VUDÚ [CNCO]

CAPITULO 12

Daniel comenzó a leer un párrafo específico de la biblia.

Exorcizamus te, omnis immundus spiritus, omnis satanica potestas, omnis incursio infernalis adversarii, omnis legio, omnis congregatio et secta diabolica... 

Derrepente, Christopher se comenzó a reír.
-Enserio pensáis que eso va a funcionar? Lo único que estáis consiguiendo es hacerme cosquillas en mis partes íntimas.
Sin hacerle caso, Daniel siguió leyendo:

Ergo, draco maledicte et omnis legio diabolica, adjuramus te ...

De pronto, Christopher tuvo una convulsión.
Miró a Zabdiel y le dijo:
-Como tu amigo siga leyendo eso, va a conseguir que tu amigo muera, nadie a sobrevivido a un exorcismo de esta categoría.
-No le hagas caso! Dijo Daniel. Lo único que quiere es asustarte, no le va a pasar nada a Christopher, te lo prometo.
Zabdiel miró a sus amigos.
-Esta bien, sigue.

cessa decipere humanas creaturas, eisque æternæ perditionìs venenum propinare... 
Vade, satana, inventor et magister omnis fallaciæ, hostis humanæ salutis... 

-Basta! Gritó Christopher. Os mataré a todos! A cada uno de vosotros, y de la manera mas cruel y dolorosa que os podáis imaginar.
-Ya ya. Dijo Daniel poniendo los ojos en blanco.
De pronto, todas las puertas de las celdas se cerraron de golpe.
Joel dio un salto y agarró a Richard.
-Sigue leyendo Daniel.

Humiliare sub potenti manu Dei; contremisce et effuge, invocato a nobis sancto et terribili nomine...

-NOOOOOOO!
Derrepente,Christopher empezó a dar sacudidas, cayó de espaldas al suelo y comenzó a escupir sangre.
-Para! Gritó Richard. Esta sangrando.
-No! Dijo Daniel. Hay que terminar con esto de una vez.
De pronto, Zabdiel le quitó el libro de las manos.
-Pero que haces?!
-No ves que Christopher lo esta pasando mal?
-ESE NO ES CHRISTOPHER!
-Si que lo es! Dijo Joel. Solo que hay un hijo de puta dentro de él.
-Zabdiel, dame el libro. Dijo Daniel acercándose a él.
-No. Dijo este apartándose. No vas a hacer daño a Christopher.
-Pero es que no lo veis? Si no acabamos de leerlo nunca vamos a recuperar a ninguno de vuestros amigos! Ni a Christopher, ni a Erick.
Zabdiel se quedó paralizado un momento.
Daniel aprovechó el momento que Zabdiel se quedo parado para arrebatarle el libro y siguió leyendo:

quem inferi tremunt... 
Ab insidiis diaboli, libera nos, Domine. 
Ut Ecclesiam tuam secura tibi facias libertate servire, te rogamus, audi nos. 

Nada mas acabar de leerlo, Christopher se puso en pie y cayó al suelo inconsciente.
-Christopher! Dijo Richard corriendo hacía el.
Pero antes de que llegará Zabdiel le agarró del brazo.
-Espera! No sabemos aun si es Christopher o no.
-Zabdiel tiene razón. Dijo Daniel. Podría seguir dentro de él.
Richard se dio la vuelta y miró a Daniel.
-Te dijimos que no siguieras leyendo!
-Tenía que terminar Richard, no podía dejar que esa cosa siguiera dentro de él.
-Ni que te importara... Dijo Joel.
Daniel se quedó callado e inspiró profundamente.
-No espero que me creáis, pero si que me importan vuestros amigos. Y no quiero mueran por mi culpa.
-Tu culpa?
-Si, la mía. No se si recordáis, pero aquella noche en la playa fui yo quien tuvo la idea de que fuerais a aquella cárcel.
Los chicos se miraron unos a otros.
-Vale. Dijo Zabdiel. Tienes razón, ha sido tu culpa.
-Zabdiel!
-Es verdad! El mismo nos metió en esto, además no tuvo los huevos de venir a la cárcel al día siguiente aún siendo su idea. Es justo que termine lo que ha empezado.

Antes de que pudieran responder, Christopher abrió los ojos y se puso en pie.
-Chicos! Gritó Joel.
Todos se dieron la vuelta y vieron a Christopher de pie, mirándolos fijamente.
Estaba sangrando de la boca y los oídos.
-Os voy ha encontrar! Gritó a pleno pulmón.
De pronto, le comenzó a salir una especie de humo negro de la boca y cayó de nuevo al suelo inconsciente.
El humo fue hacía ellos y de pronto, desapareció.
-Que ha sido eso? Dijo Joel agarrándose el pecho de la impresión.
-Eso amigo mio, era el demonio que estaba dentro de tu amigo. Dijo Daniel.
-Entonces... Christopher!

Los tres salieron corriendo hacía su amigo.
Richard fue el primero en llegar; le tomó el pulso y miró a sus amigos.
-Esta vivo. Dijo sonriendo.
Zabdiel se apoyó en Joel y los dos suspiraron del alivio.
Entonces Christopher abrió los ojos.
-Hey. Dijo Richard acariciándole el cabello. Estas bien?
Christopher parecía desorientado, no dejaba de mirar a su alrededor.
-Todo esta bien. Dijo Zabdiel. Hemos conseguido sacar a esa cosa de dentro de ti.
De pronto Christopher se incorporó mirando a Richard.
-Erick! Donde esta Erick?
-Yo me ocupo de eso. Dijo Zabdiel. Tu quedate donde estas con Richard y Joel, necesitas descansar.
-No. Dijo Joel. Voy contigo.
Daniel vio que Zabdiel no le hacía mucha gracia que Joel fuera con él, y no le culpaba, no quería que ninguno de sus amigos corriera mas peligro, y dentro de ese círculo estaban seguros.
-Yo voy con él. Le dijo a Joel. Tu quedate ayudando a Richard.
Joel asintió con la cabeza y se sentó al lado de su amigo.

-Donde crees que estará? Preguntó Zabdiel a Daniel.
Los dos estaban buscando en el segundo piso, donde estaban la mayoría de las celdas de alta seguridad.
-No lo se, pero supongo que le habrá escondido en algún lugar apartado, donde no se nos hubiese ocurrido buscar.
De pronto una luz se encendió dentro de Zabdiel.
-Ya lo tengo! Gritó asustando a Daniel. Los túneles, donde le retuvo la última vez, ahí es donde esta.
-Si! Eso esta bastante apartado. Vamos!

Estaban yendo cuando Zabdiel le agarró del brazo.
-Por cierto, gracias por todo. Sin ti no hubiésemos podido sacar esa cosa de dentro de Christopher, te debemos una.
-No pasa nada, como tu mismo dijiste, tengo que acabar lo que he empezado.
-Sobre eso... Lo siento mucho, no era mi intención herir tus sentimientos.
-En paz? Dijo Daniel extendiendo la mano.
-En paz.
Los dos se estrecharon la mano.

Richard y Joel al fin consiguieron relajar a Christopher.
Mientras que Daniel y Zabdiel iban a buscar a Erick, aprovecharon y le contaron todo lo que había ocurrido.
Al terminar de contar el relato, Christopher se sentía bastante mal. No paraba de decir que si Erick muriese por su culpa, se suicidaría.
-No digas estupideces! Dijo Richard. Ni Erick esta muerto, ni tu te vas a suicidar, de acuerdo?
Christopher asintió con lágrimas en los ojos.

Una vez ya en los túneles, Daniel y Zabdiel comenzaron a gritar llamando a su amigo.
Zabdiel estaba en una de las celdas, cuando de pronto escuchó a Daniel llamarle.
Fue corriendo y se encontró a Daniel enfrente de una de las celdas, mirando fijamente adentro.
Al asomarse vio que había una mesa de madera con algo encima; una camisa ensangrentada y un mechón de pelo.
-Que es esto?
-Vudú. Dijo de pronto Daniel.
Al ver que Zabdiel no tenía idea de lo que decía, se lo explicó.
-Antiguamente, el vudú era un tipo de ritual de tortura. Se utilizaba para hacer daño a personas que odiabas a distancia, con tan solo un mechón de pelo suyo y algo personal, como por ejemplo su camisa.
-Tortura? Que tipo de tortura?
-No lo se, pueden variar; normalmente usaban muñecos de trapo y les clavaban clavos o algo por el estilo. Lo que le hacían al muñeco, la víctima lo sentía.
-Vaya.. Eso es horrible. Dijo Zabdiel entrando en la celda.

Una vez al lado de la mesa, agarró la camisa.
-Es la camisa de Erick. Dijo mirando a Daniel.
Daniel pudo ver algo que jamas había visto aun a Zabdiel.. Auténtico terror.
No le bastó preguntar de quien era el mechón de pelo, por como Zabdiel lo estaba mirando, sabía que era de Erick.
-Lo estaba torturando.. Dijo Zabdiel apoyándose en la pared. Y todo por nuestra culpa.
-Vamos a encontrarle. Dijo Daniel dándole una palmada en la espalda.
-Como?
-Pues primero, averiguando donde esta. Haber pensemos, en la cárcel no esta así que debe de estar en algún lugar lejos y apartado de la civilización.
-La casa. Dijo de pronto Zabdiel.
-Que casa?
-La del monte!! Hay una casa en ruinas que tiene una leyenda..
-Espera, no sera la leyenda del muñeco robert.
-Si. Dijo Zabdiel. Hace como unos tres días estuvimos ahí de acampada con unos compañeros de clase y ese demonio nos atacó y mató a dos amigos nuestros de toda la vida.
-Estas seguro que va a estar ahí?
-Si, estoy seguro.

Al llegar donde sus amigos, les contaron lo que habían visto.
-Eso he echo yo? Dijo Christopher temblando.
-No. Dijo Joel. Tu no lo as echo, a sido aquél demonio.
-Sabemos donde puede estar Erick. Dijo de pronto Zabdiel.
-Donde?
-En la casa.
-Que casa? Preguntó Richard.
De pronto, se dio cuenta.
-No no no! Esa casa no.
-Si. Dijo Zabdiel. Tiene que estar ahí.
-A que esperamos? Dijo Christopher poniéndose en pie. Vamos a buscarle!