- La traición por parte de amigos es algo terrible de pensar -
*Joel*
Había invitado a Bianca a casa esta noche antes de las fiestas, ya que mañana ella vendría aquí a quedarse unos días. Estamos cenando, estábamos mi madre, mis hermanos, Bianca y yo. Estábamos disfrutando una excelente cena juntos.
Mi madre me había dicho que saldría con los chicos a visitar a una amiga de ella y de camino ir donde mi padre para que los chicos pasarán un momento con él. Ella se había ido y nos quedamos solos, Bianca y yo.
Ahora, estábamos recostados en el sofá, conversando.
¿Ponemos una película? — propuso Bianca — ¿Now you see me?
Bueno — Sonreí — de acuerdo.
Apenas habíamos visto cinco minutos cuando inicio la película, cuando ella se levantó del sofá para buscar algo.
No sabía como ocultar que ella me volvía loco con esos pantaloncitos cortos que llevaba, deseaba follarla salvajemente.
Ella volvió en unos minutos y yo me levante del sofá. La cogí de la cintura y la besé. Nuestras lenguas se entrelazaron deseosas de alcanzar más partes de nuestros cuerpos. La agarraba fuerte. Sentía mi miembro erecto bajo el pantalón. Le acaricie los glúteos para que notará con su abdomen la dureza de mi pene.
Por un momento, pensé que no era correcto, pero al instante nos pusimos más cachondos. Todo mi cuerpo pedía sexo y no lo había experimentado. Todo yo era sexo.
La cogí por las nalga para sostenerla contra la pared. Sus pantalones se subían un poco más. No parábamos de besarnos y acariciarnos, aumentando la intensidad. Ella empezó a palpar mi pene por encima del pantalón. Yo le acariciaba sus senos. De repente, bajé los tirantes de su blusa con tanta energía, que también se quitó el sujetador. Sus pechos quedaron al descubierto. Paré por un segundo. La miré fijamente, y comencé a lamer uno de sus senos. En ese momento, ella me frenó.
Joel... para, para — dice intentando apartar su cabeza.
¿Ahora? Bebé, solo quiero perder mi viginidad contigo. Además quiero follarte hasta perder el aliento, ¿cómo lo hacemos?
Ella se separo de mí y se puso de rodillas para hacerme un oral. No estuvo mucho rato ahí, llegué enseguida.
¿Te ha gustado? — me pregunta.
Claro, cielo. Pero aún no hemos terminado la noche, ¿verdad? — dije confiando en escuchar un no.
Mmm... No, vamos a la habitación — dice — Ese beso que me diste en el hospital, fue algo maravilloso. De verdad pensé que eras tú mi novio y no Chris.
Sí, lo sentiste especial es porque fue de alguien especial — le dije mientras le agarraba las nalgas con mucha fuerza y la apretaba a mi cuerpo — Bianca, tu me gustas, me gustas mucho. Aunque seas novia de Chris tengo que pecar porque soy humano y porque te amo.
Joel, yo... yo estoy confundida, no sé a quien amar, no sé de quien soy — me dice besándome — Creo que yo también te amo, no lo sé.
Subimos las escaleras mientras miraba su trasero, estaba cometiendo pecado pero era un pecado que quería pagar. Al subir las escaleras la agarro por un brazo y la comenzó a besar.
Abrió su boca, saboreando mi lengua. Sentí sus labios húmedos sobre los míos, acaricié su cuello y sentí el deseo en todo mi cuerpo.
De pronto me sentí culpable pero ese sentimiento de culpa duró exactamente lo que tarde en volver a abrir los ojos y entonces de pronto pensé que podía volar. Me sentí super atractivo y ya no sudaba ni me apretaba la cintura del pantalón.
Entramos a la habitación y nos sentamos en la cama todavía besándonos.
"Siéntate encima de mí" Le dije dulcemente al oído.
Se sentó encima de mí frotando ligeramente mi sexo contra el suyo, acercándome a su cuerpo con un abrazo. Nuestros besos aumentaron su velocidad y las manos de uno apretaron el cuerpo del otro como si soñarían ser uno solo.
"Oh, Bianca" gemía mientras sus labios se hundían en mi cuello.
Era insoportable sentir mi pene crecer bajo su sexo, sentirlo duro junto a su vagina y no introducirlo de inmediato en ella pero esa ansiedad irresistible que sentíamos en ese momento aumento.
Aún llevábamos la ropa puesta pero para lo que quería necesitaba desprendernos de muchas cosas. Desabroché con las dos manos mi cinturón, después el botón de mis pantalones y baje la cremallera. Había dejado caer mi pantalón.
Bianca me estaba quitando el polo negro que tenía, yo le quitaba su polo blanco y desabrochaba su pantaloncito corto. Deje caer sus pantalones al suelo y se quedó en ropa interior.
Llevé una de mis manos a su vientre, colocándose luego dentro de sus bragas y acariciando su clítoris para introducirse con rapidez en su vaina completamente complacida.
Había liberado a mi dedo aventurero de su interior y mi mano se hallaba acariciando uno de sus pechos, mientras con la otra desabrochaba de manera muy hábil su sujetador.
Le acaricié suavemente el cabello y le pedí que me lo chupara, sin dudarlo metió mi pene en su boca, comenzó a lamerlo y masajear con su lengua. Tenía la mirada perdida en el techo solo gimiendo de placer.
Se dejó llevar y comenzó a acariciar todo mi cuerpo mientras su boca hacia lo suyo. Ella se levantó.
Joel, recuestate — me ordenó.
Me empujó a la cama. Tomó mi pene en sus manos, se sentó sobre mí y lo introdujo en ella. Se movía suavemente. Sus manos estaban sobre mi pecho, su cabeza estaba hacia atrás, gemía de placer.
No sabia que hacer.
Vamos muévete — dice besándome el cuerpo.
Se bajo de mí y me observó. Me levanté, la cogí, acercándola hacia mí. No podía creerlo. La incliné penetrando su vagina, una y otra vez, con una velocidad y fuerza buena para alguien que lo hacía por primera vez. Impulsaba mi cuerpo sin parar, con mis manos posadas en ella, yendo hacia delante luego hacia atrás, la tenia completamente dominada, se encontraba sumisa.
Mis testículos chocaban con sus piernas en cada penetración, cada vez más fuerte para volver a introducirlo y ella no dejaba de estremecerse. Lo introducía una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez...
Recosté mi cuerpo lleno de sudor sobre ella y la dejé inmovilizada, comencé a mover mis caderas en todas las direcciones haciendo su cuerpo disfrutar, ya no podía moverse. Comencé a introducir y sacar suavemente mientras lamía su espalda y ponía mis manos por todo su cuerpo.
Había eyaculado dentro de ella, mucho y me masturbaba más al ver sus nalgas se frente a mí. Me corrí en su espalda.
Mierda, Joel — dice levantándose rápidamente. — ¿Eyaculaste dentro de mí? — dice asustada y yo asiento. — Está bien, tranquilo continuemos.
Le di un beso en la boca y cuando ella esperaba otro le puse un dedo en señal de silencio. Entonces le di un beso en el cuello, luego suavemente otro en los pechos y seguí bajando.
— Tengo que irme, esto ni debió pasar Joel.
Se puso sus prendas y sé fue. Me quede con las ganas de poder amarla.
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HARASSED BY LOVE ❤ (CNCO)
RandomSi la vuelves a ver la mato, no puede ser que sigas sintiendo algo por esta chica que ni siquiera tiene derecho de estar en tu corazón. - Mi amor, no quieras hacerme enojar, sabes como soy y lo que puedo hacer ¿no quisieras que le pase nada a tu qu...