VUDÚ [CNCO]

CAPITULO 5

Para cuando llegaron al hotel, eran las siete de la mañana y estaba comenzando a amanecer.
Sin decir nada, se pusieron el pijama y se metieron en la cama.

Todos estaban durmiendo cuando de pronto llamaron a la puerta.
-Voy. Dijo Richard con los ojos aún cerrados.
Al abrir la puerta vio a Nayade.
-Hola Richard.
-Buenos días Nayade, Zabdiel aún está durmiendo.
-Durmiendo? Pero si son las tres de la tarde.
-Si bueno, es que hemos llegado un poco tarde.
-Ah, ya veo.
-Quieres que le despierte?
-Si por favor, tengo que hablar con él.
-Quieres entrar y esperar en el sofá?
-Vale.

Richard entró en el dormitorio y fue donde Zabdiel.
-Zabdiel.
Éste se levantó de golpe.
-Que pasa?!
-Tranquilo, no pasa nada. Bueno si, Nayade esta en el salón, dice que quiere hablar contigo.
-Que?
Se levantó, se puso la camisa y fue corriendo al baño.
-Mierda! Se le escuchó gritar.
-Pasa algo? Dijo Nayade yendo al pasillo.
Richard estaba apoyado en la puerta.
-Si te digo la verdad, no tengo idea.
De pronto la puerta del baño se abrió y salió Zabdiel.
-Dios mío, que te ha pasado en la cara? Dijo Nayade.
Richard se puso las manos en la boca y se comenzó a reír.
Zabdiel le miró con mala cara.
-Perdona, yo mejor que me voy a dormir.

Una vez solos, fueron al salón y se sentaron en el sofá.
-Que te ha pasado? Espera, no habrá sido mi hermano?
-Tu hermano?
-Veras, de eso te quería hablar. Mi hermano se ha enterado de que estamos saliendo juntos.
-Que? Como?
-No lo se, supongo que alguien nos vio ayer y se lo ha contado.
-Madre mía. Dijo Zabdiel poniéndose en pie. Te ha dicho algo?
-Solo que cuando te vea, te va a decir un par de cosas.
-Estoy muerto.

De pronto se escuchó una puerta abrirse y apareció Joel en boxers y sin camisa.
-Buenos días. Dijo Zabdiel.
-Buenos días. Dijo Joel sin mirar a su amigo y cogiendo un baso de agua.
-Ejem, Joel...
-Dime Zabdiel.
Al darse la vuelta, vio a Nayade.
-Buenos días. Dijo esta sonriendo.
Joel se quedo helado, sin saber que hacer.
-Perdona no sabía...
-No pasa nada. Dijo Zabdiel riéndose. Además, Nayade ya se iba.
-Si. Dijo esta poniéndose en pie. Por cierto, quedamos esta tarde?
-Si claro.
-A las siete en recepción?
-Me parece bien.
Zabdiel la acompañó hasta la puerta y se dieron un beso.
-Hasta luego.
-Si, hasta luego.
-Adiós Joel! Por cierto, bonitos boxers.
-Adiós Nayade. Dijo este poniéndose rojo.

Al cerrar la puerta, Zabdiel se comenzó a reír.
-Madre mía Joel! Mi novia te ha visto con unos boxers de Bob Esponja.
-Callate! Fueron un regalo de mi madre 
De pronto, Richard salió del dormitorio.
-Que quería?
-Me ha dicho que Carlos sabe que su hermana y yo estamos saliendo.
-Oh dios, eso no es bueno.
-Bueno, no es peor que lo que nos pasó anoche.
-Si, mejor que olvidemos eso.
-Que lo olvidemos? Richard, anoche casi nos mata un fantasma a Joel, Erick y a mi! Por no decir que Kevin y Lucas están muertos!
-Es verdad, creéis que Dylan estará bien?
-No lo creo, yo si os hubiese perdido a dos de vosotros estaría fatal.
-Tienes razón, pobre Dylan.

Llegaron las seis de la tarde, y todos los chicos ya estaban despiertos.
Zabdiel estaba en el baño duchándose mientras que los demás estaban viendo una película.
-Alguien quiere palomitas? Dijo Christopher poniéndose en pie.
Todos levantaron la mano.
-Claro, como no.
Entonces salió Zabdiel del baño.
-No se me quita lo del ojo, alguno de vosotros sabe como quitar un ojo morado?
-Yo si! Dijo Erick levantándose.
-Tu? Preguntó Richard. Y como es que tu sabes hacer eso?
-Todos tenemos un pasado oscuro 😏.
Joel se comenzó a reír.
-Mentira, es porque es muy torpe y su madre siempre le maquillaba los moratones.
-Tu como sabes eso?!
-Tu mamá me lo contó.
-Traidora.
-Bueno que, me vas ayudar o no? Dijo Zabdiel impaciente. Tengo una cita en menos de una hora.
-Ya voy!

Media hora después, salieron del baño.
-Tachaaan! Que os parece?
Todos miraron a Zabdiel; realmente Erick había echo un buen trabajo, el moratón no se notaba nada.
-Oye, haber si al final vas a ser estilista. Dijo Joel riéndose.
-Pues sería el estilista mas guapo de todos. Dijo Erick cruzándose de brazos.
-Y Zabdiel, que ropa vas a llevar?
-Pues no lo se aún, tenía pensando llevar algo simple.
-Yo te ayudo. Dijo Joel entrando en el dormitorio.

Para cuando llegaron las siete, Zabdiel ya estaba preparado.
-Estoy nervioso. Les dijo a sus amigos.
-Tu solo sé tu mismo y sobre todo, pasarlo bien.
-Gracias chicos.
Fue donde ellos y les dio un abrazo.
Una vez fuera, los chicos se sentaron en el sofá.
-Que rápido esta creciendo. Dijo Christopher secándose una lágrima.

Eran las once de la noche, y la pareja estaban dando un paseo por la costa.
-Porque no vamos a la playa? Dijo Nayade sonriente.
Zabdiel se quedó pensativo, ahí es donde habían conocido a los chicos que les hicieron pasar la peor noche de su vida.
-No se, igual es mejor que vayamos a otro lugar.
-Pero que dices? La playa es el lugar mas romántico que hay por aquí!
Zabdiel miró a Nayade a los ojos.
Se notaba que realmente quería ir a la playa.
-Está bien. Dijo sonriendo. Vamos.

Fueron a la playa y se sentaron en la arena.
Estuvieron hablando un buen rato hasta que de pronto, les interrumpieron.
-Pero mira que tenemos aquí. Dijo una voz tras ellos.
Nada mas escuchar su voz, Zabdiel sabía de quien se trataba: Carlos.
-Carlos! Dijo Nayade levantándose.
-Tú! Dijo él señalando a Zabdiel. Te gusta mi hermana eh?
-Si, que pasa? Dijo Zabdiel poniéndose en pie también.
-Que pasa? Pues que es mi hermana inútil!
-Me alegro mucho, pero ella no te pertenece.
-Zabdiel basta! Dijo Nayade poniéndose entre ellos dos.
-Te crees muy hombre verdad? Dijo Carlos. Pues vamos ha hacer una cosa.
-Carlos.
-Callate Nayade!
-No la grites. Dijo Zabdiel.
-Tranquilo Zabdiel, no pasa nada.
-Que bonito. Dijo Carlos burlándose. Esto es lo que vamos ha hacer: Mañana, yo y mis amigos vamos a ir a la cima de ese monte a pasar la noche, dicen que esta encantado. Si tu y tus estúpidos amigos os venís y conseguís pasar la noche sin haceros caca en los pantalones, tienes mi bendición para salir con mi hermana.
-Sabes lo que pasa? Que no necesito tu bendición.
-Que pasa, que tienes miedo?
-No.
-Ah no espera! Es verdad, que uno de tus amigos aun es menor de edad, igual es él el que tiene miedo.
-Ni se te ocurra meterte con Erick!
-Bueno entonces que, os venís o no?
-Si.
-Muy bien. Dijo Carlos aplaudiendo. Quedamos en recepción a las seis de la tarde.