Capítulo 22

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Advertencia ⚠️: La edad de Amy es modificada por las restricciones de Wattpad.

Estaba frente al espejo de la habitación con una máquina de cortar el pelo.

Me quedaba mirándome fijamente al espejo, acentuando mis ojos azules al reflejo.

Y me tocaba mi pelo rubio.

Me había crecido tanto..

Sé que si me rapo el pelo, volveré a empezar.

Todo.

Sufrimiento.

Pena.

Dolor.

Todo lo que un día conseguí volverá nuevamente.

Encendía aquella máquina, para pasarla por mi pelo.

Aunque me quedaba un rato escuchando aquel punzante ruido que producía aquella máquina.

*****

Entraba al instituto tocándome la oreja una y otra vez de los nervios.

Observe que estaba Amy guardando los libros en su taquilla.

Mi acerqué hacia a ella lo más sigiloso que pude pero se giraba notando mi presencia.

Mantenía la puerta abierta de su taquilla y se me quedó mirando.

Me sonrió nada más verme, y me lancé nervioso a darle un beso sin vergüenza.

Ella me siguió el beso sin esperarlo pero también estaba suelta.

Me separaba de sus labios con nerviosismo pero sonreí.

—Buenos días.—Dijo.—

—Hola.—Susurré.—

Cerro la taquilla de repente.

—¿Vamos a clase? Llegaremos tarde.—

Amy se ponía andar hacia la clase y me puse a su lado para alcanzarla.

Aclaraba mi garganta, para decirle lo que le tenía que decir.

—Amy, yo ya conozco a tu madre, ¿verdad?—Dije indirectamente, mientras andábamos hacia clase.—

—Si, ¿Por qué?—

—Pues creo que tú también deberías de conocer a mis padres.—

Amy se paró repentinamente con curiosidad mirándome.

—¿Y eso por qué?—

—P-Pues por qué se me escapó de que tenía novia y ahora quieren conocerte.—

—¿Cómo ha sido eso?—

—Pues mi madre se preocupó por qué no llegue a casa el día de la fiesta de Jennifer y se me escapó que te estaba cuidando a ti.—

Amy se empezó a ponerse preocupada.

—¿Se lo tomaron mal?—

Negué rápidamente.

—Solo quieren conocerte, ya que nunca he tenido novia.—

—A mí me parece bien.—

—¿Ah, si?—Dije sorprendido.—

—Claro, a mí también me gustaría conocerles, aunque no te niego que me pondré nerviosa..—

—No te preocupes, si algo te molesta o te ofende, yo estoy para algo.—

Me sonrió de lado, sintiendo que estaba más tranquila y entramos finalmente a clase.

Estábamos almorzando todos en la cocina.

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