"A TU LADO" (J. C. y Tu) When I Was Your Man 2

CAPITULO 47

NARRA _____:

____: El problema es que esta vez no quiero huir...(Digo con la esperanza de que mis palabras provoquen un efecto en él y hagan que se detenga, sin embargo parece que la suerte hoy no está de mi lado y lo único que hago es ver como se aleja cada vez más de mi)

Le ordeno a mi cuerpo que avance, que corra detrás de él y lo detenga pero parece ser que he sufrido una especie de cortocircuito y no puedo hacer nada más que caer de rodillas sobre la arena y romper en llanto.

¿Cómo es que siempre acabamos así? Sé que la mayor parte de las veces ha sido mi culpa, pero esta vez fue él quien decidió soltar la toalla y eso fue lo que más me dolió. Esperaba que esta vez confesara la verdad, que confesara que él lo sabía todo y si no me había dicho nada era por miedo a mi reacción, entonces yo le aseguraría que estoy dispuesta a enfrentar esto con él, que hablaríamos con Emily, arreglaríamos las cosas entre los tres y apuesto a que encontraríamos la manera de llevarnos bien y sobre todo le aseguraría que amaría a ese bebé tanto como si fuera mío. Sin embargo esta vez no solo lo ha negado como todas aquellas veces en las que hemos pasado por una situación similar, sino que esta vez se ha marchado sin siquiera luchar por convencerme, sin siquiera luchar por los pedazos que quedan de nuestro amor y honestamente creo que yo también comienzo a cansarme de esto.

Comienzo a cansarme de este círculo vicioso en el que se ha convertido nuestra relación, un círculo vicioso en donde no importa cuántas veces la vida vuelva a ponernos en el mismo camino, siempre vamos a encontrar la forma de separarnos, de escapar el uno del otro y siendo sincera no quiero esto para mí, ya no. Tal vez Héctor tenía razón y todas mis creencias sobre el destino no son más que un montón de estupideces a las que me he aferrado a lo largo de estos años. Estupideces que me hicieron creer que mi felicidad estaba al lado de Jos, cuando lo único seguro que consigo estando cerca de él no es más que dolor y un corazón roto, y por lo visto también es lo único que recibe de mí.

No tengo la menor idea de en qué momento ha comenzado a llover, pero por lo mojado de mi ropa y cabello, parecer ser que desde hace un buen rato. No hago el menor esfuerzo por moverme al fin y al cabo, ya estoy mojada. Lo único que hago es observar por unos instantes el lugar que ha sido testigo de tantos momentos que han marcado mi vida. Una parte de mí se arrepiente por haber citado a Jos en este sitio pero... ¿Qué mejor que ponerle fin a lo nuestro en el lugar donde todo comenzó?

Sin poderlo evitar mi mente viaja rápidamente a aquel verano en el que nos conocimos. Recuerdo que yo caminaba distraída de tal manera que termine derramando mi helado sobre él, le ofrecí disculpas y en cuanto mis ojos se encontraron con los suyos, supe que jamás podría olvidarlos. Estoy segura de que no fue amor a primera vista, en aquel entonces era muy boba e inexperta, y creo que aún lo sigo siendo, pero en ese momento algo en el fondo de mi me decía que aquel par de ojos color miel me acompañarían a lo largo de mi vida, inclusive hasta en mis sueños.

Sacudo la cabeza para dejar de pensar en todos esos momentos vividos, pero parece ser que mi mente también comienza a estar en mi contra y no hace más que viajar al pasado y atormentarme con viejos recuerdos.

Después de unos minutos decido ponerme de pie, miro al cielo y dejo que la lluvia bañe aún más mi rostro. Por unos instantes siento que esta lluvia no hace más que recordarme lo melodramática que es mi existencia, pero con cada segundo que pasa comienzo a ver a esta lluvia en un segundo plano y ahora pienso que no es más que una señal, una señal que me dice con cada gota que lo deje ir, por su bien y por el mío. Una señal que me dice que es mejor terminar todo y olvidar. Así que cierro los ojos con fuerza y le pido al cielo, a los astros, a Dios o a cualquiera que sea responsable de esta lluvia, que se lleve todos los recuerdos, todo este dolor y me ayude a olvidar.