VUDÚ [CNCO]

CAPITULO 4

-Ayuda! Gritaba Erick mientras aporreaba la puerta.

Después de que aquel hombre o fantasma hubiese lanzado a Joel por los aires, fue hacía él y le dio un golpe que lo dejó inconsciente. Lo siguiente que recuerda es haberse despertado en una especie de celda con la puerta cerrada.

-Por favor.. No me gustan los espacios cerrados. Dijo sentándose en el suelo.
Al sentarse, se escuchó un sonido de metal.
Metió la mano en el bolsillo y sacó la linterna.
-Menos mal.
Al alumbrar a su alrededor, vio que estaba en una especie de celda bastante extraña; todas las paredes estaban pintadas con dibujos y figuras que él jamás había visto.
Entonces se dio cuenta de que había una mesa enfrente de él.
Se acercó a ella y vio que encima de ella habían trozos de tela vieja y alfileres oxidados.
-Que es esto? Dijo cogiendo un trozo de tela.
Derrepente, se escucharon unas voces que salían de las paredes.

Asustado, miró a su alrededor.
De la pared estaba comenzando a salir un liquido rojo.
Fue corriendo hacía la puerta y comenzó a golpearla.
-Ayuda por favor! Richard! Zabdiel! Christopher!

-Porque no nos separamos? Preguntó Dylan. Así sera mas fácil encontrar a Erick.
-De acuerdo. Dijo Christopher.
-Yo iré con Zabdiel. Dijo Kevin. Los demás podéis ir juntos.

Zabdiel miró a sus amigos, no quería separarse de ellos.
-Toma. Dijo Christopher poniéndole un silbato en la mano. Si ocurre algo silba.
-De donde lo as sacado?
-Mejor que no lo sepas. Dijo Christopher sonriendo.
-No va a pasarte nada. Dijo Richard acercándose a su amigo. Como ha dicho Christopher, si crees que estás en peligro silba, nosotros iremos corriendo.
-Vamos. Dijo Kevin agarrando del brazo de Zabdiel. Cuanto mas tardemos peor sera para vuestro amigo.

Pasó media hora y los chicos estaban buscando entre las celdas del piso de arriba.
-Hay algo que no entiendo. Dijo Joel a Richard. Si somos cinco, porque Kevin solo se ha llevado a Zabdiel?
-Si, yo tampoco lo acabo de entender. Igual ha pensado que Zabdiel es el mayor de todos y quería protección.
-Puede ser, pero sigo sin comprenderlo.
De pronto, se escuchó a Dylan gritar.

Fueron corriendo donde sus amigos y vieron a Christopher apoyado en la pared, mirando fijamente a una esquina.
Se acercaron a ver, y vieron a Dylan en el suelo llorando.
-Dylan.. Dijo Richard acercándose.
Cuando estaba lo bastante cerca de él, pudo ver porque lloraba.
En el suelo estaba el cuerpo de Kevin, sin vida.
-Chicos.. Dijo Richard. Tenemos un problema.
-Tu crees? Dijo Dylan poniéndose en pie enfadado. Dos de mis amigos han muerto! Y ahora la pregunta es.. Porque ninguno de vosotros ha muerto todavía?
-Que quieres decir con eso? Dijo Joel a la defensiva.
-Que vosotros sois los causantes de las muertes de mis amigos!
-Tu estas loco! Gritó Joel.
-Ah si?
-CALLAOS! Gritó Richard. Es que no lo entendéis? Kevin lleva muerto unas dos horas por lo menos.
-Espera, como sabes eso?
-Porque esta helado, y esta comenzando a oler mal.
Entonces Christopher cayó en cuenta.
-Dios mio! Chicos, entonces el Kevin con el que hemos estado todo este tiempo...
-No era el. Dijo Richard. Y ahora tiene a Zabdiel.

Zabdiel y Kevin estaban buscando por la parte de abajo, en uno de los túneles.
-Crees que estará por aquí? Preguntó Zabdiel.
-Puede, es de los pocos lugares donde aun no hemos buscado.
-Y con razón...
Zabdiel iba alumbrando las paredes; estaban llenas de dibujos y figuras extrañas, hechos con una especie de pintura roja, o tal vez sangre.
-Este lugar me da mala espina, parece como un lugar donde hacían rituales satánicos.
-Si verdad? Jamas había visto nada igual.
Derrepente, escucharon un golpe.
-As oído eso? Dijo Zabdiel.
-Si, creo que viene por ahí.

Los dos comenzaron a correr por los túneles buscando el origen de aquel golpe.
-A sido por aquí. Dijo Kevin deteniéndose.
Zabdiel miro a su alrededor, todo eran celdas cerradas.
-Hola? Gritó.
De pronto se escuchó otro golpe, esta vez mas cerca.
-Erick eres tu?
-Zabdiel!!
-Dios mio! Dijo corriendo hacía la celda en la que estaba su amigo.
Al llegar tocó la puerta.
-Estoy aquí.
-Zabdiel, tienes que sacarme de aquí! Las paredes están sangrando.
-Que dices?
-Hay una mesa con unos objetos raros, y las paredes no dejan de sangrar. Tienes que sacarme de aquí!
Zabdiel miró a Kevin.
-Ayudame a sacarle!
-Como? La puerta esta atascada.
-No lo se! Pero hay que hacer algo.
-Tengo una idea.
-Cual?
-Intercambiarlos.
De pronto, Zabdiel sintió un frío escalofriante.
Se dio la vuelta y vio a Kevin sonriendo.
-Kevin, te pasa algo?
Derrepente Kevin se abalanzó sobre él.

-Zabdiel! Gritaba Erick aporreando la puerta.
De pronto, esta se abrió y apareció Kevin.
-Hola Erick.
-Donde esta Zabdiel?
-No se encuentra en condiciones de.. Nada. Dijo sonriendo.
-Tu no eres Kevin.
-Claro que no lo soy! Dijo acercándose a él.
Le empujó contra la pared y le agarró del cuello.
-Habré la boca.
Erick negó con la cabeza.
-Si no lo haces a las buenas, tendrá que ser a las malas.

Zabdiel abrió los ojos.
Se tocó la cabeza y al retirar la mano vio sangre.
De pronto, escuchó a su amigo gritar.
-Erick.
Apenas podía pronunciar palabra, estaba demasiado mareado.
Entonces se acordó de lo que le dijo Christopher:
"Si te ocurre algo, solo tienes que silbar e iremos a por ti".
Metió la mano en el bolsillo y silbo con todas sus fuerzas.

-Que ha sido eso? Dijo Dylan.
-EL SILBATO DE ZABDIEL! Gritó Christopher.
-A sonado por ahí.
-Vamos!

Erick estaba empezando a perder el conocimiento, Kevin le estaba apretando muy fuerte la garganta.
No sabía porque, pero quería que abriese la boca, y el no estaba dispuesto a hacerlo.
De pronto, se escucharon unas voces por los túneles.
-Mierda! Dijo Kevin soltando a Erick y dejándolo caer al suelo.
Se acercó a él y le dijo al oído:
-Volveré.

-Por aquí! Gritaba Zabdiel.
-ZABDIEL! Gritó Christopher al verle.
-Estoy bien. Dijo este poniéndose en pie. Por cierto, gracias por el silbato.
Christopher comenzó a reírse.
-De nada.
Joel entró corriendo en la celda.
-Erick! Estas bien?
-Si. Dijo este jadeando.
-Lo siento mucho Erick, tu viniste a por mi y al final el que peor lo ha pasado as sido tu.
-No pasa nada Joel, por ti haría cualquier cosa.
Richard entró corriendo en la celda.
Agarró a Erick y le subió en sus brazos.
-Tranquilo Erick, ya nos vamos.