C45: Pequeños momentos.

2.1K 173 26
                                    

—Esa definitivamente es la cosa más estúpida e irresponsable que has hecho en tu vida—le espetó Manuel apenas la puerta de la casa Horvat se cerró detrás de ellos con un portazo.

—¿Por qué? ¿Por defender a mis hijos?—preguntó entre dientes el hombre.

—Se suponía que tenías que persuadirla para que te contara, no gritonearle para nos echara de su casa casi a palos—se quejó Manuel cruzando sus brazos encima de su pecho.

—¿Y que querías que hiciera, Manuel? ¿Qué dejara que comenzara a despotricar en contra de los chicos? ¡Podrías haber esperado sentado! No iba a permitirlo.—se quejó de mala gana.

—Le dijiste a Marcelle Sáenz, la madre de Camila; que Camila era la hermana de Danna. ¿Cómo esperabas que reaccionara? No iba a precisamente a ofrecerte té y galletitas para decirte que sí ¿cierto? Fue su mecanismo de defensa, Renato.—Renato lo miró con el ceño fruncido.

—¿Por qué demonios tendría que tener un mecanismo de defensa?—inquirió tratando de sonar calmado.

—Porque estaba mintiendo. Mintió en todo. Y el hecho de que haya dicho que no quería a Camila cerca de los chicos, no lo dijo porque realmente lo sienta, Renato. Marcelle sabe que su hija no pudo encontrar un mejor novio y mejores amigos que ellos.—suspiró—esa solamente fue digámoslo de este modo, su armadura...

—¿Eso qué quiere decir exactamente, Manuel?—interrogó mirándole con una ceja enarcada.

—Eso quiere decir que la pusiste contra las cuerdas. Ese es el secreto de Marcelle Sáenz, pero supongo que ahora lo que pasará es que va a encerrarse en sí misma y no dirá nada a nadie...sólo a Camila y eso sólo sí la pobre chica tiene suerte y logra convencerla.—hizo una pausa—A menos de que por supuesto Marcelle tenga una gemela de alma noble que se apiade del sufrimiento de Cami...

—¡Brooke!—sentenció.

—¿Qué?

—Tú sólo sígueme, vayamos a casa que tenemos que hablar con Camila.—sentenció caminando con paso apresurado.

—¿Va a ir a decirle que es la hija de Marcus?—Renato rio.

—No, tengo una idea mejor...

(...)

—¿Cómo has estado?—preguntó la pelinegra sentada frente a Lucy. La chica la contempló un largo segundo y luego suspiró.

—Bien, todo...bien—respondió.

—Escucha, Lucy. Sé que las chicas dicen que no deberías estar aquí conmigo, porque abandoné al equipo y todo eso; y es muy probable que en este momento estén hablando con los chicos pero....—Lucy negó.

—No, está bien. A mí no me preocupa lo que ellos digan—sonrió un poco.

—El día de la presentación tuve la oportunidad de verlos bailar, han mejorado bastante, en serio—la halagó Melissa con una sonrisa que Lucy de inmediato correspondió.

¡Aquella era su mejor amiga! La misma chica con la que había compartido un montón de cosas. La misma chica que le había dado miles de consejos y la misma que la había ayudado en todo dentro de la pista.

—¿En serio la viste?—cuestionó con algo de emoción y Melissa asintió de inmediato.

—Lo que no comprendo es quién era la chica que bailó con ustedes, pensé que Danna era parte del equipo—la muchacha soltó un suspiro de frustración y jugueteó con el servilletero de metal que había en la mesa.

—Danna tuvo un accidente en uno de los entrenamientos, estábamos haciendo la flecha y se desmayó.—arrugó la nariz—se fracturó dos costillas y se abrió una ceja, el doctor Quinn dijo que tenía que estar fuera de la pista por lo menos un mes—Melissa la observó con una ceja enarcada y sonrió ampliamente.

HEY DANNA (LCDLP#2) |CNCO|TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora