La lluvia se sintió diferente, bajo todas mis barreras o quizás fueron tus palabras.
Lise
Adrián trato de prestar atención y por cuarta vez volvió a distraerse, su cabeza no quería cooperar. Se sentía perdido sin saber a dónde ir. Era una suerte que su jefe fuera tan comprensivo.
Un brazo se enlazo con el suyo haciéndolo tropezar. Se giró para sonreírle a la causante.
—Las chicas dicen que te ves guapo, incluso ahora —Madeline sonrió con complicidad—. En serio, las escuche en el baño.
Reunió fuerzas para seguirle el juego. —Chicas listas.
Su intento fue patético, pero agradeció que su amiga fingiera no notarlo.
—Hoy vamos a tener mucho trabajo. En esta época del año tenemos que trabajar doble turno, pero las propinas abundan. Esta vez ahorrare para irme a tomar a un bar y conocer a un hombre atractivo.
Adrián volvió a trastabillar. La miro asombrado. —¿Bar? ¿Hombres?
Madeline se rio de su cara. —Reaccionaste. Me alegro.
—Los preocupo demasiado, ¿verdad? Pero en verdad estoy bien.
—Si Stefan estuviera aquí sabría que decir o hacer. Extraño sus ocurrencias.
—Te prometo que todo volverá a ser como antes.
Trato de sonreírle para que fuera más creíble, lo cierto era que no iba a poder ser el mismo pero haría lo que fuera para cumplir su promesa.
Madeline pareció meditarlo por unos segundos. —Prométeme que si nos necesitas nos llamaras, para eso está la familia.
—Los amigos son también familia.
Reconocieron su voz al instante. Madeline fue la primera en girarse. Nadie pudo prever el siguiente movimiento de la chica.
Stefan no se lo espero.
Madeline lo golpeo con todas sus fuerzas. La tierna y dulce Maddie había golpeado a otra persona.
Stefan se froto la mejilla.
—Supongo que me lo merecía.
Con lágrimas recorriendo su rostro, volvió a asestarle un golpe, pero más suave que el anterior.
—Pedazo de idiota. Te fuiste. Preferiste irte antes que hablar con nosotros.
Adrián la tomo por los hombros para alejarla. Le dio una palmada en la espalda a Stefan antes de abrazarlo.
—Nos preocupaste, pensamos que huías de una ex novia acosadora.
Madeline esquivo la mirada.
—Que puedo decir las vuelvo locas —metió las manos en sus bolsillos.
—Es bueno tenerte de vuelta.
—He vuelto a casa.
Stefan paso un brazo por sobre los hombros de sus amigos.
—Deja de llorar Maddie —apretó a la chica en un abrazo de un brazo.
Entraron a la cafetería sin separarse. Renato, que los había visto atravesó de la ventana, los esperaba con una mesa preparada. Abrazo con fuerza a Stefan.
—Te ves bien hijo, sea lo que sea que estuviste haciendo te hizo bien. ¿Por qué te fuiste sin avisar? ¿Fue por alguna chica?
Stefan soltó una carcajada.
—Me fui porque lo necesitaba, aclarar mis ideas, descubrir que es lo que quiero hacer. Si bien una persona fue la causante, ahora le estoy agradecido.
Renato sonrió conocedor.
—No sabes lo feliz que me hace escucharte hablar así. Has cambiado.
Stefan señalo a Adrián.
—Creo que te he ganado. Me queda muy poco para obtener mi título. Mientras estés en un hospital casi todo el día yo voy a estar en una oficina con una guapa secretaria. Tendré vacaciones en donde mi secretaria me acompañara por motivos de trabajo, por supuesto.
Adrián fingió sorpresa.
—¿Cambiar? Yo te veo igual de egocéntrico y mujeriego.
—Se llama envidia amigo.
***
Stefan aprovecho para acercarse a Madeline cuando los dejaron solos.
—¿Qué le paso a Adrián? Él sí parece otro.
Madeline jugueteo con la servilleta.
—Tantas cosas. Lo único importante ahora es mantener alejada a Lise. Lo único que hace es hacerle daño, le recuerda una parte que creyó estaba en el pasado.
Lise. ¿Qué era lo que había hecho su amiga? Recordó la única conversación que tuvieron, cuando se encontraron en el cementerio. Lo que dijo... Se preguntó si eso tenía algo que ver.
—Lise y Adrián no son buenos estando juntos, pareciera que sacan los demonios del otro. Ellos se recuerdan algo que intentaban dejar atrás.
—Supongo que ahora lo único que importa es que le apoyemos como él hizo con nosotros.
Adrián tenía sombras oscuras debajo de sus ojos y se le notaba distraído. No se parecía a su mejor amigo. Preguntarle porque no lo llamo era una tontería, después de todo estaba incomunicado para ellos.
Antes de irse Adrián era el único de los tres que tenía en claro que era lo que quería. No estaba perdido como él. Afrontaba las cosas de frente y con una sonrisa, si se caía se levantaba. Ese era su amigo. Ahora daba la impresión que se había caído y no quería levantarse, alguien sin vida. Sea lo que fuera que había pasado le había lastimado, le recordaba otra vez al niño que se esforzó por dejar atrás. Tal vez nunca lo dejo del todo. Adrián había superado toda su niñez con una fuerza que envidio, mientras que él tuvo que esforzarse y necesito del apoyo de otros para lograrlo.
—Stefan, lo lamento.
Por un momento no supo porque se disculpaba. Madeline se sentía culpable por lo que paso aquella tarde.
—No es tu culpa estar enamorada, Madeline, ni tampoco es la mía. Las cosas solo pasaron, no pudimos evitarlas. Quiero que volvamos a ser lo que éramos antes, no vale la pena dejar nuestra amistad por algo como eso.
Ella le brindo una de sus dulces sonrisas.
—Me alegra que hayas vuelto.
—También me alegro de haber vuelto.
***
—Anja, te vas a lastimar.
Ben revisaba la ubicación en el teléfono, seguía molesto porque Stefan los dejo en el aeropuerto.
—Vaya amigo es. ¿Sabes dónde vive Lise?
Anja se encogió de hombros. De alguna forma se las ingenió para escalar un árbol cual niña pequeña.
—Sigue sin contestar mis llamadas —murmuro con tristeza.
—Bien, no importa. Otra vez nos quedaremos en un hotel.
—Recuerdo como se llama la calle.
—¿Esperas que toquemos puerta por puerta?
—Sí.
Anja uso su mano como visera para ver más allá.
—Mira, allá hay una cafetería. Deberíamos ir.
—Otro día. Vamos, tenemos muchas puertas que tocar. Quizás estamos de suerte y nos encontramos a Lise en el camino.
Sin hacérsele caso a Ben, saco su teléfono y abrió la aplicación de la cámara, con ayuda del zoom pudo leer el nombre del lugar.
La cafetería de los encuentros.
Si, definitivamente iría.
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Si me amas no me hieras
Romance"Si algo esta destinado a ser, será" Se conocieron un día de invierno. Se enamoraron en invierno. Adrián tenía todo planeado, sus estudios, trabajo, su vida. Ella no estaba en sus planes. Era como el sol, demasiado deslumbrante como para acercarse...