CAPITULO 29

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Eran las seis de la tarde y había comenzado a llover.
-Es imposible subir por ahí. Dijo Erick mirando una pared de piedra. Esta muy resbaladizo, por no hablar de la altura.
-No te preocupes, yo voy a estar tras de ti. Dijo Joel agarrando de la mano a su amigo. Si te caes, te cogeré.
Erick miró a su amigo y sonrió.
Estas últimas horas había estado dándole ánimos, a pesar de que este estaba cansado y con pocas energías.
Se dio la vuelta, se agarró a una piedra, y comenzó a subir.

Después de que aquella cosa se hiciese pasar por Joel y les dijera que iba a ir a por él y a por Erick, los chicos comenzaron a buscarles sin descanso.
Que les hubiese dicho eso les dejó claro que sus amigos aún seguían vivos, y no estaban dispuestos a rendirse.
Estaban andando entre dos paredes muy estrechas, cuando Christopher se detuvo haciendo que sus dos amigos chocarán contra el.
-Que ocurre? Preguntó Zabdiel.
-Ahí hay sangre. Dijo Christopher señalando a una esquina.
Los tres se acercaron a ver.
-Esta seca. Dijo Richard al pasar la mano por la pared.
-Creéis que es de alguno de los chicos?
-No lo se, tal vez.
-Si que lo es. Dijo Zabdiel.
Sus dos amigos se dieron la vuelta y miraron a su amigo.
Este tenía en las manos un trozo de tela.
-Es de la camisa de Joel. Dijo agachando la cabeza para que sus amigos no viesen que estaba a punto de llorar.
Christopher se acercó a él y cogió la camisa. Esta estaba llena de sangre.
-Esto no es bueno.

Erick y Joel estaban subiendo por la pared, cuando ocurrió algo.
Lo que ocurrió a continuación, solo duro unos segundos pero para Joel fue como una hora;
Vio como su amigo pisaba una piedra suelta y esta cedía bajo sus pies, le vio intentar agarrarse a la pared pero al estar mojada, no puedo sujetarse y se cayó hacia atrás.
Cuando estaba a punto de caerse, Joel se estiró lo máximo que pudo y le agarró de la pierna haciendo que su amigo quedará colgando poca abajo.
-ERICK! Estas bien? Gritó mientras le agarraba del tobillo y a la vez se sujetaba a la pared con todas sus fuerzas.
Su amigo estaba poca abajo, con los ojos cerrados.
-Dios mio, dios mio, dios mio.  Era lo único que decía.
-Voy a intentar subirte, no te muevas.

Richard, Christopher y Zabdiel estaban andando, cuando vieron unas huellas en el suelo.
-Son recientes. Dijo Zabdiel mirando a sus amigos.
Estaban observando las huellas, cuando algo cayó en el hombro de Richard.
Este se miró el hombro y vio que era una gota de sangre.
La tocó y noto que estaba caliente.
-Que raro.
De pronto, otra gota le cayó en la frente.
Miró hacia arriba y se quedo paralizado.
A unos metros por encima de ellos habían dos personas, colgando de un saliente.
-DIOS MIO! Dijo tapándose la boca con mas manos.
Sus dos amigos le miraron extrañados y después siguieron la mirada de su amigo.
-Son Erick y Joel! Gritó Zabdiel.

Entonces vieron que uno de ellos estaba sujetando a otro por el tobillo, mientras que este estaba colgando poca abajo.
-JOEL! ERICK! Gritaron los tres a la vez.
De pronto, el que estaba sujetando al otro por el tobillo les miró.
-Tenemos que subir. Dijo Christopher.
-Como? Por ahí es imposible, la tierra está mojada y es inestable.
-Me da igual, tenemos que ayudarles!
Entonces Zabdiel tuvo una idea.
-Tienen que saltar.
Sus dos amigos le miraron extrañados.
-Te as vuelto loco? Si saltan se van a matar.
-No necesariamente. Tenemos que crear algo blando para que cuando caigan no me maten.
-Como que?
-Quitaos la ropa, vamos a crear una red.
Richard y Christopher dudaron un segundo, pero después asintieron y se comenzaron a quitar la parte de arriba.
Una vez todo en el suelo, comenzaron a atar todas las prendas.

