Bajo el cielo estrellado.

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Boruto estaba sentado en lo alto del tejado de su casa observando las estrellas que raramente aparecía en el cielo de konoha. Todas las constelaciones estaban alli.

-Ya se han dormido. -dijo Sarada subiendo al tejado de un salto y sentandose a un lado.

-No quiero perderte- dijo Boruto mirando al horizonte.

La uchiha se aferró a su brazo y acomodó su cabeza en su ombro.

-No lo harás- dijo por fin la uchiha en un silencio que solo duró unos segundos pero para él uzumaki fue décadas- Hablé con tu padre hoy.
-Con el viejo?
-Y con Kurama?
-Kurama?! - los ojos del uzumaki empezaron a brillar mientras miraban a los de Sarada- Como es?

La uchiha solo lo miró y dio una larga carcajada.

"Eso es lo que yo más admiro de ti "
Pensó la uchiha.

-Es solo un zorro naranja gigante y con nueve colas, nada mas. -explico

-Jooo. Sarada sabes como desilusionarme -Boruto volvió a mirar al horizonte y habló en tono serio que solo utilizaba en sus misiones- y que te ha dicho?

-Tu sueño es, en realidad una visión.

Al oirlo Boruto sintió como todo su cuerpo se erizaba antes de que empezara a llorar Sarada lo tranquilizó.
-Pero no es una visión exacta.
-Que quieres decir?

-Es más como una advertencia.

-Una advertencia?
-Vas repetir todo lo que yo digo o me vas a oir- preguntó enfadada.

-Lo siento- dijo su marido agitando las manos- continua.

-Estos sueños son como una forma de advertirte de que...
-Todas las personas que quiero corre peligro- completó el uzumaki.

-S-Si -está fue la primera vez que Sarada tartamudeó delante de su marido- Oye te dije que esperara que terminara la explicación!

-Tanto tiempo juntos me hizo saber todo lo que piensas mi querida Sarada.

La uchiha se calló al instante.

-Que tal si nos vamos a una mantaña vivamos alli y...
-No seas tonto- Le tiró de la barbilla e hizo que se girara hacia ella y viera esos hermosos ojos onix que tanto amaba- Desde cuando Boruto Uzumaki el hombre, que nunca huye de una misión va a huir de esta?

-Sarada...

-Cuando me proclamaron Hokage hice una promesa: 'Nunca abandonaré mi villa ni tampoco dejaré mi familia como segundo plano ' Lo recuerdas?

-Claro que lo recuerdo- el uzumaki dio una sonrisa típica de su familia- tú me la hiciste a mi.

Una entrelazó los brazos en la nuca del otro, juntaron sus frentes y Boruto le hizo la pregunta que siempre se hacían cuando se enfrentan a un problema muy grande

-Siempre juntos? -la uchiha solo sonrió y respondió- Siempre juntos.

Los dos se dieron un largo beso de lengua bajo aquél lindo cielo estrellado y de una luna llena y brillante que los alumbraba.

Por otro lado habia un rubio que miraba su esposa complacida por la recompensa le había dado por no poder ir a la pequeña excursión con Sarada.

La hyuga dormia placidamente pero el uzumaki no. Después de hacer el amor con su mujer el se quedó admirandola mientras dormia. Una idea le vino a la cabeza.

"Y si Kurama estuviera mintiendo?"

-Crees que soy un mentiroso uzumaki?
-Pienso que le has dicho eso de que no es una visión 100% precisa para reconfortarla

-Naruto Uzumaki no soy ningún mentiroso. Nunca le daría falsaa esperanzas a alguien que nos importa tanto.

-Asi que Sarada te importa?

-Callate.

-Mi viejo amigo Kurama no necesitas hacerte el duro.

-Que te calles he dicho!

Volviendo a la cima del tejado nuestra pareja se separaba de su largo beso y un hilo de saliva unía sus labios

-Te espero en la cama.- se teletransporta.

Boruto bajó del tejado y se fue directo a su habitación para encontrarse a su Sarada ya dormida.

-Supongo que hoy no será- se lamentó el uzumaki.

Él se quedó admirando la uchiha mientras dormia con una. Sonrisa en sus labios.

"No te preocupes Sarada. Yo te protegeré y evitaré este futuro tan sombrío que nos acecha. No permitiré que nuestra familia desaparezca."

El uzumaki se tumbó junto a ella y la abrazo por detrás acurrucandose en su espalda.

La uchiha, que estaba aún despierta le acarició la mano que rodeaba su cintura.

"Lo haremos Boruto. Ni yo ni nuestros niños moriran"

Y así termina este precioso caitulo. Nos leemos pronto.





Borusara:  nuestra familia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora