El pulso de Camila se aceleró de inmediato apenas se percató que el taxi acababa de estacionarse en la entrada del fraccionamiento. Sentía la adrenalina invadiendo cada una de las fibras de su cuerpo y su respiración haciéndose más superficial con cada segundo que pasaba. Renato le había enviado un mensaje la noche anterior diciéndole que la esperaban en casa en punto de las siete de la mañana porque el tour se reanudaba y desde entonces no había dejado de pensar un solo segundo en su novio y en su hermana.
Su sistema nervioso se había mantenido activo toda la noche y le impidió dormir, así que tratando de ahuyentar su nerviosismo había pensado un sinfín de maneras de disculparse con ambos. Brooke le había dicho que no le diera tantas vueltas al asunto y fuera directo al grano pero sus nervios la traicionaban cada dos por tres. Rezó mentalmente un par de minutos, soltó un largo suspiro y le pasó un billete de veinte dólares al chofer antes de que él bajara para ayudarla con su par de maletas.
—¿Cam?—se giró de inmediato para encontrarse con el rostro amable de Lucy.
—Hola, Lucy—saludó la pelinegra ofreciéndole una breve sonrisa y tomando las astas de sus maletas con fuerza.—¿Te unes al tour?—la chica rio y luego negó de inmediato empezando a caminar juntas.
—Sólo vine para despedirme de mi novio y de los chicos—el corazón de Camila se estremeció de inmediato.—Y bueno, también para ver como siguen después de ayer...
—¿Ayer? ¿Por qué? ¿Qué pasó ayer? ¿Están todos bien?—cuestionó la pelinegra deteniendo su andar automáticamente. Lucy frunció los labios y soltó un pequeño suspiro.
—No. Dan se fue a la nueva pista ayer por la tarde—declaró la novia de Joel en medio de un suspiro nostálgico haciendo que el corazón de Camila volviera a conmocionarse.
Oh. Por. Dios. Su hermana se había ido. Un inminente sentimiento de impotencia y melancolía se instalaron en su pecho, soltó el aire de golpe y negó lentamente bajo la atenta mirada de Lucy.
—Claro, la pista...
—Pensé que lo sabías, Cami.—repuso la muchacha con el ceño fruncido.
—No, digo, sí. Pero...no pensé que fuese a irse tan pronto....—Lucy suspiró.
—Justo ahora ella y Axel deben estar en la nueva pista en Los Ángeles antes de volar a Nueva York con los Gladdiers....uhm, Joel me contó lo que pasó con ustedes, Cami....—la chica inspiró profundamente y la observó de nuevo.
—Creo que me tarde un poco en reaccionar ¿verdad?—Lucy le sonrió un poco.—Danna se fue y lo peor del caso es que lo hizo pensando que no quiero verla, al principio...eso fue lo que intenté pero al final de cuentas me ganó el cariño que siento por ella. Y ahora ya no puedo hacer nada porque ella se fue...
—Puedes llamarla—respondió la muchacha encogiéndose de hombros.
—Ni siquiera creo que quiera hablar conmigo, me desaparecí dos semanas y fui muy egoísta con ella...con mi hermana—la chica negó de nuevo.
—Vamos, Cam. No te des por vencida sin ni siquiera haberlo intentado antes. Danna es una buena persona y estoy muy segura que va a entenderte, intenta llamarla y habla con ella...
(...)
Danna rio apenas entró en la pista con los patines puestos en compañía de Gianna. La música resonaba en todo el lugar llenando el aire con la voz de Erick acompañada de las notas de una de las canciones de los chicos, luego la voz de su novio lo siguió y el corazón de la chica se estremeció en respuesta. Sonrió ante la voz de Zabdiel y se deleitó con la voz de Joel. Cantó en silencio junto a Richard y cerró sus ojos disfrutando de la canción e intentando no pensar demasiado. En ese preciso momento ellos tenían que está abordando un avión que los llevaría a México. Gianna la miró un segundo con una pequeña sonrisa y negó con diversión cuando encontró a Cesar caminando en dirección a ellas.
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HEY DANNA (LCDLP#2) |CNCO|TERMINADA.
FanfictionSegundo libro de la trilogía LA CHICA DE LOS PATINES. Libro uno: LA CHICA DE LOS PATINES. Libro dos: HEY DANNA. Libro tres: QUERIDA LEYRE. .-.-.-.--. Sí Danna Francis pensaba que iba a librarse de Christopher Vélez tan fácilmente, estaba muy equivoc...