CAPITULO 42

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Al llegar a aquella dirección, vieron que era una casa enorme, con un gran jardín.
-Vaya. Dijo Richard observando la casa. Es enorme.
Poco a poco se acercaron a la puerta, y con cuidado llamaron al timbre.

La puerta se abrió y una mujer salió a recibirles.
-Vosotros debéis de ser los que habéis llamado por teléfono.
-Si, y usted debe de ser la mujer que nos atendió la llamada.
-Así es, me llamo Sonia.
-Yo soy Christopher, y ellos son Richard y Zabdiel.
-Encantada, pasad. Dijo señalando el interior de la casa.
Los chicos entraron en la casa despacio, mirando a su alrededor.
La casa era igual de bonita tanto por fuera como por dentro.
Una vez todos sentados en el sofá, la mujer les preguntó:
-Conocéis a Erick?
Eso hizo que los chicos se sobresaltaran.
-Si! Somos sus amigos desde hace nueve años. Esta aquí?
-Si.. Bueno, en este instante no pero... Enseguida vuelve.
-Gracias a dios. Dijo Zabdiel apoyándose en el respaldo del sofá.
La mujer sonrió ante aquello pero enseguida su sonrisa se cambió por una mueca triste.
-Que ocurre? Preguntó Richard.
-Vuestro amigo... Erick. Lleva sin recordar nada cuatro meses, lo esta pasando bastante mal y tengo miedo de que cuando os vea se ponga nervioso y se vaya corriendo. Además... Hoy no tiene bien día.
-Porque, que le pasa?
-Tenía bastante fiebre, así que mi marido le ha llevado al hospital.
-QUE?! Dijeron los tres a la vez.

Antes de que pusiera responderles, la puerta de la calle se abrió y por ella entro un hombre con alguien en brazos.
-ERICK! Volvieron a decir los tres a la vez.
Se levantaron del sofá y fueron corriendo hacia el hombre que sostenía a su amigo en brazos.
Este, al ver que tres chicos corrían hacia él se echó hacía atrás y miró a su mujer.
-Quienes son estos tipos? Dijo por lo bajo intentando no despertar a Erick.
-Son sus amigos. Dijo sonriendo. Han venido a buscarle.
El hombre les miró sorprendido.
-Como le habéis encontrado?
-En un periódico. Dijo Richard. Vimos el número de teléfono y llamemos a su mujer. Nos dijo que Erick estaba aquí, así que hemos venido a buscarle.
-Ya bueno... Debo deciros que vuestro amigo a perdido la memoria y que ahora mismo no se encuentra muy bien.
-Si, ya sabíamos lo de la memoria... Por eso estamos aquí, para ayudarle a recordar y que pueda volver con su familia.
Él hombre miró a su mujer y esta asintió con la cabeza.
-Si queréis os podéis quedar aquí a dormir, mañana cuando Erick se despierte lo arreglaremos todo.
-Gracias. Dijo Zabdiel con lágrimas en los ojos. Gracias por cuidar de nuestro pequeño.
-A sido un placer. Realmente vuestro amigo es una persona muy especial.
-Lo es. Dijo Christopher sonriendo.
-Tenéis hambre? Preguntó la mujer yendo a la cocina. Estaba a punto de preparar la cena.
-Si. Dijo Christopher mirando a sus amigos. La verdad es que llevamos horas sin comer nada.
-Genial. Dijo el marido. Yo voy a llevar a Erick a la cama para que pueda descansar.

Unos minutos mas tarde, los chicos se encontraban sentados alrededor de una mesa, con un montón de comida encima de esta.
-Que es lo que tiene Erick? Preguntó Zabdiel rompiendo el silencio.
-Nada grave, esta muy estresado y eso le ha provocado fiebre. Pero no os preocupéis, para mañana ya estará bien.
-Bien... Dijo Richard dando vueltas a la comida con su tenedor.
La mujer se dio cuenta que los chicos estaban un poco tristes.
-No os preocupéis, seguro que todo sale bien y Erick consigue recordar.
-Eso espero. Dijo Christopher con ojos llorosos.
-Por cierto, me llamo Sonia y este es mi marido Samuel. Tenemos una pequeña hija llamada Lucía, pero ahora mismo esta con su tía pasando la noche.
-Oh! Que edad tiene?
-Cinco años. Es una hermosura.
-Seguro que lo es. Dijo Richard sonriendo.
-Bueno... Dijo Samuel levantándose de la mesa. Es tarde y los chicos deben de estar agotados, será mejor que os muestre vuestro dormitorio.
Los chicos asintieron con la cabeza y siguieron a Samuel escaleras arriba.
-Es esta. Dijo señalando un dormitorio.
Al abrir la puerta, vieron que habían dos literas.
-Aquí es donde se suelen quedar mis sobrinos a dormir, espero que no os moleste.
-Para nada. Dijo Zabdiel. De echo, esta bastante bien.
-Me alegro. Buenas noches chicos. Dijo saliendo del dormitorio y cerrando la puerta.

VUDÚ [CNCO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora