THE WILD KITTEN｡ ── MICHAENG

063. Las primeras palabras de Hwanjun.

Hwanjun no ha parado de decir "demonios" en toda la semana.

Mina está ligeramente preocupada por él y molesta consigo misma. Siempre estaba diciendo demonios para cualquier cosa; cuando no encendía el televisor, o cuando Chaeyoung hacía algo malo o también cuando el televisor no prendía por culpa de Chaeyoung. De cualquier modo, terminaba diciéndolo por todo y para todo, pero no podía controlarlo, simplemente fluía como el agua en un río y no podía detenerlo. Lastimosamente.

Chaeyoung por otro lado, se reía cada vez que escuchaba al pequeño decir aquella singular palabra. Ya sea balbuceando —incluso, la mayor había aprendido el balbuceo de la palabra—, susurrando, diciéndolo torpemente o gritando. Era increíble la manera en la que su cuerpo se tensaba y se volteaba a regañar al pequeño Jun en un intento de eliminar esa tonta palabra de su escaso vocabulario. —¡D-Dem-moñios! —Aplaudió con las palmitas de sus manos con alegría, feliz de hacer enojar a su pobre madre.

—Es increíble cómo puede reírse de ti, antes se reía de mí. —Sorbió falsamente. —Nuestro Hwanjun es tan inteligente, lo amo tanto. —Chaeyoung no debería haber dicho tal cosa, ya que los ojos de halcón estaban puestos encima suya. Y tal parecer que era un robot halcón, ya que parecía estar enviándole rayos láser con ellos.

—Oh, es taaaan increíble cómo no he podido aplastarte la cabeza con esto. —Alzó una olla, totalmente enojada. La rubia volvió a reír, solamente que por lo bajo. —Kim Chaeyoung. Deja de reírte por el amor a Dios.

—Tú ni siquiera crees en Dios, y todavía lo mencionas. —¿Es un mal momento para decir que ama echarle leña al fuego? Si la mayor hubiera sabido que incluso los híbridos felinos eran así de molestos, no se habría molestado en patear el trasero de la gata hace tiempo. No tendría que lidiar con un hijo con tendencias a enojarla, aunque sería prácticamente ilógico ya que no existiría Hwanjun, o Hana y Eunji.

Oh dios, esto se puso un poco triste.