CAPITULO 33

672 61 4
                                    

Después de irse sus amigos, Zabdiel llevó su hermano a la zona de enfermería, para que pudiera curarle las heridas.
-Como estas? Le preguntó mientras le tumbaba en la camilla.
-Bien, apenas me duele. Dijo señalándose el estomago.
Al levantarle la camisa, vio que tenía un zarpazo en la parte superior del torso.
-Dios mio Carlos! Quien te ha echo esto?
-No lo se, todo ocurrió muy deprisa. Estaba andando por el pasillo cuando algo se abalanzó sobre mi. Lo siguiente que recuerdo es oír tu voz llamándome.
-Que hacías en este hospital?
-Un hombre llamó a casa y me dijo que habías tenido un accidente en un monte y que estabas ingresado en este hospital. Por cierto, que te ha ocurrido?
-Es una larga historia, ya te la contaré cuando lleguemos a casa.
-Vale.
-Espera! Papa y mama saben algo?
-No, cuando llamaste no estaban en la casa.
-Menos mal.
-Zabdiel, tengo que pedirte un favor?
-Claro! Dime.
-He perdido mucha sangre y estoy un poco mareado, tu podrías donarme un poco?
-De sangre?
-Si.
-No lo se...
-Vale no pasa nada, si lo entiendo. Yo también me diría que no, total en unos minutos estaré muerto.
-Pero que dices?! Claro que te voy a donar, y ahora mismo.
-Muchas gracias hermano, te quiero mucho!
-Yo también.
-Por cierto, antes de hacerlo tienes que firmar una cosa.
-Que cosa?
-Este papel. Dice que me das consentimiento para obtener tu sangre.
-Y para que necesitas eso?
-Imagínate que tienes alguna enfermedad y me la contagias, así sabríamos de quien ha sido la culpa.
Zabdiel se quedó callado, mirando a su hermano.
-Mira Zabdiel, mejor dejalo. No quiero que te sientas obligado ha hacerlo.

Sin decir nada, Zabdiel agarró el papel y lo firmó.
-Ya esta, ya puedes coger mi sangre.
De pronto, su hermano comenzó a sonreír.
-Muchas gracias Zabdiel, realmente no pensaba que fueras tan idiota.
-Que?
Derrepente su hermano se puso en pie y le miró a los ojos.
Estos se pusieron de un color negro y su aspecto cambio por completo.
-Tu no eres mi hermano.
-Claro que no lo soy!
Deberías haber hecho caso a tus amigos Zabdiel, porque ahora eres mio.

Al volver a donde habían dejado a su amigo, vieron que este ya no estaba.
-Se lo ha llevado. Dijo Christopher.
-Todo por mi culpa.
Se dieron la vuelta y vieron a Erick tras ellos, con la cabeza agachada.
-Porque dices eso?
-Porque si Zabdiel se ha enfadado con nosotros a sido por mi culpa, por haberle dicho que "eso" no era su hermano.
-No es por tu culpa. Dijo Richard yendo donde él. Tu solo intentabas ayudarle.
-A donde creéis que le habrá llevado? Preguntó Joel.
-No lo se, seguramente a un lugar íntimo, donde nadie le moleste.
-Vale. Dijo Christopher mirando a todos sus amigos. Se que os va a parecer una locura, pero nos tenemos que separar. Así le encontraremos antes.
-Estoy de acuerdo. Dijo Richard.
-Vamos a ir de dos en dos?
-No Joel, esta vez vamos a ir solos.

Al abrir los ojos, todo a su alrededor era borroso.
-Donde estoy? Dijo mirando a su alrededor.
Entonces se dio cuenta de que estaba tumbado en una camilla, con los pies y manos atados.
Intento levantar la cabeza, pero un fuerte dolor de cabeza hizo que se volviera a tumbar.
De pronto la puerta se abrió y entro una figura que Zabdiel no pudo reconocer ya que lo veía todo borroso.
-Hola Zabdiel.
-Vale, ya me tienes. Felicidades!
-Sabes. Dijo acercándose a él. Me ha costado bastante hacer que uno de vosotros me diera su consentimiento, normalmente lo hacen a la de una o dos semanas pero vosotros habéis durado casi un mes.
-Me alegro.
-Yo también, así he podido conoceros de cerca. Sabes Zabdiel, mi primera misión era alimentarme de vuestra sangre, absorberos hasta dejaros secos. Pero ya no.
Zabdiel le miró extrañado.
-Que quieres decir con eso? No me las ha quitar?
-De momento no. Ahora mismo tengo en mente otros planes, y quiero que tu los conozcas.
-Me dan igual tus planes.
-Ya verás como no. Dijo sonriendo.
Dio un paso adelante, agarró una silla y se sentó a su lado.
-No te as preguntando como sé quien es tu hermano?
Eso hizo que Zabdiel le mirará a los ojos.
-Exacto Zabdiel! Conozco a vuestras familias, sé donde viven.
-Eso es mentira, es imposible.
-Ah si? Y entonces como sabía quién era tu hermano? Piénsalo Zabdiel, para poder transformarme en una persona antes tengo que verla en persona.
-Como les hayas hecho algo a mi familia...
-Tranquilo, no les he tocado. De momento. Por ahora tengo pensado empezar por la familia de uno de tus amigos.
-Porque haces esto?
-Por venganza! Tu y cada uno de tus amigos habéis conseguido cabrearme de tal manera que incluso se podría decir que tengo obsesión.
-Porque? No hemos echo nada? Solo intentamos sobrevivir.
-No habéis echo nada? Y que me dices de cuando me encerrasteis en una trampa dibujada en el suelo e hicisteis un exorcismo?
-Estabas dentro de Christopher y querías matar a Erick! Es normal que lo hayamos echo.
-Si, y lo debería haber matado en ese momento, así en este momento no estaríamos teniendo esta incómoda conversación.
Zabdiel cerró los ojos y suspiró.
-Deja en paz a mis amigos, estoy dispuesto a darte toda la sangre que quieras.
Entonces el demonio se comenzó a reír.
-Hace unos minutos no querías volver a verlos e incluso hiciste daño a uno de ellos. Y ahora me dices que estas dispuesto a dar la vida por ellos?
-Si.
-Madre mía Zabdiel, de verdad que eres idiota. Si quisiera tu sangre, ya te la hubiese quitado. Como te he dicho antes, lo que quiero es venganza.
-Por favor...
-Adiós Zabdiel, hasta pronto.
-Espera! Solo una pregunta mas.
-De acuerdo, cual?
-Quien?
-Quien que?
-Quien de mis amigos es el que va a ser el primero?
-Te voy a dar una pista. Vive en una isla.

VUDÚ [CNCO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora