005. Tratos.

6.4K 826 148
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—¡Vete de mi casa ahora mismo!

Una escena para nada común se presentaba en la casa de Myoui Mina. La pobre gata que se apropió de la casa se encontraba bajo los muebles escondiéndose de las manos que intentaban tomarla sin éxito, introduciéndose más en el angosto espacio. —¡Meow! —Maulló al ver la mano de la otra y pensó que sería muy divertido molestarla. Rápidamente introdujo sus colmillos afilados en la suave piel de Mina. —¡Ay! ¡Gata mala! —Chilló atrayendo su mano con dos puntos rojizos y varios rasguños.

¿Ahora cómo haría para sacarla de su casa? Se negaba salir con todo lo que hiciera. ¡Ahora tenía un terrible debate mental consigo misma! Fácilmente podía llamar a rescate de animales, ¡pero este no era un animal cualquiera! Oh Dios. Y si no lo hacía, posiblemente la gata nunca la iba a dejar en paz.

¿Y si solo la cuidaba y ya?

Todavía no estaba del todo segura. Pero si no quería recibir más rasguños y mordeduras, no le quedaba de otra que recibir a la cosa en su hogar. —Está bien, tú ganas maldita bola de pelos. ¡P-pero deja de andar como si todo fuera tuyo! —Frunció el ceño molesta y poco convencida con su tonta decisión. —Ya veré que haré contigo, definitivamente NO te vas a quedar aquí toda la vida. —Enfatizó el "no"


La gata de pelaje negruzco salió de su escondite observando a la japonesa cruzada de brazos y el ceño fruncido. ¡Eran buenas noticias! —¿Me das c-comida? —En un segundo la muchacha estaba nuevamente frente a frente con ella y deslizó la mirada hacia otro lado, ¿por qué tenía que hacer... eso cuando estaban cerca? Esto iba a ser demasiado incómodo. Peor que tener un gato común.

—¿P-por qué no vas a la c-cocina? Anda. —Demandó con una gran sonrisa y luego maulló enfadada cuando Mina tomó su muñeca. —Tú no me mandas, ¿bien? Ahora, iremos a mi habitación para darte algo de ropa. Estás incomodándome mucho...

Tan rápido como lo mencionó, ambas se fueron hacia la habitación siendo la híbrida arrastrada por Mina; algo que iba a ser común al parecer. Mina no perdió el tiempo y empujó con delicadeza a la otra hacia el baño sin siquiera mirarla, cuando decía que le incomodaba, lo decía de verdad. Todo estaba pasando tan rápido que no sabía qué pensar, ¡iba a colapsar en cualquier momento!

THE WILD KITTEN。 ── MICHAENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora