Borusara: nuestra familia

Los sentimientos de Mitsuki

En el salón del Hokage solo estaban Sarada y Boruto. Los dos acababan de despedirse de su compañero Mitsuki y ahora tenían un tiempo a solas para discutir qué hacer a partir de ahora.

-Oye Boruto.
-Si- respondió el Uzumaki que miraba el paisaje por la ventana.

-Por que no les dijiste sobre tu pesadilla?

-Simplemente no creí necesario.

-Pero podría ayudarnos a...

-Sarada... -la interrumpe- ... Solo quiero que lo sepamos nosotros y nuestros padres.

De repente el Uzumaki siente unos brazos femeninos  rodeando su cintura.
-Lo entiendo.

El rubio respondió con tan solo una sonrisa discreta -la azabache no podía verla porque estaba detrás del rubio pero sabía que esta  estaba allí.

A unos diez Kilómetros de allí estaba uno celda, en esa celda estaba una pelimorada con muchas dudas en su cabeza.

Esas dudas fueron dejadas a un lado al ver una figura pálida, de pelo blanco y ojos amarillos abrir su celda.

-Mitsuki-kun! -ella corrió y lo abrazó con fuerza- perdóname, yo no sé que hice cuando me desperté ya estaba aquí.

El peliblanco templaba: sus manos querían retribuir el abrazo pero su mente le decía para estar alerta. El conflicto entre lógica y sentimiento era nuevo para él.

-Has intentado ahorcar a Shikadae- le respondió de forma fría.

Al oírlo ella lo apretó aún más y cada vez le costaba más resistirse.

-Mátame -imploro entre llantos.

Esta vez sus brazos no resistieron y Mitsuki retribuyó el abrazo.

-No te mataré.- dijo con voz entrecortada, él intentaba evitar  lorar junto a ella. Una misión en la  que él también falló.

-Eres mi compañera, has crecido junto a nosotros,  por eso y más... No te mataré.

-Mitsuki-kun! -exclamó en llantos.

-Siento no haber ido a despedirme de ti aquella vez hace diez años. Quizá todo hubiera sido distinto.

-No la culpa fue mia, hubiera estado mejor no aceptar aquél trabajo y quedarme aquí contigo y los demás.

-Bueno al menos tengo la oportunidad de decirte algo que siempre le dice Sarada a sus  hijos y su marido...

-El que?

-Ya te lo advertí.

Las lágrimas y llantos dejan espacio a una sonrisa clásicos del pálido y unas risas muy sinceras de parte de la delegada.

Los dos se separan y juntan sus manos.

-E de irme. Todavía tengo trabajó que hacer.

-Está bien-  ellos se dan un breve beso y luego se miran uno al otro sonrojados.

-Me voy.

Antes de cruzar la puerta este se detuvo para escuchar un último mensaje de la delegada.

-Si ves que no hay más remedio.  Mátame,  por favor.

El peliblanco finge que no escucho nada y continúa.

-Pro-prométemelo - demasiado tarde, la puerta ya se había cerrado.

Hola a todos espero que este gustando la historia.

Que os parece que ponga el Mitsusumi?  Bien?  Mal? Comentelo por favor xD