Do Not Open [CNCO]

CAPITULO 30

-Zabdiel! Erick! Gritaban sus amigos mientras aporreaban la puerta.

Habían pasado cinco minutos desde que aquel fuerte golpe había sonado tras la puerta, y sus amigos no daban señal de vida.
-Dios mío. Dijo Christopher llevándose las manos a la cabeza.
(Estaban comenzando a pensar en lo peor...)
-No te preocupes. Dijo Richard pasando su brazo por el hombro de su amigo. Ya veras como no ha pasado nada.

Christopher iba a contestar, cuando de pronto la puerta se comenzó a abrir.
Al principio pensaron que eran sus amigos los que habían abierto la puerta, pero entonces una figura encorvada entró por ella sosteniendo una pistola. Hugo.
-Hijos de puta. Dijo tocándose la nuca con la mano libre.
(Los chicos se quedaron callados, observando como aquel tipo les miraba con odió mientras les apuntaba con la pistola)
-Estoy harto de tonterías. Siguió diciéndo Hugo. Mi paciencia se ha acabado.
(Sorprendiendo a sus amigos, Christopher dió un paso al frente)
-Donde estan Zabdiel y Erick?
-Lejos de aquí.-Dijo sin mostrar ninguna señal compasión.
-Como que lejos de aquí? Dijo Richard con auténtico terror en su voz.
(Hugo se comenzó a reír haciendo que un escalofrío recorriera el cuerpo de los chicos)
-No os preocupéis, enseguida os reunireis con ellos.
-Ah, si? Dijo Christopher preparándose para pelear. Ven aquí e intenta tocarnos, ya verás lo que ocurre.
-Christopher, Christopher, Christopher... Dijo Hugo dando unos pasos hacia ellos. De verdad que pensaba que erais mas inteligentes.
(Los chicos le miraron extrañados; sabían que estaba tramando algo)
De pronto, Hugo se detuvo a unos metros de ellos y sonrió.
-Buenas noches pequeños.

Nada mas decir eso, se acercó a la pared y pulsó un botón.
-No! Gritó Joel sabiendo de que se trataba.
Rápidamente, Hugo se dirigió hacia la puerta y la cerró dejándolos de nuevo encerrados.
-Que ocurre? Dijo Richard mirando a su alrededor.
Un extraño humo estaba comenzando a salir por el conducto del aire.
-Tapaos la boca! Dijo Joel mientras se llevaba las manos a la boca el mismo.
Sus amigos le imitaron y se llevaron las manos a la boca rápidamente.
Pero les fue en vano, porque al de unos segundos comenzaron a sentirse cansados.
-Tengo sueño... Dijo Christopher apoyándose en la pared.
Estaba sentándose en el suelo, cuando alguien le agarró del brazo y tiró de él poniéndolo de nuevo en pie.
-No te duermas. Dijo Joel mirándole a los ojos. Por favor, Christopher.
(Este miró a su amigo y asintió)
-Bien...

Un fuerte golpe les alertó haciendo que miraran a la derecha, donde Richard había caído inconsciente al suelo.
-Richard! Gritaron los dos corriendo donde su amigo.
Intentaron despertarle, pero este ya estaba totalmente dormido.
-Mierda... Dijo Joel apoyándose en la pared.
Al darse la vuelta, vio que Christopher también se estaba quedando dormido.
-Christopher...
(Este le miró a los ojos)
-Por favor, aguanta.
-No puedo. Dijo este cerrando los ojos. Lo siento Joel.
Y entonces cerró los ojos dejando a Joel solo.
Unos segundos después, este también cayó al suelo dándose por vencido.

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-Mira, parece que ya se está despertando.
-Menos mal, pensaba que estaba muerto.
-No digas estupideces Oscar! Los muertos no respiran.

Al abrir los ojos, lo primero que sintió que su cabeza le dolía muchísimo. Lo segundo, que estaba tirado sobre una superficie fría.
-Hola. Dijo una voz al lado suyo.
Con un gran esfuerzo, giró la cabeza y vio una figura sentada a su lado.
Cuando su vista se aclaro por completo, pudo ver que se trataba de una chica, de unos 23 años.
-Me llamo Peach. Dijo sonriendo.
-Do-donde estoy? Preguntó mientras intentaba incorporarse.
Una vez sentado, vio que estaba dentro de una jaula, en una especie de almacén.
-No lo se. Dijo la tipa encogiéndose de hombros. Yo llegué ayer.
(Extrañado, miró a su alrededor y vio que aparte de ellos dos, había mucha mas gente metida en diferentes jaulas)
-Como te llamas? Preguntó la tipa mirándole con pena.
-Zabdiel, me llamo Zabdiel.
-Encantada. Como he dicho antes, yo me llamo Peach.
De pronto, los ojos de Zabdiel se abrieron como platos.
-MIS AMIGOS! Dijo poniéndose en pie. Donde están mis amigos?
(Peach le miró extrañada)
-No lo se, aquí solo te trajeron a ti.
(Un fuerte dolor de cabeza hizo que cerrará los ojos y suspirara)
-Ejem, ejem! Dijo una voz tras ellos.
Zabdiel se dió la vuelta, y vio a un tipo mirándolos. Era afroamericano, de unos 26 años aproximadamente.
-Perdona. Dijo Peach sonriendo. Zabdiel, él es Oscar.
-Encantado. Dijo este extendiendo la mano. Por cierto, que edad tienes?
-20. Dijo Zabdiel mientras le correspondía el saludo.
-Vaya... Dijo agachando la cabeza. Eres muy jóven para estar aquí.
-Aquí? Dijo Zabdiel mirándole directamente a los ojos. Sabes donde estamos?
-Yo si. Dijo un tipo desde otra de las jaulas.
Los tres se giraron a la vez para mirar a aquel tipo. Este estaba a tan solo unos metros de ellos, dentro de una jaula junto a otras tres personas mas.
-Donde estamos? Preguntó Zabdiel sin importarle como sonaba su voz.
-No te va a gustar...
-Donde? Volvió a repetir.
-En Irak.
(Peach se llevó las manos a la boca mientras soltaba un pequeño grito)
-Que hacemos en Irak? Preguntó otro tipo desde otra de las jaulas.
(Aquel tipo se puso en pie para que todos le escuchasen alto y claro)
-Nos han traído aquí para ser vendidos.
-Que?! Dijo Zabdiel poniéndose también en pie. Pero, porque?
-Para ser esclavos.
-Y tu como sabes eso? Preguntó Peach enfadada.
-Lo escuché mientras me traían aquí. Mañana nos llevarán a unos cuantos fuera de aquí y seremos vendidos, jamás volveremos a ver a nuestras familias.
Todo el mundo comenzó a gritar y a pedir ayuda. Zabdiel sabía que eso era inútil, nadie les iba a ayudar.