014. Ya duérmete.

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—¿Chaeyoung? —Mina iba de puntillas por el oscuro pasillo intentando contener la respiración para no hacer tanto ruido por la hora. Eran pasadas las once de la noche y se suponía que ambas deberían estar durmiendo luego de haberse dado un buen baño por separado después de cenar. En pocas palabras, estaba muriendo de sueño y su censor de paciencia estaba alcanzando su punto máximo.

La verdad era que no soportaba cuando tenía unas enormes ganas de echarse a dormir y, no la dejaban. Así que para evitarse menos gritos y arañazos, trató de ser lo más delicada posible —como si eso fuera convincente — con la híbrida quien hace más de treinta minutos se había zambullido en su habitación

—Uhm Chaeyoungie... —Llamó en voz bajo mientras abría la puerta lentamente, aunque cerrando los ojos y maldiciendo por lo bajo cuando un chirrido salió de la nada. Bah, realmente no servía de nada.


Porque para Chaeyoung esa no era la hora de dormir. Más bien, era la hora perfecta para ir por allí molestando a su nueva compañera de habitación. ¡Síp! ¿No era eso típico de los gatos? Dormir todo el maldito día para luego molestar por las noches. Claramente la chica en su hogar coincidía con esa característica, e incluso con la mirada sorprendida y ofendida de Mina puesta en ella, seguía saltando en su cama con las plumas sintéticas de las almohadas volando por el aire.

Sí, el cuarto de la japonesa era un desastre. Otra vez.

Chaeyoung estornudó tiernamente al caer una pluma en la punta de su nariz, provocándole un cosquilleo muuuy molesto. Y detrás de ese estornudo vinieron unos cuantos más, muy continuos y al parecer sin querer parar, ¡era tan irritante! Sin embargo, en un rápido parpadeo, Chaeyoung terminó perdiendo el orden de sus pasos y se enredó con las sabanas acolchadas de la cama desordenada y al final, se cayó de cara.

—¡C-Chaeyoung! —Mina chilló en su rescate acercándose rápidamente para investigar si la chica de orejas puntiagudas estaba bien. Y entonces, una dulce y graciosa risa inundó la habitación de adorables colores. Chaeyoung reía como una loca, y Mina realmente pensó si lo era. Pero de solamente ver como la felina hacía supuestos ángeles de "plumas" en su cama, le hacía pensar que debía dejarla ser como era...

THE WILD KITTEN。 ── MICHAENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora