CAPITULO 5

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-Esta aquí. Dijo Richard con voz temblorosa.

Todo estaba en silencio, solo se escuchaba las respiraciones agitadas de los chicos. Por ellas se notaba que estaban aterrados.
A su alrededor todo era oscuridad, tanto que no podían ver a quien tenían al lado.
Zabdiel y Joel seguían intentando abrir la puerta, pero parecía que está había sido cerrada desde fuera.
Estaban perdidos.

De pronto, se escuchó el chirrido de una puerta al abrirse y unos pasos descalzos que caminaban hacía ellos.
Los chicos no sabían que hacer, estaban totalmente inmóviles y aterrados.
Derrepente, algo se chocó contra el pie de Christopher.
Este asustado, se agachó lentamente y lo recogió del suelo; parecía ser un trozo de pintura partida por la mitad.

Entonces, ocurrió algo que hizo que los chicos casi comenzarán a llorar como unos bebes.
Después de que Christopher recogiera el trozo de pintura del suelo, un fuerte grito retumbó por toda la habitación haciendo que los chicos se taparan los oídos con las manos.
De pronto, todas las cosas que habían a su alrededor comenzaron a moverse de un lado a otro, haciendo que algunas cosas chocarán contra el cuerpo de los chicos.

-Correr! Gritó Richard agarrando de la mano de uno de sus amigos y dirigiéndose al servicio.
Una vez dentro, metió a su amigo dentro y espero a que los demás entrasen, pero eso nunca sucedió.
De pronto, la puerta del servicio se cerro de golpe dejándolos a los dos dentro.
Richard solo podía escuchar la respiración de su amigo, que estaba a punto de estallar en llanto.
-Hey. Dijo agarrándole fuertemente de la mano. Estas bien?
-No... No estoy bien Richard.
(Era Zabdiel)

Como pudo, consiguió acercarse a él y abrazarlo con todas sus fuerzas.
-D-donde están los demás? Dijo Zabdiel mientas hundía su rostro en los brazos de Richard.
-No lo se, pensaba que nos estaban siguiendo...
-Tenemos que ir a buscarles.
-Si... Vamos.
Después de estar un rato buscando el pomo, por fin lo encontró.
-Zabdiel...
-Que ocurre?
-La puerta, no se abre.
-Que?
Entre los dos intentaron abrir la puerta con todas sus fuerzas pero era imposible.
-Mierda... Dijo Zabdiel comenzando a sollozar.

Entonces escucharon algo que les puso los pelos de punta; eran sus amigos, gritando.

-Ayuda! Gritaba Joel mientras unas lágrimas resbalaba por sus mejillas.
Estaba tirado en el suelo, a saber en que parte de la casa y con el pie dislocado.
Después de que Richard gritará algo que no llegó a entender, algo le golpeó en la pierna haciendo que se tambaleara hacia un lado para luego tropezarse y caer al suelo mientras que sus amigos salían corriendo.
Y ahí estaba, tirado en el suelo gritando del dolor mientras que todas las cosas a su alrededor seguían moviéndose solas.

Entonces escuchó un sollozo a tan solo unos metros de él.
-Erick?
Este no le respondía, solo seguía llorando.
Sin importarle nada mas, comenzó a arrastrarse por el suelo en busca de su amigo.
-Erick, no llores ya voy.

Unos minutos después, por fin consiguió llegar hasta su amigo.
-Ya estoy aquí. Dijo agarrándole de los hombros.
Nada mas tocarle, supo que algo no iba bien. Ese no era su amigo.
-Erick?
De pronto, este se abalanzó sobre Joel haciendo que los dos cayeran al suelo dándose un fuerte golpe.

-Joel! Gritaba Richard mientras daba puñetazos a la puerta.
Estaba escuchado como su amigo gritaba y él no podía hacer nada.
-Por favor Richard abre la puerta! Gritaba Zabdiel histérico.
Era normal, estaban escuchando como su amigo gritaba de dolor y de desesperación.

Joel estaba tirado en el suelo, gritado de dolor mientras que aquella cosa le golpeaba todo su cuerpo sin piedad.
-Por favor, para! Gritaba mientas unas lágrimas se derramaban por su cara.
Entonces esa cosa se acercó a su oído y le dijo en un susurro:
-Annabelle.

Joel se quedó paralizado al escuchar eso, no tenía idea de quien era esa tal Annabelle.
Entonces, como si por un milagro fuera, llamaron a la puerta.
-Chicos, estáis ahí?
(Era la voz de Renato)
Inmediatamente, esa cosa desapareció dejando a Joel tirado en el suelo.

-Renato... Dijo intentando gritar, pero tenía tanto dolor que apenas podía hablar.
Este, al escuchar a Joel llamarle, supo que algo iba mal... Sonaba débil, abatido.
Rápidamente se echó hacía atrás y se abalanzó sobre la puerta derribandola al suelo. Le daba igual lo que tuviera que pagar, solo le importaba sus chicos, y estos le necesitaban.

Nada mas echar la puerta abajo, vio que toda la habitación estaba patas arriba.
-Dios mio, que ha pasado aquí?
-Renato...
Miró hacia la izquierda y vio a Joel tirado en el suelo.
-JOEL! Gritó mientras corría hacia él.
Tenía heridas por todo el cuerpo y moretones en el cuello y brazos.
-Quien te ha echo esto? Dijo apenas en un susurro.
Joel solo le agarró de la mano y se la apretó.
-Estoy bien...

Renato miró a su alrededor.
-Joel, donde están los demás?
-N-no lo se. Dijo intentando incorporarse.

De pronto escucharon unos golpes provenientes del servicio.
Fueron hacia el e intentaron abrir la puerta.
-Chicos? Dijo Renato rezando por que estuvieran bien.
-Renato!!
(Era Richard)
-Gracias a dios, estáis bien?
-No! La puerta no se abre y a Zabdiel le esta dando un ataque de pánico.
Nada mas escuchar eso, Joel y Renato se miraron asustados.
-Apartaos de la puerta! Vamos a derribarla.
Unos segundos después se escuchó la voz de Richard.
-Ya.

Entre los dos, cogieron impulso y se derribaron la puerta abajo.
-Gracias a dios. Dijo Richard abrazando a Zabdiel, quien estaba tirado en el suelo hiperventilando.
Joel se agachó junto a sus amigos y se unió a su abrazo.
-Donde están Christopher y Erick? Preguntó Renato al ver que estos dos no estaban.
Richard y Zabdiel le miraron extrañados.
-No están con vosotros?
-No.

Sin decir nada mas, Renato salió corriendo del servicio.
-ERICK! CHRISTOPHER!
-AQUÍ!
(Era la voz de Christopher)
Corriendo, fue hacia la cocina e intentó abrir la puerta.
-Mierda! Dijo dándola una patada. No se abre!
-Date prisa. Escuchó decir a Christopher. Esta sangrando.
Nada mas escuchar eso, su corazón le dio un vuelco al pecho.
Volvió a retroceder y se abalanzó sobre la puerta.
Pero esta seguía sin abrirse.
-MIERDA! Gritó desesperado.

Se estaba preparando para volver a abalanzarse sobre la puerta, cuando de pronto esta se abrió de par en par.
Renato se quedó sorprendido, pero después se acordó de lo que había dicho Christopher y entró corriendo en la cocina.

Nada mas ver a Christopher y a Erick, fue corriendo donde ellos.
Estos estaban tirados en el suelo, llorando.
Rápidamente se agachó junto a ellos y vio algo que le dejo marcado de por vida.
Christopher estaba sosteniendo el pequeño cuerpo de Erick, mientras este intentaba mantenerle despierto. Tenía un cuchillo clavado en el abdomen.

-Dios mío. Dijo llevándose las manos a la boca.
Christopher no dejaba de llorar mientras tapaba la herida al menor, aún no le había sacado el cuchillo del abdomen.

Do Not Open  [CNCO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora