006. Además de preguntona, sorda.

5.7K 777 182
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—¿Podrías quedarte quieta?

—Lo siento, me inquieta el hambre.


Mina bufó recostándose en la encimera de la cocina, observando fijamente como la otra devoraba la comida sin importarle que estuviera viéndola. Sus afilados colmillos masticaban con rapidez pero tomándose un par de segundos para degustar perfectamente el platillo más delicioso de toda su vida.

La otra no tenía idea de que así se sintiera su comida para la chica. A pesar de que de vez en cuando, una mueca de asco hiciese aparición en su rostro al saborear los vegetales en el jugoso atún, sin embargo se los comió sin decir algo más, quería ser una "gata buena" por primera vez.

Pero no engañaba a nadie con eso, solo no quería que esa mujer de cara larga le quitara la comida que ansió por tanto tiempo. ¡Estaba demasiado deliciosa como para ser desechada por ahí!

—¡Mhm! ¡Yuum!~ —La chica emitió un dulce sonido de satisfacción, sacudiendo el cuerpo levemente y dejando relucir su sonrisa. Su lengua lamió sus labios dispuesta a comer más, mientras que la japonesa solo quería hundirse más en el suelo.

—Esto está taaaan delicioso. —Sus mejillas se veían adorablemente abultadas con el atún dentro de ellas, algo que le pareció un tanto asqueroso a Mina pero no dijo nada para no desatar una pelea. Sonrió incómoda, no estaba acostumbrada a tanta ternura y brillitos rosas danzando alrededor de esa chica.


Mina carraspeó y la miró. —Por supuesto, lo hice yo. —Orgullosa sonrió y la contraria le dio una mirada de recelo. —No te dije q-que hablaras. —Murmuró lo suficientemente alto y Mina la miró sorprendida durante varios minutos, parpadeando ante las risitas poco disimuladas de la híbrida. En la perspectiva de la menor, ¡era realmente divertido molestar a los humanos!

—¿Quién te crees para decirme si debo hablar o no? ¡Esta es mi casa! ¡No la tuya! —Alzo la voz realmente molesta —aunque no lo pareciera por su amable y dulce tono de voz—, se dirigió rápidamente hacia la chica quien comía su atún como si nada y lamía las orillas bajo la mirada sobresaltada de Mina.

THE WILD KITTEN。 ── MICHAENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora