CAPITULO 33

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Eran las 23:00 y Edward y Elizabeth aún no habían llegado.
-Crees que les ha pasado algo? Preguntó Richard mientras miraba por la ventana.
(Zabdiel se encogió de hombros)
-Espero que no, son nuestra única ayuda.
-Si. Dijo Richard dando un suspiro. Ese hijo de puta de Hugo se va a cagar.

(Zabdiel abrió los ojos de par en par)
-Hugo! Se me había olvidado.
-Pues a mi no. Dijo Richard escupiendo las palabras. Ese cabrón va a pagar por todo lo que nos ha echo.
-Si, sobre todo al pobre Erick.
(Richard miró a su amigo)
-Erick! Tu fuiste el último que le vio. Como estaba?
-Bien. Dijo Zabdiel sonriendo. Me salvó la vida dándole una paliza a Hugo.
-Ha! Me hubiera gustado ver eso.
-Si... La verdad es que el pequeñín tiene sus agallas.
-No solo son las agallas Zabdiel, recuerda que Erick tiene un demonio dentro, el de Annabelle.
-Dios, es verdad. Dijo Zabdiel llevándose las manos a la boca. Se me había olvidado!

Richard iba a contestarle, cuando vio por la ventana que un coche se estaba acercando.
-Ya están aquí! Dijo yendo rápidamente hacía la puerta.
Una vez fuera, vieron que Edward abría la puerta trasera del auto y sacaba a una persona en brazos.
Enseguida le reconocieron.

-Joel! Gritaron ambos desde el marco de la puerta.
(Edward y Elizabeth les habían prohibido salir a la calle, aunque tan solo fuera un paso)
Al ver que estos dos se acercaban junto a su amigo, sus caras se iluminaron de alegría.
Pero cuando estaban a tan solo unos metros, vieron que este estaba con los ojos cerrados.
(Su rostro de alegría se cambió por una mueca de preocupación)
Al verlos con preocupados, Elizabeth habló:
-No os preocupéis, solo esta dormido.

Al entrar en la casa, Edward llevó a Joel a una habitación y le acostó en una cama.
Al bajar al salón, se encontró a Zabdiel y a Richard de brazos cruzados.
-Y bien...? Dijo este último frunciendo el ceño.
-Y bien... Que?
-Que le ocurre a Joel? Preguntó Zabdiel.
-No lo sabemos. Dijo Edward dando un suspiro. Cuando le encontramos estaba escondido en una caja de cartón en un callejón, supongo que estaba huyendo de sus dueños.
-Dios... Dijo Richard cerrando los ojos. Pobre Joel, lo ha tenido que pasar fatal.
-Si. Dijo Elizabeth. Por eso es que hay que dejarlo descansar.
(Los dos asintieron con la cabeza)
-Entendido.

A la mañana siguiente, Joel estaba durmiendo cuando sintió que le estaban observando.
Poco a poco abrió los ojos y vio dos figuras sentadas en la cama mirándole fijamente. No pudo distinguirlos ya que las persianas estaban cerradas y la habitación a oscuras.
Del susto, abrió los ojos de par en par y dio un brinco chocando su cabeza contra una de las figuras.
-Au! Dijo esta llevándose las manos a la frente.
Entonces Joel se dio cuenta de quien se trataba.
-Zabdiel?
(La otra figura se comenzó a reír)
-Richard?
-Mierda Joel... Dijo Zabdiel tocándose la cabeza. Me as echo daño.
-Zabdiel! Richard! Gritó éste abalanzándose sobre sus amigos.
Ya que no veían nada, los se cayeron de la cama dándose un fuerte golpe.

Los tres estaban tirados en el suelo, cuando la puerta de la habitación se abrió y por ella aparecieron Edward y Elizabeth.
-Que se supone que estáis haciendo? Preguntó Edward al ver que los tres amigos estaban tirados en el suelo.
-Saludándonos. Dijo Richard mostrando una pequeña sonrisa.
(La pareja sonrió y miró a Joel)
-Que tal estas?
-Mucho mejor! Dijo sonriendo. Sobre todo ahora que estoy con mis amigos.

De pronto su rostro de felicidad cambió por una mueca de preocupación.
-Que ocurre? Preguntó Elizabeth agachándose junto a este.
-Erick. Dijo Joel en un susurro. No esta aquí, verdad?
(Miró a sus dos amigos y estos agacharon la cabeza)
-No, lo siento mucho.
-Tampoco esta Christopher. Dijo Zabdiel. Hoy van a ir a buscarles.

Al bajar al piso de abajo para desayunar, sus amigos le contaron a Joel que Edward y Elizabeth se dedicaban a salvar a los pobres chicos que la mafia secuestraba para venderlos como esclavos.
-Que bien. Dijo Joel mirando a la pareja. Deberían haber mas gente como vosotros en el mundo.
-Lo se. Dijo Edward sonriendo.
Al llegar al salón, vieron por la ventana que estaba lloviendo.
-Vaya. Dijo Edward encogiéndose de hombros. Creo que hoy va ha hacer mucho mas frío de lo normal.
(Al darse la vuelta, vio a su mujer y a los tres chicos frotándose los brazos)
-Hace mucho frío. Dijo Richard tiritando.
-Es normal. Dijo Elizabeth. Ya estamos en Noviembre.

Do Not Open  [CNCO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora