HARASSED BY LOVE ❤ (CNCO)

La noche 1/2

-"La luz vendrá a devolver todo lo que la oscuridad se robó"- Ariana Grande.

*Bianca*

Me había levantado después de un rato de dormir. Me siento un rato en la cama, observo la puerta abierta, me levanto y camino a las escaleras.

Escuché a Chris hablar por teléfono y me devuelvo a la habitación. Estaba descalza, olvidé que en el suelo habían regados unos cuatro cojines amontonados cerca de la puerta. Me tropecé con uno y caí al suelo.

¡Mis bebés! Grité mentalmente mientras aterrizaba de forma poco dolorosa.

Más rápido de lo que hubiese podido esperar, Chris cerró sus cálidos dedos alrededor de mi muñeca y me inmovilizó con mucho cuidado.

"Amor, ¿te has hecho daño?" —, pregunta con tanta ternura.

OMG! Había olvidado su voz tan masculina, erótica y francamente estimulante.

Mis sentidos estaban alborotados, miré hacia arriba y ...

Bueno... Para ser sinceros lo primero que vi fue su gran marcado miembro. Mis mejillas ardían. Después de todo como no podía verlo si estaba frente a mis ojos. Y además con semejante tamaño.

Se arrodilló a mi lado con mucha ternura, me apartó el cabello del rostro y buscó una posible herida.

"Bianca, ¿te has hecho daño?" — pregunta.

Miré con mucha atención su cuerpo quien me pedía a gritos que lo tocara.

"Te he preguntado si te has hecho daño" — dice con autoridad.

"No, amor".

Me quedé mirando su bello y perfecto torso. Pensaba en las formas que podía provocarle placer infinitamente.

Mi entrepierna empezó a latir y mis ganas de cruzar las piernas son inevitables. Debo calmar la excitación. Necesito hacerle el amor a Chris.

"Yo...yo" — susurré — "Te deseo, Chris".

"Te amo" — se acercó y tiernamente tomó mis manos entre las suyas, las llevó a sus labios besándolas con delicadeza y cariño.

Relamí mis labios y mire nuestras manos unidas. 

“Es tan lindo, tan especial.”

Le sonreí y él me besó. Nos quedamos unos minutos mirándonos sin decirnos nada. Estábamos sentados en el suelo.

— Chris yo...

— No digas nada — me detuvo, colocó sus manos en mi rostro y levantó mi cara — El pasado pisado.

Me levanté del suelo, miré a Chris.

"¿Quieres bailar?"

"Bebé, no hay música" — se levanta, se acerca a mi, toma mi mentón con sus dedos y me besa."Cantaré para ti"

"Perfecto"

Me tomó por la cintura acercándome más a él. Hundí mi cabeza en su hombro respirando su rico aroma. El recostó su cabeza sobre la mía entonces beso mi frente.

"No te escucho cantar"

Él río.

— Baby, baby, are you listening? Wordering where you've been al my life I just started living Baby, are you listening? — alejé mi cabeza de su hombro y lo miré a los ojos — when you say you love me Know I love you more, When you say you need me Know I need you more Girl, I adore you, I adore you — besé sus labios y me susurra — I adore you.

El momento no podría ser mas perfecto todavía, recordé que tenía que verme con Joel, acordé con su madre para cenar.

— ¿Quieres salir en una cita conmigo? — pregunta.

— Chris! Tengo planes para hoy sabes que la madre de Joel me invitó a cenar.

No dijo ni una sola palabra. Delicadamente me alzó completamente, mis pies no tocaban el suelo. Rodeé mis piernas en su cintura. Él puso sus manos en mi trasero y rozaba su erección contra mí. Comencé a besar su cuello, podía ver como sus vellos se erizaban y soltaba cortos gemidos. Fue arrodillándose y suavemente me bajó recosándome sobre el suelo. Me besó con ternura y podía sentir su amor recorriendo cada parte de mí. Eso era Amor.

— ¿No puedes posponerlo? — pregunta.

— No lo sé.

Con toda la delicadeza y toda la calma del mundo me quitó la blusa de tirantes. Beso mis pechos que quedaron al desnudo y un gemidos salió de mi boca. Hizo que me sentara. Sus dedos rozaban mi desnuda espalda y mandaban corrientes de excitación por todo mi cuerpo. Me recosté nuevamente sobre el suelo. Solo llevaba el pantalón corto que traía. Él se despojó de su T-shirt, podía ver cada uno de sus tatuajes. Recostó su cuerpo sobre el mío y sentir su piel helada contra la mía.

Todo era tan despacio, tan pasivo y delicado. Era perfecto. Nos tomábamos el tiempo para recorrer cada parte del cuerpo de cada uno y le hacíamos el amor a cada parte, a cada centímetro de nuestra piel al alcance.

¿No le haré daño a los bebés? — su voz se escuchaba agitada como si hubiese corrido un maratón.

Tranquilo, a ellos no les pasará nada amor — respondí, lo dudó un segundo.

Tomó mis pechos en sus manos mssajeándolos. Gemí de placer. Se llevó un pezón a su boca y lo besó. Bajó sus besos hasta mi ombligo, continuó bajando hasta mi pantalón y lo retiró dejándome en bragas. Las quitó, me miro y beso mi clítoris con delicadeza, abrió más mis piernas y comenzó a darme sexo oral. Subió a mis labios y me besó con lujuria. Introdujo sus dedos en mi vagina y ahogué gemidos entre sus besos y caricias.

Dejé de besar su boca y fui tras su cuello mientras él continuaba tocándome. Me acerqué a su oído y susurré:

— Ahora es tu turno — le dije al oído — Te haré él amor, Chris.

Me dí vuelta quedado encima de él y de su erección que rozaba contra mi clítoris. Comenzó a rozar nuestras partes y besé su boca. Bajé a su cuello recorriendo cada parte de su cuerpo, mis besos llegaron hasta su parte baja. Tomé mi erección entre mis manos y comencé con movimientos de arriba hacia abajo. Lo llevé a mi boca otra vez.

Sus gemidos se escuchaban, me tomó del cabello y haló gimiendo con aún más fuerza y excitación. Subí a sus labios besándolos con suavidad  saboreándolos. Me subí a su regazo y rocé su glande contra mi clítoris mientras lo besaba. Me tomó por los cabellos y haló haciéndome soltar un gemido, acomodó mi vagina en su pene. Nos volteamos ahora él estaba encima de mí.

Nos separamos y me miró con ternura como siempre me había mirado, asentí autorizándolo hacer conmigo lo que se le antojara, relamí en un chasis mis labios y lo besé. Levantó un poco mi trasero y fue penetrándome lentamente. Me embestía y solté un pequeño gemido de dolor. Se detuvo por unos minutos para asegurarse que esté bien.

Sigue — susurré.

Se mordió el labio inferior levemente mientras me penetraba otra vez. Besé su cuello. Continuó embistiéndome cada vez más y más fuerte haciéndome soltar grandes gemidos.

Comenzó a penetrarme con más fiereza, unas gotas de sudor bajaban por su frente y caían en mis pechos.

— Continúa — dije entre dientes.

Continuó hasta que soltamos un gemido llegando al clímax. Dejó de penetrarme dejando caer el semen sobre mi abdomen. Se dejó caer en el suelo con la respiración agitada. Me recosté sobre su pecho sudado y lo abrazó.