Capítulo 29

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El día de hoy amaneció soleado.

 El brillo del sol me recordó tu cabello y casi pude ver tu sonrisa. 

Temo que se vuelve a oscurecer.

Adrián


Stefan se tomó su tiempo antes de salir de su escondite. Sentía el regusto amargo de lo que acababa de presenciar. Adrián permaneció de rodillas viendo como la mujer que amaba lo dejaba.

Ayudo a Adrián a levantarse y paso un brazo por sobre su hombro para ayudarlo a caminar.

—¿Lo viste?

Stefan no quiso responder.

—Recuerdo que una vez yo estaba en tu lugar y tú en el mío. Esa noche me dijiste que estabas enamorado, esta noche te diré que tengo el corazón destrozado. Ella me lo quito para romperlo en mil pedazos.

—Pude que no lo parezca pero se volverá más fácil con el tiempo.

—¿Dejara de doler? ¿Desaparecerá este sentimiento maldito?

Podía mentirle, decirle que sí, pero considero que ya tuvo suficiente de mentiras. ¿Dejaba de doler? Algo. ¿Desaparecía el sentimiento? No, pero Stefan fue capaz de mirar las cosas desde otra perspectiva.

—¿Qué paso con esa chica?

—Amaba a otro.

—Lo siento —por un momento pensó en decirle que ese era él, probablemente no lo recordaría a la mañana siguiente.

—No es tu culpa. No lo es.

Adrián dormito durante el camino. Lucho para abrir la puerta y no dejar caer el cuerpo de su amigo. Una vez adentro lo acostó en el sofá.

***

Adrián vio que Stefan se metía al baño, aprovecho para ir hacia su pequeña cocina y buscar su licor que guardaba. Se sirvió en un vaso y lo levanto en el aire antes de tomarlo.

—A tu salud, damita.

—Adrián deja eso, ya bebiste suficiente.

Adrián se movió alejándose de su amigo.

A veces me entrego, a tu dulce veneno —comenzó a cantar— que abraza mi pecho y mi espalda y destruye mis besos... a veces quiero y no puedo, me faltan tus besos...

—Adrián, por favor, déjalo.

—¿Por qué? De esta forma me siento bien —esta vez tomo de la botella directamente—. A veces te encuentro detrás de mi espejo y estas para burlarte de todo lo que siento...

—Mañana estarás mejor —susurro Stefan—, ahora duele demasiado ¿no?

***

Para excusa de Stefan, no era un buen madrugador y por tanto no tomaba las mejores decisiones por la mañana.

Madeline lo bombardeo con preguntas sin darle tiempo a contestar una. La impidió seguir hablando cubriendo su boca con su mano.

—Anoche fuimos a un bar, hablamos de todo un poco, incluida Lise. La estábamos pasando bien, conocimos unas chicas, gemelas, muy guapas.

—¿Eso es relevante? —pregunta ansiosa.

—Solo escucha. Estábamos bailando y en eso se nos aparece Lise, bueno, a Adrián más concreto. No pude escuchar lo que le decía, pero estaba furiosa. Intercambiaron unas palabras antes de que ella se fuera. Adrián la siguió. Solo te puedo decir que él la quiere demasiado mientras que Lise no le corresponde de la misma manera.

Si me amas no me hierasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora