—Prométeme que vas cuidarte—pidió Renato mirando a su hija,
—Sí, papá. —respondió ella ofreciéndole una pequeña sonrisa para tranquilizarlo.
—Qué vas a obedecer a Cindy en todo lo que ella diga—Danna lo miró un breve segundo.
—Sí, papá.
—Qué no te desvelarás porque mañana tienes una competencia importante y el descanso es fundamental—agregó de nuevo.
—Sí, papá—repitió la muchacha con una sonrisa burlona.
—Qué vas a tener tu teléfono siempre contigo porque te llamaré apenas lleguemos a Argentina—Danna asintió un poco.
—Sí, papá.
—Mucha suerte, amor. Cindy prometió grabar la competencia para poder verte desde dónde estemos, de esa manera no nos perderemos la competencia—la envolvió en un cálido abrazo y Danna rio.
—Gracias, papá. —murmuró en respuesta.
Cindy, Melanie y Evan miraron fijamente a los muchachos despedirse de Danna. La entrenadora tenía que admitir que eran una familia sumamente unida, que esos hombres la amaban muchísimo y que en enserio Danna era una chica muy afortunada por tenerlos.
Podía recordar la primera vez que la había visto en la casa hogar, sentada detrás de uno de los contenedores de basura, con las piernas pegadas al cuello y lágrimas en los ojos. La pequeña Danna Silvetti que ella conoció cuándo cumplió once ya no existía. No quedaba ni un solo rastro de ella. En su lugar, Danna Francis, una hermosa chica con chispa juguetona y mirada traviesa había resurgido literalmente de entre las cenizas. La chica desprotegida y sin familia, ahora tenía una familia –algo disfuncional- que la amaba con locura.
—Estaba empezando a cansarme de ese jueguito de "si, papá"—se burló Richard un segundo antes de abrazarla fuertemente—Mucho éxito, niñita—Danna rio brevemente y luego lo soltó.
—Mucho éxito, princesa—abrazó a Erick de inmediato y él besó su mejilla cariñosamente.
—Gracias, cubano—ambos rieron y finalmente se separaron.
—Ya sabes que nosotros te deseamos todas las cosas buenas del mundo, Dan—comentó Zabdiel junto a Camila.
—Y que en serio nos hubiese gustado verte patinar. Pero bueno...estoy completamente segura que vienen muchas competencias más y vamos a estar ahí apoyándote—añadió Camila en dirección a su mejor amiga justo antes de que la castaña se tirara a sus brazos.
—Te quiero mucho, Dan. Confío mucho en ti y estoy muy seguro que vas a hacerlo increíble—inquirió Joel con media sonrisa—Voy a enviarte todas las buenas vibras—agregó cuándo ella lo abrazó con fuerza.
—Gracias, Joelo—el chico rio y los nervios de Danna se dispararon por todo su ser. Los ojos del ecuatoriano se posaron en ella y él simplemente lo hizo.
Sus brazos se envolvieron en cuerpo de la muchacha provocando que sus piernas y su corazón temblaran de inmediato. Danna cerró sus ojos disfrutando al máximo de la loción del chico que se colaba por sus fosas nasales, suspiró entre sus brazos y Christopher sonrió.
Le encantaba saber que era él quién provocaba todo eso en ella.
—Ellos ya te dijeron todo lo que yo pude haberte dicho, pero sé que vas a romperla porque eso es lo que tú sabes hacer, muñeca—Danna sintió ganas de llorar y Christopher la abrazó con más fuerza sintiéndose capaz de romperle una costilla a la pobre chica.—Te quiero mucho—¡Iba a desmayarse!
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HEY DANNA (LCDLP#2) |CNCO|TERMINADA.
Hayran KurguSegundo libro de la trilogía LA CHICA DE LOS PATINES. Libro uno: LA CHICA DE LOS PATINES. Libro dos: HEY DANNA. Libro tres: QUERIDA LEYRE. .-.-.-.--. Sí Danna Francis pensaba que iba a librarse de Christopher Vélez tan fácilmente, estaba muy equivoc...