—¡¿Esto es una broma, no?!—cuestionó Danna sin poder apartar la mirada del lugar.—No—respondió su novio abrazándola por la cintura y apoyando su barbilla en el hombro de la muchacha.
—Novio, esto es un edificio abandonado y encima está en ruinas—exclamó con sorpresa—Esto no puede ser tu lugar favorito, Christopher—se giró entre los brazos del chico y él rio.
—Ni siquiera lo has visto por dentro, novia—contestó sonriéndole.
—Pero, Chris. Sí ponemos un pie ahí dentro esa cosa se nos va a caer encima—el chico rio y besó su frente.
—No seas exagerada, la construcción no es tan vieja. Está abandonado pero de todos modos el interior no importa, no es ahí a donde vamos—anunció el chico apartándose de ella. Entrelazó sus dedos con los de su novia y luego tiró de ella para comenzar a caminar al interior del lugar en ruinas.
Danna lo siguió en silencio aún sin dar crédito a lo que estaban haciendo. Su novio realmente tenía que estar muy mal de la cabeza sí consideraba un edificio que estaba a nada de caerse su lugar favorito. Las paredes llenas de tierra solamente hicieron que su corazón latiera descontroladamente dentro de su pecho, tenía la impresión de que estaba metida en una de esas películas de terror que solía ver con Richard y que en cualquier momento una criatura extraña les saltaría encima para atacarlos. Sin embargo, Christopher parecía realmente saber lo que hacía. La condujo hasta un estrecho pasillo y tiró de una puerta de metal revelando una fila de escaleras.
—¿A dónde vamos?—preguntó automáticamente.
—Espero estés en buena forma mi amor, porque vamos a subir quince pisos—Danna lo miró con los ojos desorbitados y él rio al tiempo que tiraba de ella para hacerla subir.
Veinte minutos después de subir escaleras, volvieron a encontrarse con una enorme puerta algo deteriorada, pero no lo suficiente como para formar parte de inmobiliario del lugar, de hecho, parecía como sí alguien le diera mantenimiento de vez en cuando. Christopher soltó la mano de su novia para poder abrir la puerta, una ráfaga de aire helado jugueteó con el cabello castaño de Danna y ella lo miró automáticamente.
—¿Tengo que pasar?—preguntó mirándole.
—Pues claro—respondió simplemente.
Suspiró y luego atravesó la puerta. Se quedó estática contemplando el lugar en el que estaba. Se estremeció cuándo sintió los brazos de Christopher rodeando su cintura, los labios del muchacho se posaron en su cuello y Danna jadeó.
—Esto es...
—Este, es mi lugar favorito—señaló el muchacho—suelo pasar tiempo aquí con mis amigos, los conocerás mañana en la fiesta de mamá—anunció con media sonrisa.
—Es increíble—respondió la castaña esbozando una pequeña sonrisa.
Una larga extensión con focos atravesaba el lugar, a un lado una pila completa de macetas con flores de diferentes colores, una mesa con tres sillas descansaba debajo de lo que parecía ser una especie de techo y muchas, muchas plantas. Literalmente, ahí había un jardín completo.
—Mis amigos y yo lo acondicionamos para pasar el rato—rio—A que nadie se imagina que encima de un edificio en ruinas descansa esto—Danna rio.
—Definitivamente, no—Christopher volvió a depositar otro beso en su cuello y la chica se estremeció.—Basta, no hagas eso—protestó. Él soltó una risita divertida y volvió a besarla en el cuello.—¡Christopher!
—¿Te está gustando Loja?—preguntó él contra el oído de Danna.
La piel de la castaña se estremeció ante el roce del tibio aliento de su novio y sonrió.—Me encanta.
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HEY DANNA (LCDLP#2) |CNCO|TERMINADA.
FanfictionSegundo libro de la trilogía LA CHICA DE LOS PATINES. Libro uno: LA CHICA DE LOS PATINES. Libro dos: HEY DANNA. Libro tres: QUERIDA LEYRE. .-.-.-.--. Sí Danna Francis pensaba que iba a librarse de Christopher Vélez tan fácilmente, estaba muy equivoc...