030. Híbridas en casa.

4.9K 602 111
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Después de los acontecimientos anteriores, las chicas mayores habían comenzado a salir más a menudo. Se podía decir que en aquellas salidas, Mina y Tzuyu conversaban entre sí puesto que Yoo e Im estaban demasiado ocupadas hablando sobre otros temas de su gusto, o simplemente dándose amor como la mayoría del tiempo.

Y en otro lado, se podía encontrar a Sana y la menor de todas las chicas peleando como si no hubiera un mañana. En eso se basaban sus salidas, ya sea en alguna cafetería cercana o simplemente a un bonito parque cerca de la casa de Mina.

Unos días después, Nayeon obtuvo un doble ascenso en su empresa colocándose como la segunda jefa a cargo. Mina esa noche había quedado sorda de un oído por los incesantes gritos —o más bien chillidos— de su mejor amiga, la cual se calmó minutos después y prácticamente la obligó a ir a un restaurante para luego a tomar unos tragos en un bar cercano al día siguiente para poder celebrar correctamente. La japonesa apenada, tuvo que negarse.

Una muy despierta híbrida se encontraba a su lado examinándola con la mirada, casi exigiéndole con la mirada que iba a hacer mañana por la tarde. Eran las once de la noche y ahí se encontraban desafiándose con la mirada, ambas sin ninguna pizca de querer voltear la mirada.


Eso, hasta que Chaeyoung sopló en los ojos de la mayor haciéndola perder.


—¡Demonios, Chaeyoung! ¡Hiciste trampa! —Se quejó la mayor tallándose los ojos con enfado. Chaeyoung sonrió sentándose en la cama. La azabache la observó detenidamente, aquella camisa que originalmente era suya le quedaba ridículamente grande a pesar de que ambas parecían ser del mismo tamaño. —¿Qué tanto me miras? —Preguntó Chaeyoung. Mina gruñó y la otra rió. —¿A dónde vas? Escuché que hablabas con N-Nayeon...

—A ningún lado, duérmete Chae. —Mina murmuró dándose la vuelta para volver a dormir nerviosa. No hacía nada con intentarlo, la menor iba a molestarla el resto de la noche hasta que le contara todo.


Ahí empezaba, los bracitos definidos de la menor se enrollaron en su cintura, quedando las dos como unas cucharitas. La híbrida ronroneó en un intento de llamar su atención, pero no le hizo ningún caso. Chaeyoung deslizó su colita a través de la suave piel expuesta de sus piernas, causándole cosquillas, pero hizo lo posible para no dejar salir ninguna carcajada.

THE WILD KITTEN。 ── MICHAENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora