❝ ¿Cómo reaccionarías si un gato salvaje aparece en tu casa de la noche a la mañana?
¿Cómo reaccionarías cuando descubres que no es un minino normal? ❞
๑ 2O 12 2O17｡ ## 28 O7 2O19｡
» fluff, comedia, romance, slight angst, hybrid!chaeyoung｡
Ⓒ venusI...
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Era la hora de la cena, tocando las siete de la noche. Afortunadamente ya había pasado un buen rato desde que las dos chicas que invadieron su hogar habían tratado de matarse a arañazos y golpes con la mirada mientras Mina le pedía a todos los dioses no tener que llamar a una ambulancia por cualquier accidente.
Una inesperada tormenta se desataba en el exterior y a juzgar por la manera en que la lluvia caía furiosa, no pararía en un buen rato. Tal vez durando toda la noche, y eso no sonaba nada bien para Mina, corriendo despavorida a colocar ollas por todo el lugar intentando que no se hicieran grandes charcos en su casa.
Un suspiro salió de sus labios y se dio la vuelta a la cocina luego de revisar una vez más si había solucionado todas las goteras. Limpió sus manos en el delantal amarrado a su cintura y siguió cocinando la cena, algo indecisa si echarle un poco más de sal a la comida. Desde que vivía ahí solamente cocinaba para ella misma, siempre fue así.
Ni siquiera cuando iban sus amigas cocinaba. Simplemente pedía comida a domicilio.
Si tenía suerte, en el refrigerador le quedaría comida suficiente para máximo dos semanas, si es que la gata tonta no se metía a su cocina y se comía todo de un solo bocado. ¿Estaba exagerando mucho? Al parecer, sí. Mina suspiró y revolvió la comida en el sartén, esa gata tendría que comérselo a como diera lugar; estuviera demasiado salado o muy dulce. El que estuviera desagradable también contaba, aunque no hubiera posibilidad de que eso pasase.
La pelinegra no es precisamente una campeona del MasterChef Japón pero sabía lo que hacía a la hora de cocinar. No tenía ningún premio debido a su "esplendida cocina" pero no necesitaba de uno para hacer valer su deliciosa comida.
Aunque sí tenía un premio, y era por matemáticas. E incluso así es horrible en esa materia.
En el tiempo que llevaba viviendo ahí, afortunadamente no había quemado su cocina. ¡Era un orgullo! Sabiendo que sus artes culinarias no eran exactamente una maravilla. Aunque, bah. ¡Sabía que su comida era un poquito deliciosa!
