CAPITULO 32

990 96 16
                                    

-Hemos llegado. Dijo Edward bajándose del auto.

Richard se asomó por la ventanilla y vio que estaban enfrente de una casa enorme, con un precioso jardín.
-Richard? Dijo Elizabeth al ver que este se había quedado adentro del auto.
-Eh? Si, perdón. Dijo este abriendo la puerta y bajando del auto.
(Edward sonrió y comenzó a caminar hacia la entrada)

Una vez al lado de la puerta, Richard cerró los ojos y pensó. "Bien Richard, esta es tu última oportunidad. Aún puedes salir corriendo y huír de estos psicópatas".
Un fuerte ruído hizo que saliera de sus pensamientos.
Edward acababa de abrir la puerta de la casa.

-Me aburro. Dijo Zabdiel tumbándose en la cama.
Llevaba todo el día esperando alguna señal de Edward y Elizabeth, pero estos no habían dado señal de vida.
(Dio un suspiró y se tapó la cara con la almohada)
Odiaba no saber que estaba pasando.
"Habrán encontrado a alguno de los chicos?" pensó mirando al techo.
Miró el reloj de mesilla de noche y vio que eran las 22:00.
Estaban tardando mucho.

Llevaba media hora tumbado en la cama, cuando de pronto escuchó el sonido de la puerta al abrirse.
Habían llegado.

-Bueno, bienvenido. Dijo Elizabeth mostrando la entrada.
Richard miró a su alrededor asombrado.
Aquella casa era hermosa.
Una mano se posó sobre su hombro haciendo que Richard diera un brinco asustado.
-No te preocupes. Dijo Edward sonriendo. Ya estas a salvo.

Estaba observando la casa, cuando una fotografía le llamó la atención. En ella salían Edward y Elizabeth junto a una niña pequeña.
-Quien es? Preguntó señalando la fotografía.
Elizabeth se acercó a él y tomó la fotografía en sus manos.
-Es nuestra hija, Lucy.
-Donde esta ahora? Preguntó mirando a la mujer. Porque no esta con vosotros?
-Se la llevaron. Dijo Elizabeth agachando la cabeza.
(Los ojos de Richard se abrieron de par en par)
-Quienes?
-Los mismos que se han llevado a tus amigos, la mafia.
-Vaya. Dijo Richard arrepinténdose por haber preguntado. Lo siento mucho.
-No pasa nada. Dijo Elizabeth. Pasó hace mas de diez años.
-Por eso es que estáis haciendo esto, verdad? Por lo que le pasó a vuestra hija.
-Si, no queremos que nadie mas pase por lo que pasó ella.

Richard iba a contestarla, cuando de pronto escuchó una voz tras el.
-Ri-richard?
(Los ojos de este se abrieron de par en par)
Había reconocido la voz.
Poco a poco se dio la vuelta y se encontró a Zabdiel enfrente de el, llorado.
-Zabdiel... Dijo apenas en un susurro.
-Gracias a dios! Dijo este lanzándose sobre su amigo.
Al chocarse sus cuerpos, ambos perdieron el equilibrio y cayeron al suelo dándose un fuerte golpe.
-Au! Dijo Zabdiel llevándose las manos a la cabeza.
Richard se comenzó a reír y abrazó a su amigo.
-Te he echado de menos.
-Yo también. Dijo este cerrando los ojos mientras abrazaba a su amigo.
(Entonces miró a Edward y a Elizabeth)
-Muchas gracias.

---------

"El sol, la luna, la verdad"
"El sol, la luna, la verdad"
"El sol, la luna, la verdad"
"El sol...

-Cállate! Dijo una voz trás la puerta. O tendré que matarte.
(Una lágrima resbaló por la mejilla del menor)
Llevaba encerrado en una pequeña habitación tres días, sin ver la luz del sol.

Aquella puerta solo se habría dos veces al día, donde un hombre armado entraba junto a un plato de comida y un baso de agua.
Aparte de eso, Erick no tenía ningún contacto humano. Estaba encerrado en aquella pequeña habitación, solo, como si sería un monstruo.

Cada cierto tiempo, notaba como aquella cosa que tenía en su interior intentaba salir, pero él no le dejaba. Había aprendido a controlarse mediante tres palabras; "El sol, la luna, la verdad". Diciendo esas palabras varias veces, conseguía que aquello se relajase y dejará de luchar por salir.
En ese momento Erick estaba tumbado en el suelo, intentando controlarlo diciendo esas tres palabras.
"El sol, La luna, la verdad"...

Do Not Open  [CNCO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora