HARASSED BY LOVE ❤ (CNCO)

👑Volverte a ver I💖

-"Me dice te amo, te quiero y te adoro; y yo le contesto tu eres mi tesoro"- by Sebastián Yatra

*Bianca*

Me desperté deshecha, apenas había dormido. En los pocos momentos en los que había conseguido conciliar el sueño había tenido pesadillas. No recordada lo que había soñado, pero sabia que tenía que ver con Chris.

Estaba sentada en el borde de la cama, llorando con amargura. El día, que había empezado tan bien, no podía haber terminado peor.

Me sequé las lágrimas y me miré en el espejo del baño. Estaba horrible: pálida y ojerosa. No iba a conseguir nada llorando. Saqué mi preciosa maleta rosada con negro, la coloqué sobre la cama y empecé a vaciar el armario. Por alguna razón sentía que una angustia, como si hubiese perdido algo más.

Me di una ducha rápida, me vestí con ropa cómoda y abrigada. Tenia un polo blanco sin mangas, un pantalón Jeans y un abrigo de lana. Al fin y al cabo, no tenia ticket de avión para regresar a casa y no sabia a qué hora saldría el siguiente vuelo. Quizás tenia que pasarme gran parte del día tirada en un asiento del aeropuerto... y antes de eso tenia que coger un taxi para llegar al aeropuerto que quedaba un poco lejos.

Chris observó desde la sala como dejaba la maleta en el recibidor y me despedía de Ashe que esta confundida, no entendía  por qué me marchaba.

Cuando Chris fue a mi país a conocerme, me temblaron las piernas como solo lo había hecho él cada vez que miraba.

Me sentía como en una nube por fin me decidí regresar a casa. Casi no podía creer lo que sentía. Ashe disfrutaba hablar conmigo todos los días.

Chris observó desde la sala como dejaba las maletas en el recibidor y me despedía de su madre, su abuelita y de Ashe, que no entendían el porque me marchaba. Llevaba un polo blanco que me resaltaba el color de mi piel, un pantalón alto negro, un abrigo de pelo de oveja y unos tenis blancos.

Se puso de pie al verme entrar en la sala.

—Buenos días, Chris.
—Buenos días. Sientate, por favor.— murmuró señalándome al sofá color granadillo que había detrás de él.
Negué con la cabeza.

—Si no te importa, preferiría hacer esto lo más rápido posible. Me vengo a despedir y...

— No te vayas.— me ruega con los ojos dándome un fuerte abrazo.— Por favor, Bianca, te ruego que te sientes y escuches lo que tengo que decirte.

No sabía que hacer. Quería marcharme cuanto antes de allí. Me sentía avergonzada por lo sucedido ayer. Sentarlo a escucharlo no haría sino empeorar las cosas. Me costaría separarme de él.

— Si cuando termine de hablar sigues queriendo marcharte no te lo impediré.— dice

¿Qué demonios?¡No quería marcharme! Lo miré necesitada de él, quería besarlo pero mi puto orgullo no me lo permitía ¡Deja de ser orgullosa! Es que no puedo los celos me matan.

— Por favor...— me dice señalando al sofá.

Resignada me senté. Se me partía el corazón no estar cerca de su cuerpo sintiendo el calor de sus besos, no tener sus ojos marrones mirándome sin parar, sus labios tocando suavemente los míos, sus suaves manos acariciando mi piel, lo extrañaba aunque estábamos a unos metros.

—Me... me gustaría pedirte perdón... — lo mire a los ojos pidiendo que no siguiera con esas palabras.— No me mires así, Bebé... ¿Tanto te extraña? Creó que después de verte así ayer, digo después de estar lejos de ti ed lo menos que puedo hacer. Me equivoque al no decirte que me reuniría con aquella chica. He pasado la noche entera pensándote y no me gustaría perderte.