THE WILD KITTEN｡ ── MICHAENG

066. ¿Estás de nuevo celosa?

Mina después de tanto tiempo junto a Chaeyoung aún no podía entender cómo se podía poner celosa por cosas estúpidas. Parecía que ese cerebro de maní no podía captar hasta ahora que era simplemente suya y no la dejaría. ¡Pero de verdad, a veces se pasaba de tonta!

Ambas estaban sentadas en el salón de sus pequeñas. Había un evento de conmemoración por el aniversario de la institución y sus hijas darían una actuación para los padres. ¡Por supuesto que no se lo podían perder! Habían sido las primeras en llegar y tomar asiento. Mina estaba tan emocionada viendo a Eunji practicar su baile en la esquina del salón mientras ella terminaba de coser una bonita corona de flores. Se sentía un poco nerviosa de estar ahí. Era su primera experiencia apoyando a sus hijos en el jardín. ¡Se sentía como toda una mamá experta!

También se sentía algo agobiada por la mirada que las otras mamás le regalaban. Ciertamente pensaba que estaban hablando cosas sobre ella, cosas malas. Colocándola nerviosa un par de veces pero su bonita princesa le hacía olvidarse de ello por segundos. Pero después de que escuchó —por equivocación— a la mamá de una de las amigas de su hija, no pudo evitar sonrojarse.

—Wah... estoy muy celosa de ella. ¿Cómo puede ser tan bonita? —Suspiró la mujer cosiendo una falda entre sus manos. Otra mujer a su lado le contestó. —Su hija es muy amable, espero que ella sea así también. ¿Crees que si le pregunto sobre consejos de belleza, me contestará?

La otra contestó a la par que golpeaba ligeramente su hombro. —Eso es muy descarado. ¡Pero yo también quiero preguntarle! —Mina rió por lo bajo para llamar a su hija. —¡Eunji! ¡Está listo! —La pequeña llegó como un tornado acomodando su cabellera. Le regaló una pequeña sonrisa y dejó que su madre colocara con cuidado el accesorio en su cabeza. Mina se agachó hasta la altura de su rostro y la peinó con sus dedos. —Estás muy bonita. —Tocó la punta de su nariz y ella rió con ternura. —Mami también está muy bonita.

Al final, nadie le preguntó nada. Mina corrió hacia el público buscando a su novia con la mirada después de dejar a Eunji detrás del escenario del teatro. Al encontrarla se dirigió rápidamente sentándose en el puesto que había guardado para ella. —¿Estás bien? Pareces haber corrido un maratón. —Sonrió y recobró la respiración que había empezado a faltarle. —Estoy bien, no te preocupes. Quería llegar a tiempo para verlas... ¿Pudiste arreglar el atuendo de Hana? —Pero la menor no estaba escuchando nada de lo que estaba diciendo la mayor. Estaba observando fijamente a un hombre que las veía dos filas más adelante, pero luego de unos segundos escaneándolo, se dio cuenta que miraba a su hermosa novia. —¿Estás escuchándome?

Mina se cruzó de brazos ante la nerviosa híbrida. Chaeyoung sonrió y besó sus labios rápidamente tomándola por sorpresa. —¡He-hey! ¡No hagas eso! —Su rostro se enrojeció lentamente y lo ocultó en el cuello de la rubia. Chaeyoung se sintió victoriosa cuando el hombro apartó la vista avergonzado, otra victoria para ella. —¿No puedo demostrarte mi amor? ¿Mhmm? —Mina negó. —No en la presentación de tus hijas, frente a todo el público.

—¡Pero no puedo resistirme! —Chaeyoung puchereó aunque la otra no pudiera verla. Pasó una de sus manos por el cabello de la mayor, Mina suspiró por el tranquilizador masaje. —No vayas a dormirte. —Dijo con burla. —¿Quieres ir al baño? —Preguntó Mina de la nada. Todos los colores se le fueron a la cara. —¿Para qué? ¡Oh no, mi amor! —Chaeyoung apretó su pierna y Mina se separó para verla.

—Para ver si te puedo encerrar ahí, me estás volviendo loca.

Chaeyoung rió. Todo el mundo tomó silencio ante el acto que se iba a presentar. Para la suerte de ellas, sus bebés salieron primero con un acto bastante normal del medio ambiente. Eunji era una bonita flor que danzaba de aquí para allá y Hana era una gota de agua que se balanceaba graciosamente haciendo reír a sus mamás. Mina estaba fascinada por los movimientos de la menor. ¡Parecía una bailarina con tantos giros que daba! Giros algo torpes, pero seguía siendo lindos.

La rubia observaba a su dulce gotita de agua balancearse como esos muñecos inflables del auto lavado. Su sonrisa era más reluciente que nunca cuando Hana la saludó efusivamente desde ahí arriba y ella no dudó en hacer lo mismo. Al terminar la primera presentación de ese día, se colocaron de pie para aplaudirles. ¡Chaeyoung iba a montarse encima de su silla para aplaudir y gritar más fuerte! Pero claro, ahí estaba Mina para detener sus locas ideas. ¡Era una aguafiestas!

Al terminar todo corrieron a buscar a sus niñas para felicitarlas. Levantándolas por los aires entre risas. —¡Lo hicieron genial! ¡Debí haberlas grabado! —Mina las abrazó con todas sus fuerzas casi sin darse cuenta que estaba sacándoles todo el aire. —Yo lo hice. Tienes a la novia más genial de todo el mundo, uhum. —Chaeyoung esperó su abrazo pero nunca sucedió eso. En cambio la japonesa la veía con la ceja alzada. —¿Por qué me miras así? ¡Incluso espanté a un señor viejo de coquetear contigo!

Mina abrió su boca sorprendida. —¿Por eso me diste ese beso, verdad? —La golpeó. —¡¿Por qué tienes que ser así de celosa?! —La menor se llevó una mano al pecho levemente ofendida. —Perdóneme señorita "nunca me pongo celosa" por mis actos tan inadecuados. ¡Eh! ¡Pero no negarás que te gustó!

—¡Sí le gustó! —Respondió Hana por ella. Chaeyoung la atrapó entre sus brazos y dejó besitos por toda su carita. —¡Ella no miente!

La mayor rodó sus ojos mientras caminaba de vuelta a casa con Eunji de la mano. Dejando a las dos tontas festejar detrás suya. —¡Heeeeeey! ¡No nos dejes atrás!