Capítulo 39

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Jacki POV

-¡BUENOS DÍAS PELIRROJA! - me despierto sonriendo, con la imagen del chico más guapo del mundo tumbado junto a mi - ¿Qué tal has dormido preciosa?

+Buenos días cielo - nos besamos tiernamente - ummmmm estupendamente - nos quedamos un rato abrazados, yo apoyada sobre su pecho. Él sin camiseta, y yo con su camiseta cubriendome hasta los muslos.

Miro al frente. El hotel en el que nos alojamos es perfecto: lujoso, romántico, bonito, cómodo... Tiene muebles estilo clásico, pero nada de mal gusto. En el lado izquierdo un baño enorme, con ducha y bañera, y un enorme espejo que cubre una de las paredes por completo. En el lado derecho, un pequeño balcón, con vistas a Central Park y a los grandes rascacielos de la ciudad más increíble que he visto en mi vida.

Miro a Liam de nuevo y recuerdo el día de ayer. Cogimos el avión a la una de la tarde y dos horas y media después desembarcamos. Llegamos al hotel y tras instalarnos bajamos a comer. Era tarde, y no había nadie en el comedor, asi que aprovechamos para hacer un poco el idiota. Después subimos y deshicimos las maletas muy despacio, ya que no parabamos de jugar. Total que las 7 llegaron y no habíamos hecho nada. Apenas salimos una hora del hotel y dimos un pequeño paseo por los alrededores, pero apenas recorrimos una manzana.

Todavía recuerdo la imagen sobrecogedora de los rascacielos al entrar en la ciudad. Cada edificio diferente, pero más increíble que el anterior. Más alto, casi rozando el cielo. Hasta que no has estado en Nueva York no sabes como se siente uno al estar allí, esa sensación de grandiosidad es inimaginable.

Miro hacia la ventana. La luz de la mañana llega a cada rincón de la habitación, pero aun está amaneciendo y la luz es débil. A mi derecha, en la mesilla, un pequeño reloj marca las ocho menos veinte. 

+Es un poco pronto para despertarnos en vacaciones ¿no?

-Sí, pero quiero hacer un poco de turismo.

+Pero si hay muchas horas en el día - pongo tono de niña pequeña y me hago un poco de rogar.

-Venga, no seas vaga - se echa encima mia y empieza de nuevo con las cosquillas.

+¡Vale, vale, vale! ¡Ya voy! - salto de la cama y me meto en el  baño corriendo. Puff las ocho de la mañana me pesan mucho en vacaciones.

Salgo del baño y ¡qué demonios es eso! En la esquina de la cama, hay dos platos de tortitas, con sirope de chocolate y nata y dos copas de zumo de naranja. Liam reposa sobre sus brazos, apoyado en el balcón, sin camiseta, mientras la luz del sol de invierno le da de lleno en sus ojos color marrón avellana. Realmente no sé por qué un chico como aquel, con sus abdominales, su barba de un par de días y ese atractivo natural está en una habitación de hotel con alguien tan corriente como yo. Es más, aún no me creo que este en Nueva York, vestida con poca ropa de mi novio, que parece modelo, a punto de desayunar tortitas en la planta alta de un hotel de lujo.                       

Camino despacio hasta él, y le abrazo por detrás, dejando mis manos sobre su pecho y respirando una profunda bocanada de aire frio. Él deja caer su cabeza en mi hombro y susurra un "Te quiero"  casi inaudible. Se da la vuelta y me besa. Hace frio para estar asi en la calle, pero nos da igual, nos damos calor solo con mirarnos. Pasa sus manos por mis caderas y volvemos a la posición de antes, pero ahora soy yo la que apoya los brazos en la barandilla y el me abraza en silencio. Los rascacielos son aún más bonitos con la luz del amanecer reflejando en sus cristales. Estamos en la planta 30 del hotel, la quinta empezando por arriba y el suelo y las personas apenas parecen hormiguitas, comi si vivieran en otro mundo diferente. La imagen es sobrecogedora.

Empezamos a notar el frio y decidimos volver dentro. Liam descorre la cortina, y antes de que entre le agarro el brazo, me mira y le devuelvo el " te quiero" en un tono tan bajo que temo que no me haya oido. Una rafaga de aire me da de lleno, mueve las cortinas translucidas, que me rodean, mueve mis rizos de forma caprichosa y la parte baja de la camiseta, dejando ver parte de mi vientre.

Part of UsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora