Do Not Open [CNCO]

CAPITULO 12

-Vale. Dijo Joel sentándose junto a Erick en los asientos traseros del auto. Cual es la historia de la casa?
(El tipo les miró serio)
-Estáis seguros de que queréis oírla?
-Si. Dijo Erick. Necesitamos saber en que tipo de casa estamos viviendo.
-De acuerdo, pero quiero advertirlos de que esta historia es totalmente cierta, al 100%.
(Erick y Joel asintieron con la cabeza)
-No lo dudamos.
El tipo de dio la vuelta y se puso cómodo mirando a los chicos.

"En 1970 una mujer le regaló a su hija Donna, estudiante de enfermería y que compartía habitación con otra joven, Angie, una muñeca de la marca Raggedy Ann.
Contenta con el regalo, lo primero que Donna hace es dejar a la muñeca sobre su cama como adorno. Sin embargo, a los pocos días empiezan a suceder extraños fenómenos: la muñeca parece moverse sola, ya que cuando las dos regresan a la casa, se la encuentran en diferentes posturas, aparte de hallar mensajes aparentemente sin sentido como Help us (Ayúdanos), You miss me? (¿Me echas de menos? ) o Save Lou (Salven a Lou), como casualmente se llamaba el novio de Donna y el que mas usaba: I became (He vuelto).​

Aunque en un principio sospechaban que era una broma de algún vecino que se escondía en su habitación para asustarlas, deciden ignorar los sucesos hasta que estos van en aumento, por lo que acaban pidiendo los servicios de una médium que les informa que dentro de la muñeca está alojado el espíritu de una niña llamada Annabelle Higgins, la cual les pide que la acepten como una más.
Este hecho llama la atención de Lou, el cual al ver como Donna y Angie la tratan como si fuera humana, mira con desdén la escena a la que califica de "surrealista".
Al poco tiempo este tiene una pesadilla en la que alguien pretende estrangularle hasta que despierta y se encuentra con la muñeca a los pies de la cama, mientras que Lou mira extrañado unas heridas superficiales.​

Sin embargo la situación no parece terminar. Supuestamente las enfermeras escuchan ruidos desde su habitación, pero no encuentran a nadie, por lo que deciden contactar con un cura, el cual deja el caso en manos de dos parapsicólogos. Estos les comentan que no existe la tal Annabelle, sino que dentro de la muñeca mora un espíritu maligno que pretende poseer a Donna tras haberle dado permiso para que entrara en su vida. Finalmente optan por abandonar la casa y con ella a la muñeca".

Nada mas terminar la historia, el hombre vio que Erick y Joel estaban pálidos.
-Estáis bien?
-No. Dijo Joel mirando hacia la casa.
Sin decir nada mas, agarró de la mano a Erick y ambos salieron rápidamente del auto.
-Muchas gracias por contarnos la historia y por traernos, a sido usted muy amable.
-De nada. Dijo el hombre sonriendo. Por cierto, me llamó Enrique.
-Yo soy Joel y él es Erick, encantados.
-Igualmente, sois unos muchachos muy agradables.
-Gracias. Ahora si no le importa, nos gustaría irnos a dormir, son las cinco de la madrugada.
-Pues claro! Yo también me tengo que marchar a mi casa, mis hijos me esperan.

Nada mas irse, los chicos entraron en la casa.
-Hola? Dijo Joel en voz alta.
Al no recibir respuesta, miró a Erick.
-No me puedo creer que los chicos aún no hayan vuelto.
Erick se encogió de hombros y comenzó a subir las escaleras.
Una vez en su dormitorio, Joel se quitó la ropa y se metió en la cama.
No podía quitarse de la cabeza la historia que les había contado aquel hombre. Si aquella historia era real, los chicos y él estaban en verdadero peligro.

Estaba a punto de dormirse, cuando escucho la puerta abrirse.
Lo primero que pensó era que era la muñeca venia a matarle, pero cuando se giro para mirar a la puerta, vio que tan solo era Erick.
-Hola. Dijo este con una pequeña sonrisa. Puedo entrar?
-Por supuesto! Entra.
-Veras... Dijo entrando en el dormitorio. No paro de pensar en la historia que nos ha contado Enrique.
-Yo tampoco. Dijo Joel compadeciéndose de su amigo.
-Crees que es real?
-Creo que por desgracia... Si.
(Erick cerró los ojos y suspiró)
-Tienes miedo?
-Un poco, si.
-Yo también.

Joel se dio cuenta de que su amigo estaba intentando decirle algo pero no se atrevía.
-Que ocurre Erick?
-Nada. Dijo este agachando la cabeza.
Joel sabía que eso no era verdad, sabía que su amigo le ocultaba algo y que no quería decírselo.
-Erick... Si quieres puedes dormir conmigo.
Eso hizo que Erick levantará la cabeza y le mirará a los ojos.
-De verdad?
-Claro! Dijo sonriendo.

Rápidamente Erick se subió a la cama y se metió entre las sabanas de Joel.
-Gracias. Dijo poniéndose rojo.
(Joel se comenzó a reír)
-No tienes que tener vergüenza, no es la primera vez que dormimos juntos.
-Lo se. Dijo hundiendo la cabeza entre las sábanas. Pero es la primera vez que duermo contigo porque tengo miedo.
-Yo también tengo miedo, tal vez mas que tu.
-No lo creo.
-Yo creo que si, aunque no lo parezca realmente soy un gallina.
(Eso hizo que una pequeña sonrisa apareciera en el rostro del menor)
-Gracias Joel.
-Gracias porque?
-Por ser simplemente tu, por estar siempre a mi lado cuando nadie mas lo esta.
-No hay de que. Dijo tumbándose a su lado. Siempre voy a estar a tu lado, lo quieras o no.
-Quiero. Dijo Erick comenzando a cerrar los ojos.
(Joel sonrió y apagó la luz)
-Buenas noches pequeño.
-Buenas noches Joey.