Capítulo 12

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Erica POV

Me desperté asustada. ¿Qué hora era? ¿Qué hacía yo despierta? Me incliné para ver la hora. El reloj marcaba las 4:00. Me quedé pensativa. Casi nunca me desvelaba a estas horas de la madrugada, salvo cuando...

De repente me acordé. Mierda. Salvo cuando tenía pesadillas. Y esa noche había tenido una. No me acordaba de que había sido, pero era fácil de suponer.

Cerré los ojos e intenté dormirme en vano.

Me quedé despierta hasta que los altavoces despertaron a las demás.

Aprovechando la ventaja, me levanté rápidamente, cogí lo necesario y me fui a las duchas.

Me puse el uniforme y me miré al espejo. No había dormido lo suficiente y eso se notaba en mis ojeras, que me llegaban hasta los pies.

Me puse un corrector y me maquillé los ojos y los labios.

Estaba agotada asi que opté por hacerme una sola trenza sin mucho esfuerzo.

Baje al entrenamiento, por la mañana tocaba un cuerpo a cuerpo. En el ejército siempre íbamos a tener armas pero insinstían en que nunca esta de más saber pelear sin ellas.

Por supuesto, primero nos separaron por géneros, cosa que me pareció injusta, asi que decidí reclamar. Casi me sancionan pero conseguí que me dejaran pelear con un chico la próxima vez, siempre y cuando el susodicho estuviera de acuerdo.

Bueno, estaba satisfecha.

Hoy pelarimos contra tres personas diferentes.

Primero me pusieron con una chica pelirroja llamada Jacki.

La verdad es que se defendía bastante bien. El combate fue bastante igualitario y la chica era simpática.

Despues, me pusieron  Con una chica de ojos azules llamada Mara.

Era un poco arisca, me recordó ligeramente a mi en ese sentido.

El combate estuvo igualado aunque la chica, Mara, era bastante fuerte yo no me quedaba atras. Pero tuve que esforzarme más que en el combate anterior.

A pesar de todo, la chica no me cayó mal.

Por último me pusieron con Helen. El otro día cuando peleamos con los sacos, me quedé con ganas de preguntarla que le había pasado el otro día, cuando estaba llorando. Ahora, veía el momento perfecto.

-Helen, una cosa- Pregunté yo.

-Sí, dime.

-En el día libre, antes de subirnos al autobús, te vi mirar algo y me fijé que estabas a punto de llorar. ¿Pasó algo?

Vi como Helen se quedaba quieta en medio de nuestra pelea, pero en seguida recuperó la compostura.

-No, bueno sí... ¿Te acuerdas de Zayn?

-Sí, el mejor amigo de Niall, ¿verdad?

Asintió para darme la razon y continuo.

-Bueno pues ese dia le vi con otra y...

-¿La chica del otro día? -Asintio- Tranquila, no me digas más. Si Niall es su mejor amigo, investigaré sobre ello.

Sonrió.

-¿Te llevas bien con él?

-Sí, se podría decir -Sonreí.

A la hora de la comida decidí sentarme con Niall, no habíamos comentado lo sucedido en nuestro dia libre.

-Erica -me sonrio él- ¿Que tal estás?

-Bien, ¿y tú?

-Genial

-Me alegro -esbocé una media sonrisa. Pensaba decirle algo pero se me adelanto.

-Erica, tenemos que hablar sobre lo del otro día.

-Lo sé. Pero está a punto de acabarse la hora de la comida.

Pensé rápidamente y tuve una brillante idea.

-Niall, esta tarde, una hora antes de que acabe el entrenamiento te va a doler mucho la pierna, ¿vale? -Sonreí picaramente

Me miró asustado y me reí al ver su expresión.

-Tu déjamelo a mí.

Llegó el entrenamiento de la tarde, nos iban a enseñar a manejar los tanques. Eso requería mucha práctica asi que hoy solo nos enseñarían lo básico.

Me encantaban los tanques. Me parecían tan... no se. Los adoraba. Cada vez entendía mas por qué estaba aquí. Era mi sitio.

Estaba tan ensimismada en las "clases" que cuando vi que Niall estaba andando medio cojo y acercándose al coronel, tardé en reaccionar y en acordarme del plan.

Bajé rápidamente gritando para que el coronel me oyera "¿Niall, estás bien?".

Llegue junto a él y el coronel me pidió por favor que le acompañara a la enfermería.

Bingo. Mi plan hab8a funcionado.

Niall se hizo el cojo hasta entrar en el edificio y desaparecer de la vista de todos.

Nos sentamos en el barracón de las chicas, en mi cama para ser más exactos.

-Erica, ¿qué sientes?

-¿Qué siento de que?

-Sobre mi. Quiero decir -bajó un poco la voz- tú a mi me gustas, y mucho pero yo no se si a ti te agrado o todo lo contrario.

Suspiré.

-Niall, si alguna vez ha parecido que me desagradas te pido perdon, porque no es así, de verdad que no. Sabes que soy un poco borde.

-Sí, lo se -rio el

-Pues eso, que si que me importas. Si no creeme que no hubiera llorado delante tuya.

Los dos reímos fuertemente.

-Me alegro -dijo él.

Me apoyó junto a la pared y comenzo a besarme. Se me encojió el estomago de felicidad. No me reconocía a mi misma, nunca me había dejado llevar por un chico así. Pero en esos momentos me daba igual.

Bajamos a la enfermería para que nos diesen un parte de que habíamos estado allí. Obviamente, dijeron que Niall estaba perfrctamente.

Bajamos, le dimos el parte al coronel y, como el entrenamiento ya había terminado, subimos cada uno a su habitacion.

Me puse el pijama, y me acosté, estaba agotada y feliz, por lo que me dormi enseguida.

Mañana sería otro día.

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