013. Sucia gata.

5.5K 711 296
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Mina estaba al borde tener un ataque cardíaco.

Y seguía sin encontrar a Chaeyoung.

Recorrió su hogar de arriba hacia abajo, dio vuelta a todos los muebles que pudo y se agachó en todas las mesas que habían. Incluso encontró posibles escondites, pero... ¡Sorpresa! En ninguno se encontraba su híbrida.

Se iba a terminar por arrancar sus bonitas uñas.


—Chaeyoung... ¿Dónde estás? —Mina murmuró y escondió su rostro entre sus manos intentando hacer el esfuerzo de recordar algo que hiciera molestar a la menor o algún lugar al que haya ido. Aunque esa opción la descartaba ya que no tenía otro lugar al que ir más que su propia casa.

Caminaba de un lado a otro, murmuraba cosas inentendibles mientras se mordía las uñas en desesperación. Sentía como las ganas de rascarse los brazos por los nervios se hacían más grandes y, por dios. Necesitaba encontrar a Chaeyoung como diera lugar.

El sonido de las gotas de lluvia golpeando contra el techo la desesperaban aún más. ¿Y si estaba allí fuera con tremendo diluvio? No se lo perdonaría nunca. Y entonces, abruptamente detuvo sus pasos y con rapidez se dirigió hacia las puertas corredizas que daban hacia el patio.


Y no pudo encontrar la maldición más grande para expresar lo que sintió.

El grito que pegó al cielo no fue ni medio normal.


Las puertas fueron abiertas con fuerza asustando a la tonta gata que se encontraba de lo más tranquila recostada en medio de la intensa lluvia como si aquello fuera totalmente normal. ¡¿No que a los gatos no les gustaba el agua?! ¡¿Qué tipo de broma de mal gusto era esta?! El corazón de Mina latía con intensidad por haber encontrado a la gata que la había llevado a la mismísima mierda, sin embargo su rostro comenzaba a enrojecer, y no era precisamente por verla.

—¡Chaeyoung! ¡Ve adentro ahora mismo! —Chilló demasiado molesta como para controlar su tono —que a fin de cuentas fue suave— pero la híbrida tardó un par de minutos en reaccionar, no corrió como si su vida dependiera de eso hasta que Mina le gritó por segunda vez. La japonesa no acostumbraba a gritar tan alto, pero estaba molesta. Muy molesta para variar.

THE WILD KITTEN。 ── MICHAENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora