CAPITULO 18

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Después de varias horas de viaje, al fin llegaron a tierra.
De 500 personas que iban en el avión, solo sobrevivieron 150. Entre ellos solo 10 personas eran del colegio y no había ningún profesor.

Al bajar del barco, les llevaron a un hospital para hacerles unas pruebas.
Zabdiel estaba sentado en una camilla, esperando a que el doctor le dijese como habían salido sus resultados, cuando la puerta se abrió y entró Nayade.

Esta, al ver a Zabdiel sonrió.
-Que tal estas?
-Bien. Dijo Zabdiel cogiendo rápidamente su camisa y poniéndosela. Tu?
-Bien. Dijo Nayade acercándose a él. Carlos también está bien.
-Genial... Dijo Zabdiel mirando al techo. Eso me deja más tranquilo.
-Que tal están los chicos?
-Bien, creo. Por cierto, gracias por salvar la vida a Richard, ahora somos nosotros los que te debemos una a ti.
-Si... Me han contado lo que os ocurrió a Erick y a ti, y quiero que sepas que me alegro mucho que sigas vivo.
-Gracias. Dijo Zabdiel

Por un momento, ambos se quedaron en silencio mirándose fijamente. Cuando de pronto, la puerta se abrió y entró Joel.
-Zabdiel, me ha dicho Richard que te diga que...
De pronto vio a Nayade.
-Ups, perdona. No quería interrumpir.
-No interrumpes nada. Dijo Nayade sonriendo. Solo le estaba diciendo a Zabdiel que me alegro mucho que estéis bien.
-Muchas gracias! Nosotros también estamos contentos.
Derrepente Zabdiel se levantó de la camilla.
-Joel, que era lo que me tenías que decir?
-Ah si! Pues que me ha dicho Richard que te diga que todas las pruebas han salido bien.
-Genial!
-La tuya?
-Todavía no me las han dado, supongo que estarán a punto.

Entonces se abrió de nuevo la puerta y entró un doctor.
-Mira, ahí las tienes. Dijo Joel.
-Zabdiel de Jesús?
Zabdiel levantó la mano.
-Acompáñeme, por favor.
-A donde se lo lleva? Preguntó Nayade.
-Una prueba a salido mal, tenemos que hacerle una resonancia magnética, para asegurarnos de que está todo bien.
-Podemos acompañarle?
-Claro. Dijo el doctor encogiéndose de hombros. Es en la sala 601, en la quinta planta.

Al salir con Zabdiel de la habitación, Joel de despidió de Nayade y se fue corriendo donde sus amigos.

-Quítese los zapatos y todo lo metálico que tenga.
Zabdiel asintió y se comenzó a quitar los zapatos.
De pronto la puerta se abrió y todos sus amigos entraron en la habitación.
El doctor les miró extrañado de uno en uno, hasta llegar a Joel.
-Vaya, sois muchos.
Erick miró a Zabdiel y le saludó con la mano.
-Muy bien. Dijo el doctor. Será mejor que esperéis en aquella sala de allí.
Los chicos entraron en la sala y vieron que desde ahí, se podía ver perfectamente a su amigo.
Zabdiel les saludo y siguió quitándose los zapatos.

Al terminar, el doctor le dijo que se tumbase en la camilla y que se relajase, porque iba a escuchar unos ruidos fuertes durante medía hora.
Zabdiel respiró profundo e intentó relajarse.
De pronto, la camilla comenzó a moverse y le metió dentro de un tubo blanco.
Enseguida, las luces se apagaron y se comenzó a escuchar un ruido, como el de un martillo chocando contra un camión.

Estaba con los ojos cerrados, cuando de pronto dejó de escuchar el ruido.
Abrió los ojos y vio que estaba en la recepción de un hotel, uno en el que nunca había estado. Extrañado miró a su alrededor y vio a Carlos pasar junto a un amigo suyo.
Fue donde él para preguntarle donde estaban, pero parecía que no le escuchaba.
-Que esta pasando?
Tal vez estaba pasando de él, como de costumbre.
Volvió a mirar a su alrededor asustado. Cuando de pronto vio a Joel y Erick ir hacia el ascensor.
Fue corriendo donde ellos y agarró de la mano a Joel. Pero entonces pasó algo que le dejó helado. Al intentar agarrarle la mano, esta traspasó.
-Que...?
Derrepente todo se quedó a oscuras.
Zabdiel, asustado miró a sus dos amigos. Pero estos seguían esperando al ascensor como si nada extraño estuviese pasando.
De pronto, alguien paso a través de él.
Fue una sensación bastante extraña.
Era Christopher, que se acercaba a Joel y Erick juntó con Richard.

Erick y Joel sonrieron al verles, y les dieron un abrazo.
Con un intento desesperado, fue donde ellos y comenzó a llamarles a gritos. Pero ninguno de sus amigos parecía verle ni oírle.
-Que esta pasando..? Dijo Zabdiel temblando.
Entonces alguien le agarró del hombro.
Era un hombre calvo, de unos cincuenta años.
-Hola Zabdiel.
-Quien es usted? donde estoy? Porque nadie me escucha?
-Porque yo lo quiero así. Dijo el hombre sonriendo. No me reconoces Zabdiel? Claro, es normal.. Tu estas acostumbrado a verme.. Pues con el aspecto de tu amigo.
-No puede ser..
-Os dije que os encontraría! Y ahora amigo mio... Prepárate para morir.
Zabdiel se dio la vuelta y comenzó a correr.
Allí nadie podía ayudarle, estaba solo.
Derrepente el hombre se abalanzó sobre el y le lanzó al suelo.
-AYUDA! Gritaba Zabdiel mirando a sus amigos. ERICK! RICHARD! CHRISTOPHER! JOEL!

El hombre estaba sonriendo, enseñando unos afilados dientes.
De pronto, sacó un cuchillo.
Lo elevó en el aire, y Zabdiel se ocultó la cara con los brazos.
-MUERE!
-NOOOO!

-Zabdiel! Zabdiel! Despierta.
Este abrió los ojos, aterrado.
Estaba encima de la camilla, con sus cuatro amigos mirándole.
-Estas bien? Le preguntó el doctor.
Sin decir nada, Zabdiel se incorporó y miró a su alrededor.
-Donde estamos?
Los chicos le miraron extrañados.
Fue Christopher el que se sentó a su lado y le respondió.
-En el hospital.. Recuerdas? Hemos venido aquí después de que el avión se estrellara.
-No hemos estado en ningún hotel?
-No. Zabdiel, te encuentras bien?
-Si, eso creo.
-Habrás tenido una pesadilla. Dijo el doctor. Muchos pacientes sueles tenerlas.
-Si! Dijo Zabdiel. Seguro que ha sido una pesadilla.
-Bien, te dejaremos que te vistas.

Sus amigos salieron de la sala juntó al doctor.
Zabdiel se apoyó en la camilla, y cogió sus zapatillas.
Cuando se las iba a poner, noto que le dolía bastante el pecho. Así que se quitó la camisa y vio unas marcas de garras.
No había sido un sueño.

VUDÚ [CNCO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora