Aiden
Parecía estúpido, aún seguía en la habitación de Nina leyendo el cuento de las rosas, pero quería que me hablará o que reaccionara.
—La niña se obsesionó con el malvavisco aunque no la trataba bien,
incluso el malvavisco se cansaba de cantar su melodía y tenía que reponerse,a no ser que la alimentará pero la niña no la alimentaba, no la cuidaba, solo quería para escuchar su dulce melodía.—Hice una pausa, pasando la siguiente la página.— El malvavisco rosa se estaba volviendo débil, apenas podía cantar, y aunque la niña no la abandonaba, no la apreciaba, un día, con el malvavisco en su mano, quiso hablar con las demás flores que hablaba pero las demás flores no la querían hacer caso, pues las trató mal antes por qué solo hablaban, no cantaba, y se quedó sola, con su malvavisco y...—Escuché la voz de un familiar conocido, y me giraba repentinamente.
Era mi madre.
Fruncía mi ceño, extrañado.
—Hola, hijo.—
—Hola.—
Mi madre se adentraba hacia la habitación, y venía a mi, dándome un beso sobre mi cabeza.
Luego se apartó, y me miró.
—Me dijeron que estabas aquí.—
—Si..—
Miré a Nina que estaba despierta pero ella no hablaba.
Decidí levantarme del sillón y salía de la habitación junto a mi madre.
—¿Que le ocurre?—Preguntó.—
—Se intento suicidar, y ahora ni si quiera reacciona.—
—La estás ayudando, ¿verdad, hijo?—Dijo con orgullo hacia a mi, poniendo una mano sobre mi hombro.— Tú siempre ayudando a los demás.—
—¿Que podría hacer si no?—
—Podrías odiarla por lo ocurrido, pero sin embargo, la estás ayudando y estoy tan orgullosa de ti.—
—Mamá.. ella es una persona como yo, y lo que ocurrió fue un accidente, nadie tiene culpa de lo que pasó.—
—Ya, ya lo sé, Aiden.—
Mi madre subía su mano a mi cara, cogiendo mi barbilla.
—Pero después de todo lo que te ha pasado.. sigues siendo bueno, y te quiero tantísimo.—
Me quedé callado sin saber que decirle, mi madre no era muy cariñosa conmigo, mi madre nunca actuaba a sí.
Mi madre se sentía incomprendida por mi parte, retirando su mano de mi despacio.
—Se que he sido injusta con Amy y contigo, he hecho y dicho cosas malas.. pero me arrepiento mucho, y si quieres quedarte aquí hasta que Amy despierte, no me enfadare.—
Me quedé mirandola con asombro, pero a la vez me extrañaba.
—Amy despertara, se pondrá bien, y podréis venir a casa, y tú también te pondrás bien.—
—Esperemos, mamá.—
Mi madre asentía sonriendo con pocas fuerzas, y volvía a poner su mano en mi cara, acariciándola.
*******
El verano con Amy se me estaba haciendo corto, demasiado diría yo.
Pero también era el mejor.
Cada año, mis padres y yo nos íbamos a tipo de hotel, que tenía piscina, había una pista grandísima de tenis, de golf y una playa que estaba a cinco minutos de nuestro hotel pero esta vez me negué a ir.
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Vidas Cruzadas
RomanceUn accidente y vidas cruzadas. Una pareja adolescente, y una pareja adulta. Se encuentran los cuatros en un estado grave en el mismo hospital. Aiden, el adolescente de 21 años recordará su vida y compartirá momentos con Nina de veintiocho años. Ambo...