— ¡Mamá!—el grito de Camila resonó en todo el lugar apenas entró en su casa y azotó la puerta dando a entender a cualquiera que estuviese a un kilómetro a la redonda que estaba totalmente furiosa.
— ¿Qué pasa? ¿Por qué pretendes sellar la puerta para no volver a abrirla jamás?—le espetó la rubia saliendo de la cocina con un delantal puesto, ese que decía "best mommy all around the world". La ironía era que Camila se lo había obsequiado cuando cumplió doce en una festividad del día de las madres.
—¿Qué demonios significa esto?—exigió casi lanzándole la carta arrugada.
Los ojos de la mujer observaron la arrugada y vieja hoja para después observar a su hija que permanecía con los ojos hinchados y rojizos.
—¿Cómo es que tú...?—negó levemente—¡Estuviste husmeando en mis cosas!—la retó.—¿Con que derecho abriste la caja de madera donde estaban estas cartas, eh?—Camila rio sin ganas y se cruzó de brazos.
—Con el maldito derecho que tú misma me otorgaste cuando decidiste quedarte callada, maldita sea—respondió la chica.
—¡No tienes ningún derecho a tomar mis cosas ni a hablarme así!—gruño la mujer.
—¡Tú tampoco tenías ningún derecho a mentirme, sin embargo lo hiciste durante veinte años! ¿Quién de las dos crees que está peor, eh?—se burló la pelinegra.
—Escucha Camila, yo no quiero que tú...
—¡No estás en condiciones para decir lo que quieres o no, quiero que me digas la maldita verdad de una buena vez!—farfulló cruzándose de brazos—En esta carta dice que no sabes de quién soy hija, sin embargo cuando yo te escuché decírselo a Brooke claramente dijiste que jamás podía enterarme que no era hija de Steve. ¡Eso no tiene sentido! Te contradijiste sola—exclamó furiosa.
—Sobre lo que dije...
—¿Por qué estás tan segura que no soy hija de Steve, eh?—exigió en tono mordaz.
—Tus ojos son iguales a los de Marcus....—Camila negó un poco.—...compartes una mancha de nacimiento con él...en la base del cuello...—el corazón de la chica se estremeció ante la mención de su mejor amiga.
—Cuando me dijiste que esa marca de nacimiento la había heredado de mi padre, siempre pensé que Steve la tenía...¿Por qué tuviste que hacerlo, mamá?—cuestionó con nuevas lagrimas bajando por sus mejillas.—¡Y todavía tuviste el cinismo de hablarle a Danna de su madre! ¡Tuviste el descaro de decirle que la habías conocido!
—Yo no sabía que Marcus era casado, te lo juro—Camila negó.
—No me jures nada, ya no me interesa y ya no te creo nada de lo que dices...el hecho de que tenga los malditos ojos iguales a los de Marcus Yuna estúpida mancha de nacimiento no significa que seamos familia....—susurró indignada.
—Camila, por favor...
—¿Por favor que, Marcelle?—estalló.—Me jodiste la vida desde antes de nacer, eras mi modelo a seguir porque siempre te consideré la mejor madre del mundo, hasta el estúpido delantal que tienes puesto lo dice, le dije a mi novio que quería ser igual que tú, porque habías sido una mujer que amó con su vida al hombre con el que se casó, pero ahora...lo único que quiero hacer es luchar para no ser igual que tú en un ningún maldito sentido, porque mientras tú te divertías de lo lindo y jugabas a la adolescente enamorada con el padre de Danna, una mujer en casa estaba pasando el tiempo con su hijo esperando por su esposo...
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HEY DANNA (LCDLP#2) |CNCO|TERMINADA.
FanfictionSegundo libro de la trilogía LA CHICA DE LOS PATINES. Libro uno: LA CHICA DE LOS PATINES. Libro dos: HEY DANNA. Libro tres: QUERIDA LEYRE. .-.-.-.--. Sí Danna Francis pensaba que iba a librarse de Christopher Vélez tan fácilmente, estaba muy equivoc...