La delegada y Sarada

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El ascensor acababa de llegar a lo mas profundo de la prisión de Konoha. Sarada Uchiha se mantenía callada mientras la acompañaban por aquel pasillo blanco lleno de celdas solitarias.

Las celdas tenían sensores que bloqueaban el Chakra del prisionero, impidiendo que este usara sus habilidades.

-Oye no es arriesgado poner cristales en vez de barrotes?  - Era la primera vez que la matriarca Uchiha visitaba aquéllas instalaciones, para ella todo era nuevo y asustador.

"Hay más de cien personas aquí " 
Pensó la Hyuga mientras contaba las celdas con precisión gracias a su Byakugan.

-No te preocupes mamá- respondió la hokage sin girarse- estos vidrios pueden aguantar uno de tus puñetazos.

La pelirrosa trago en seco.

Llegaron al final del pasillo donde en el fondo de la celda estaba quién una vez fue una de las mejores amigas de la azabache. Sumire Kekei.

-Hola Sumire-san -saludó la hokage con generosidad.

Esta no respondió apenas se fue corriendo a por la Novena como una bestia hambriento que lleva varios dias sin comer y por fin vio un rosbif. Sumire echaba espuma por la boca mientras daba puñetazos en el cristal y decía.

-Como...te atreves...a quitarme mi Boruto-kun? Es mio me oyes MIO.

Sarada bajó la cabeza haciendo que la sombra de su pelo tapara sus ojos. Ella meneo la cabeza y dijo.
-Sumire, Sumire, Boruto no es tuyo ni de nadie. Él no es un objeto para ser propiedad de nadie-  ella levantó la cabeza con un Sharingan de tres aspas activado.

La delegada detuvo sus golpes y se quedó hipnotizada por aquellos rojos e imponentes ojos. Y la Uchiha habló mientras cambiaba su Sharingan común para su Mangekyo eterno

-Te pido que tengas cuidado. Ya sabes la diferencia de poder entre nosotras dos.

Al mirar directamente al Mangekyo de Sarada todo se volvio de color negro mientras ojos con Sharingan se abrían por todas partes; en frente, detrás, izquierda, derecha,  arriba,  abajo, en toda esquina habían Sharingan.  La delegada se cayó de rodillas con la mirada más perdida que antes.

Sarada se giro a sus compañeras, desactivo su doujutsu y empezó a explicar.

-Mientras luchábamos en el tejado noté que había un chakra extraño en su cerebro. En el principio pensé que solo era un genjutsu pero ese Chakra no era suyo.

-Para crear un genjutsu necesitas cambiar el flujo de chakra de tu enemigo-  argumentó Sakura.

-Exacto!- felicito a su madre y continuó explicando -Por eso creo que hay algo más ahí en la cabecita de nuestra delegada.

Ella hizo un gesto apuntando su dedo índice en su cabeza y luego se dirigió a Hinata- Suegra puedes echar un vistazo? 

Hinata activó su Byakugan y examinó el celebro de la chica.
-Si. Hay algo en su cabeza, pero no parece ser Chakra sino alguna sustancia.
-Veneno?  - preguntó Sakura.
-No, parece ser una droga. -constato la Hyuga.

-Quieres decir que la drogaron?  -indago la Hokage.

-Puede ser- Hinata analizó un poco más-  al juzgar por el daño que tiene su cerebro no es de ahora que se toma esa droga.
-Crees que es reversible?  - preguntó la azabache.

Hinata estaba a punto de soltar un rotundo no pero esta fue interrumpida por la pelirosa

-Eso no lo sabremos hasta hacerle los exámenes necesarios-  luego se dirigió hace su hija-  Hokage.

-Si? - la azabache no le regaño por llamarla con tal formalidad. Solo le interesaba lo que quería decir.

-Llevemosla al hoapital así sabremos lo que le pasa.

Sarada bajó la cabeza para pensarlo. 

"Es muy arriesgado.  El efecto del genjutsu podría desaparecer en cualquier momento pero es la única opción que tenemos"
La Hokage apretó los puños.
-Está bien- respondió- pero no vais solas.
Está dio un silvido y medía docena de guardias ANBU detrás de ellas

-Escoltad a las señoritas y la prisionera hasta el hospital de Konoha. No le quitéis un ojo de encima.

-Y tu no vas?  -preguntó su madre.
-Uno de mis clones acaba de informarme que el Nue fue engullido por una puerta ultradimensional.

-Boruto... -Dijo Hinata preocupada.

-Es por eso que tengo que comprobar si el está bien.

La pelirrosa y la Hyuga se miraron con cara de " no lo acepto " pero esa chica ya era toda una mujer y sabian que podía valerse por si misma, además quien les hablaba en aquel momento era Sarada la Novena hokage y no Sarada la excelente madre y esposa. Ellas sabian que no podian decir que no a la orden de la hokage, ni que fuera su hija o nuera.

-Y los niños?  -preguntó una abuela ojiperla muy preocupada por sus nietos.

-Ellos están bien- respondió-  están con Mitsuki. Él las está cuidando.

Una cara de alivio se formó en las dos abuelas.

-Dicho esto. Adiós.- se teletransporta

En otro lugar un rubio huía de las investidaa de la cola serpiente de una bestia feroz. El Nue.

Dentro de algunas horas subiré otro capítulo. Siento mucho haberme retrasado. Peeero como dije escribiré otro capítulo aún hoy.



Borusara:  nuestra familia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora