludo.
Estaba a punto de irse corriendo, cuando escuchó a alguien toser detrás de él.
Se dio la vuelta sin importarle aquella figura y comenzó a gritar:
-Donde estas?
Pero lo único que escuchaba eran trozos de madera quemándose y una leve tos.
Entonces se dio cuenta que venía de la cocina.
Fue corriendo y al entrar en la cocina, vio que estaba entera en llamas.
-Donde estas? Volvió a gritar.
De pronto, la puerta de la nevera se abrió y salió una mano.
Joel se quedó atónito.
Era su amigo, tenía que ser su amigo.
Y entonces esquivando las llamas, consiguió llegar a la nevera.
Al abrirla, vio a Erick agachado junto a una botella de agua.
-Erick!
Al agacharse para sacar a su amigo de la nevera, el techo de la cocina de vino abajo.
Rápidamente, Erick agarró a su amigo de la camisa y le metió dentro con el.
-Joel! Te ha alcanzado el fuego?
-No. Dijo Joel riéndose. Pero me alegro de que te preocupes.
Joel miró a su amigo a los ojos; este los tenía de un color verde azulado que siempre le había encantado, llevaba años enamorado de él y ni siquiera se había atrevido a decírselo.
-Joel, tenemos que salir de aquí. Dijo de pronto.
Joel asintió con la cabeza.
-Donde esta el policía?
-Muerto. Dijo Erick bajando la cabeza. Consiguió quitarme la bomba segundos antes de que explotará, me obligo que bajara y me escondiera en un lugar seguro... Joel, ese hombre a muerto por mi culpa.
-No. Dijo Joel agarrando a su amigo de la cara. Mírame Erick! Ese hombre no ha muerto por tu culpa, de acuerdo? Solo estaba haciendo su trabajo.
Erick asintió con la cabeza.
-De acuerdo, venga salgamos de aquí.
Erick iba a salir cuando Joel le agarró de la mano.
-Espera.
Cogió la botella de agua y abrió el tapón.
-Pero que haces Joel? No es momento para ponerse a beber.
-No es para beber, es para echarnosla encima.
-Vale.
Joel tiró el tapón al suelo y le pidió a su amigo que se agachara.
Una vez los dos cubiertos de agua, salieron de la nevera.

Estaban saliendo de la cocina, cuando de pronto un trozo de madera cayó encina de Joel.
-Joel!
Este estaba tirado en el suelo, inconsciente.
-Vamos Joel, despierta! Tenemos que salir de aquí.
Pero su amigo no se despertaba, parecía que había inhalado mucho humo.
Entonces Erick retiró el trozo de madera ardiendo con ayuda de su camisa mojada.
Se agachó junto a su amigo e intento levantarle, pero el cansancio y la falta de oxigeno no le ayudaba.
Estaba por rendirse cuando de pronto vio algo en el suelo que le resultó familiar.

Zabdiel, Christopher y Richard seguían discutiendo con los policías cuando de pronto escucharon un ruido dentro de la casa.
-Que ha sido eso?
-Parece una locura. Dijo el policía. Pero juraría que era un silbato.
Los chicos se miraron unos a otros.
-MI SILBATO! Gritó Zabdiel. Se me cayó cuando el demonio nos atacó hace unos días.
-Tienen que ser ellos. Dijo Richard.
-Muy bien, ya es suficiente.
Christopher empujó a uno de los policías y entró corriendo en la casa seguido por sus amigos.

Aunque era una idea horrible, los chicos se separaron.
Richard estaba apoyado en la pared intentando coger aire, cuando de pronto volvió a escuchar el silbato.
Estaba bastante cerca de él, así que cogió fuerzas y siguió caminando.
Al llegar a uno de los pasillos, vio dos figuras rodeadas por el fuego; una de ellas estaba sentada mientras sujetaba a la otra en sus brazos.
-Joel! Gritó con todas sus fuerzas.

La figura que estaba sentada le miro y le hizo un gestó con la mano. Y derrepente, se volvió a apoyar en la pared.
"Vamos Richard, tu puedes" se dijo a si mismo.
Inspiro profundamente y saltó al fuego.
Al pasar el fuego, pudo llegar a donde estaban las dos figuras.
-Ya estoy aquí! Dijo cogiendo aire.
-Richard...
Era Erick el que estaba apoyado en la pared, y sostenía a Joel en sus brazos.
-Dios mio Erick! Joel!
Fue corriendo donde sus amigos y se agachó junto a ellos.
-Vamos Erick, tenemos que salir de aquí. Dame a Joel, yo le llevaré.
Su amigo asintió y le dio a Joel.
Richard se puso a su amigo entre sus brazos y miró a Erick.
-Puedes hacerlo?
-Creo que...
Derrepente Erick puso los ojos en blanco y se cayó al suelo.

Pero antes de que cayera, unas manos le sujetaron.
Eran Zabdiel y Christopher.
-Bien! Dijo Richard sonriendo. Vámonos.

Al salir de la casa en llamas, los policías fueron corriendo donde ellos.
-Lo habéis conseguido! Dijo uno de ellos sintiendo. Sois unos héroes!
Entonces llegaron dos ambulancias.
Uno de los policías levantó la mano.
-Los llamé hace unos diez minutos, cuando entrasteis en la casa.
-Muchas gracias. Dijo Zabdiel.

Fueron corriendo a las ambulancias y metieron a sus amigos dentro.
-No te preocupes. Le dijo Christopher a Erick. Ya estas a salvo.