Do Not Open [CNCO]

CAPITULO 4

Después de terminar de contar lo ocurrido, todos los chicos se quedaron en silencio.

Joel fue el primero en hablar:
-Creéis que era... Un... Fantasma?
Sus tres amigos asintieron rápidamente.
-No me cabe duda. Dijo Christopher mirando a Zabdiel y a Erick.
Estos dos estaban callados, mirándose las manos.
-Se lo tenemos que decir a Renato. Dijo Richard poniéndose en pie.
Eso hizo que Zabdiel le mirará directamente a los ojos.
-Decirle que? Que un fantasma a intentado matarnos a Christopher, Erick y a mi? Va ha pensar que estamos locos.
-Y que hacemos? Dijo Erick mirando con súplica a sus amigos.
Richard se agachó junto a él y le acarició el cabello.
-Que os parece dormir juntos esta noche? Así nos protegeremos unos a otros.
Todos los chicos estuvieron de acuerdo.

Una vez todos dentro de la cama de Richard, enseguida se quedaron dormidos.

A la mañana siguiente bajaron todos juntos a desayunar al restaurante del hotel.
-Buenos días! Dijo Renato al verles llegar.
Estos le saludaron y se sentaron en la mesa.
-Os pasa algo? No tenéis buena cara.
-No nos encontramos muy bien. Dijo Christopher agarrando su baso de leche.
-Estáis enfermos?
-Tal vez...

Normalmente Renato se hubiese reído de los chicos y les hubiese dicho que no se lo creía, que era imposible que todos enfermaran a la vez. Pero en ese caso era diferente, realmente se les veía mal.
-De acuerdo. Dijo en tono amable. Hoy os quedaréis todo el día descansando.
Los chicos le miraron sorprendidos.
-Puedes hacer eso? Mañana tenemos concierto.
-Haré unas llamadas, no os preocupéis. Además, mi prioridad sois vosotros.
Los chicos se levantaron de la mesa y abrazaron a su manager.
-Gracias.

Durante todo el día, los chicos estuvieron en la habitación de Richard jugando al monopoly.
Se habían calmado bastante, incluso Christopher y Zabdiel se atrevieron a entrar en su habitación de hotel y cambiarse de ropa.
Llegó la noche, y cada uno de los chicos se fueron a sus respectivas habitaciones a dormir.
-Como estas? Preguntó Zabdiel a Christopher.
Este estaba sentado en la cama, mirando hacia la cocina.
-Creo que bien.
-Quieres que durmamos juntos?
Eso hizo que Christopher mirará a Zabdiel.
-S-si, por favor.
Sonriendo, Zabdiel se metió en la cama junto a su amigo.
-No te preocupes, ya verás como no pasa nada.
Christopher inspiró hondo y cerró los ojos.

-Joel?
-Dime. Dijo saliendo del baño y encontrándose a Erick de pie en el pasillo.
-Crees que Zabdiel y Christopher estarán bien en esa habitación?
-Claro que si, no te preocupes.
-Si, pero y si eso vuelve?
-Erick...
-No Joel, si eso vuelve les va a atacar! Ayer no lo hizo porque estábais Richard y tu al otro lado de la puerta, pero te digo que la próxima vez lo va a hacer.
Joel suspiró y agarró a Erick del brazo.
-Te sentirías mejor si les digo a los chicos que se vengan a dormir con nosotros?
-Si.
-Bien, voy a por ellos.
-Yo voy a por Richard.
-De acuerdo.

Richard estaba tumbado en su cama, mirando hacia el techo.
Se sentía mal por sus amigos, quería ayudarles pero no sabía como.
Los conocía desde hace muchos años y jamás les había visto tan asustados y débiles como la noche pasada, incluso Zabdiel, que nunca tenía miedo a nada.

Estaba pensando en sus amigos, cuando de pronto sintió que empezaba ha hacer mucho frío.
Se llevó las manos a los brazos y empezó a frotarlos.
-Que frío...
Se levantó de la cama y agarró una manta.
Estaba volviendo a la cama, cuando derrepente escuchó una respiración tras el.
Rápidamente se dio la vuelta y miró al pasillo, no había nadie.
-Ho-ola?
Su corazón comenzó a latir con fuerza, estaba asustado.
Agarró el pomo de la puerta y la cerró de golpe encerrándose en el dormitorio.
Rápidamente se metió en la cama y se tapó con la manta.
De pronto se comenzaron a escuchar unos ruidos extraños, como arañazos.
Entonces se dio cuenta; estaban arañando la puerta del dormitorio.
Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo.
Agarró el teléfono y marcó el número de Christopher.
Estaba a punto de llamar, cuando escuchó que llamaban a la puerta principal.
-Richard, quieres dormir con los chicos y conmigo?
Era Erick.

De pronto, los arañazos cesaron y se escuchó una pequeña risa y unos pasos que corrían por el pasillo.
Entonces, el corazón de Richard dio un vuelvo; estaba yendo hacía la puerta, hacía Erick.

Se levantó rápidamente de la cama y abrió la puerta.
Todo el pasillo estaba a oscuras.
De pronto, asustando a Richard, Erick volvió a llamar a la puerta.
-Richard, estas ahí?
-Ya voy! Grito alto para que su amigo le escuchase.
Cerró los ojos, cogió aire y comenzó a atravesar el pasillo rápidamente.
Al llegar a la puerta, la abrió y se abalanzó sobre los brazos de Erick.
Este al ver que su amigo estaba temblando, enseguida se dio cuenta de lo que pasaba.
-Ha estado aquí, verdad?
Richard solo asintió con la cabeza mientras le abrazaba.

Christopher, Zabdiel y Joel estaban yendo volviendo a la habitación, cuando vieron a Richard y a Erick abrazados.
-Estáis bien? Preguntó Zabdiel nada mas llegar a su lado.
Al mirarles, los chicos vieron que Richard estaba pálido y tembloroso.
-Que es lo que ocurre?
-Ha vuelto. Dijo Erick con la cabeza gacha. Estaba en la habitación de Richard.

Los chicos abrieron los ojos de par en par.
-Hace cuanto ha sido? Preguntó Christopher a Richard.
-Co-como hace cinco minutos.
Sin decir nada mas, Christopher entró en la habitación de Richard.
-Christopher! Gritaron sus amigos entrando tras el.

Una vez todos dentro, intentaron encender las luces, pero estas no se encendían.
-Esto no es bueno. Dijo Joel.
Nada mas decir eso, la puerta se cerró de golpe asustando a los chicos.
Zabdiel intento abrirla pero esta no cedía, estaban atrapados.
-Abre la puerta! Gritó Joel.
-No puedo, esta atrancada!
-Chicos... Comenzó a decir Erick asustado. Podéis dejar de gritar?
Todos callaron de golpe.
Entonces escucharon una respiración entrecortada.
-Esta aquí.