Aún estaba inseguro de lo que le había pedido Hanh, él continuaba junto a mí en la oficina mirándome con atención, dijo que los conseguiría, ¿seré capaz de enviarla sola a otro lugar?, lo veía difícil a menos que decidiera irme con ella y dejar todo atrás, pero tampoco podía dejar todo así como así, era un egoísta y un cobarde, no me atrevía enfrentar a mi familia ni a nadie, ella era mucho más valiente que yo, y me lo ha demostrado en más de una oportunidad, no solo en el momento en que enfrentó a miles de nosotros usando este uniforme, sino que por el hecho que ha visto morir a casi toda su familia en sus brazos y quizás todos los que vivían en Polonia también lo estaban, poco a poco los Podolsky han sido eliminados, pero por lo menos quería saber que había salvado por lo menos su vida.
Estaba atento mirando por la ventana, sentía tanta pena, tanta lastima por esos seres humanos que día a día se matan trabajando a las afuera con las condiciones climáticas que fueran, quería ayudarlos y salvar a toda Europa de la destrucción de los respectivos países, y entonces lo pensé, solo una cosa podía acabar con esta guerra y con esta masacre por toneladas, aniquilar a Hitler...
ISABELLA PODOLSKY
En esta casa tan grande vivía una judía ocultando sus peores temores e inseguridades, aquí habitaba el ser el humano más repugnante que allá existido jamás...
Estaba sola, en medio de esta enorme casa, mire esto era tan imposible como el solo hecho que todo lo que estaba aquí y lo que sucedía a los adentro era real, estaba enamorada del enemigo y del hombre al cual tanto me había negado, lo había juzgado desde el día que lo conocí, y ahora él esta dispuesto incluso de enviarme lejos con tal de salvar mi vida y que deje de sufrir frente a esta guerra y a todos los acontecimientos políticos que todos los días éramos expuestos.
América... sonaba como un sueño, tan lejos, pero a la vez tan cercano, ahí si sentiría y gozaría la verdadera libertad, ahora no, estaba encerrada en medio de una enorme casa, no podía hacer lo del resto, no podía darme el lujo de salir y caminar tranquilamente por las calles de Holanda, no se me era permitido simplemente salir y tomar un tren rumbo a Polonia y saber más de mi familia, nada de lo que deseo y anhelo se me es permitido, ya he perdido suficiente como para continuar perdiendo, no puedo pero adoraba y amaba la idea de irme para siempre de este continente, pero el pecho y corazón se me aprieta cada vez que pienso que deberé dejarle atrás, que él no se irá conmigo, sino que nos reuniremos unas vez que la guerra haya finalmente terminado, me es imposible de imaginar, ¿qué pensaría mi hermano?, Abraham pensé en él, estaba solo y había perdido al amor de su vida, solo deseo lo mejor para él y que Yahvé lo acompañe más que nunca, él necesita de su cuidado y protección, mis pensamientos fueron interrumpidos cuando escuché que una llave se introducía en la cerradura y la voz de una mujer se hacía presente, todos mis sentidos se pusieron en alerta, deje la escoba que llevaba entre las manos en un costado de la cocina y corrí tan rápido como me permitieron los pies a la puerta en donde se encontraban las provisiones evitando hacer el menos ruido posible y luego corrí la pequeña puerta en la pared e ingrese ocultándome de quien fuese que nos visitará esa persona no podía saber de mi existencia, ni menos que yo era judía.
—no sé encuentra en casa —escuché hablar a la mujer.
—mamá, lo más probable es que Theo se encuentre en el campo —comentó una voz masculina, ¿Quiénes eran?
—me aseguraron que todos los días a esta aquí y a esta hora —le contó al hombre quien lo acompañaba.
Tenía que irme de aquí, lo más rápido posible, no podía continuar exponiendo su vida, si alguien merecía vivir era él, no yo.
Escuché la puerta principal cerrarse, pero el temor que me invadía aún no lo podía dejar ir, decidí quedarme ahí donde estaba, no quería exponer a nadie ni nada, maldecía al vecino que vivía unas cuantas casas más allá de esta, esto era horrendo, jamás estaría tranquila, no aquí donde la guerra cada día es más fuerte y poderosa, Hitler se estaba encargando de hacer mi vida miserable y aún sin conocerle me bastaba para odiarlo, desde que este acontecimiento bélico inicio solo he querido algo, y jamás lo he anhelado con tanta fuerza, quiero ser libre, nada más que eso, antes no lo había querido entender, pero es ahora y cuando más que nunca valoro lo que se me ha dado y las oportunidades que se me han presentado, he sido una mujer con mucha suerte, ¿cuánto más dudaría esto?, suspiré, y no podía dejar de pensar en salir y estar afuera, no se oían voces, ni ningún tipo de ruido, salí de mi escondite y caminé hasta la sala, con la cabeza gacha, estaba triste y destrozada, ya había sido suficiente por lo menos para mí.
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Amor Entreguerras
أدب تاريخيAño 1939, inicio de la segunda guerra mundial... Él un teniente alemán perteneciente al partido nacional socialista, ella una judía escapando de las garras de Hitler, pero, ¿qué sucederá cuando estas vidas se crucen?