Joel había visto a los chicos y sabía que estaban planeando algo para ayudarles, lo que le tranquilizó bastante. Pero cada segundo que pasaba tenía menos fuerzas y su amigo había dejado de hacer fuerza, así que supuso que se había desmayado.
Cada vez que miraba hacía abajo, una enorme ansiedad le recorría el cuerpo. La última vez que lo hizo, vio que se estaban quitando la ropa.
Estaba sujeto a la pared, cuando de pronto escuchó la voz de uno de sus amigos.
Cogió aire y miró hacía abajo.
Christopher estaba sujetando algo en las manos, usándolo como megáfono.
No entendió lo que dijo, pero entonces su amigo volvió ha acercar aquella cosa a su boca y grito:
-TENÉIS QUE SALTAR, NOSOTROS OS COGEREMOS.

No sonaba muy bien.
Entonces miró a otras dos figuras que supuso que serían Zabdiel y Richard.
Estos dos tenían algo en las manos, algo como una gran sábana.
Entonces lo entendió.
"Dios mío, han juntado su ropa para crear esa cosa". Pensó.
-TENÉIS QUE SALTAR! Volvió a gritar Christopher.
Joel cerró los ojos y pensó:
"Si me quedó aquí, no duraremos mucho y acabaremos cayendo al vacío. Y si me suelto, los dos caeremos igualmente pero esta vez en aquella cosa que han creado los chicos".
Y entonces tomó la decisión.

-Erick, Erick. Dijo sacudiendo el brazo en el que tenía sujetado a su amigo.
Este abrió los ojos y miró hacía arriba.
-Joel, no me encuentro bien.
Era la primera vez que le escuchaba decir eso, normalmente siempre era bastante optimista y jamás se quejaba, tenía que estar bastante mal.
-Escúchame. Dijo Joel mirándole a los ojos. Ahí abajo están Zabdiel, Christopher y Richard. Han creado un tipo de sabana que nos detendrá la caída.
Por el rostro de su amigo, vio que no lo estaba entendiendo.
-Erick, tenemos que saltar.
Su amigo abrió los ojos del todo y miró hacía abajo.
Ahí estaban sus tres amigos, aunque desde ahí arriba era imposible reconocerles, Erick sabía que eran ellos. Tenían en las manos una especie de "sábana" abierta, esperando a que saltasen sobre ella.
Entonces miró a Joel a los ojos.
-No puedo.
-Si puedes! Tu eres una persona fuerte Erick, puedes con todo.
-No, no puedo! Dijo Erick a punto de llorar.
Estaba aterrado, y Joel no podía culparle, él también lo estaba.
-Vamos ha hacer una cosa. Dijo intentando calmarle. Cuando cuente tres, voy a soltarte.
-Que? No! Joel, no me sueltes por favor.
-Erick, es nuestra única oportunidad. Si no nos soltamos acabaremos cayendo de todas formas. Ahí abajo están Richard, Zabdiel y Christopher esperándonos. Los conoces bien Erick, y sabes que no nos dirían que saltaramos de no estar seguros.
-No puedo Joel, me da miedo morir. Dijo ya casi llorando.
-No vas a morir, te lo juro.
Erick cerró los ojos y respiró hondo.
-De acuerdo.
-Muy bien, a la de 3.
1,2,3!

Zabdiel, Christopher y Richard estaban mirando hacía arriba, esperando a que sus amigos saltasen.
Vieron como las dos figuras hablaban entre sí, parecía que uno de ellos estaba convenciendo al otro.
Richard realmente tenía sus dudas sobre si sus amigos iban a saltar, así que comenzó a rezar en voz baja.
De pronto, escuchó un gritó y miró hacia arriba; uno de ellos se había soltado y estaba cayendo.
Mientras mas se acercaba a ellos, mas nerviosos estaban.
De pronto Zabdiel gritó:
-Es Erick!

Los tres tensaron la "red" lo máximo que pudieron.
Hasta que de pronto, su amigo cayó.

VUDÚ [CNCO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora