Vidas Cruzadas

Capítulo 36

Aiden

Me echaba agua por mi rostro para lavarla y me miraba al espejo.

Tenía una cara de cansado, un rostro más delgado, y calvo.

Estuve unos minutos mirándome al espejo como si estuviera hipnotizado por las gotas de agua que pasaba por mi rostro.

Entraba a mi habitación tumbandome en mi cama, pues apenas tenía hambre y no cené.

Pensaba en Nina.

Nina realmente es un rompecabezas.

Nina es dura, fría y sobre todo borde, no he conocido a chica más borde en la tierra.

Pero sé que tiene sentimientos, puede parecer que no tenga consciencia pero sé que la tiene.

Seguir que algo malo le pasó con Liam para que crea que ella es la mala.

Y no sé el qué, tampoco le preguntaré, pero sé que Nina es buena.

Desvíe mi mirada a la mesita de noche que tenía a mi lado y me sentaba en la cama.

Empezaba abrir los pequeños cajones que había y me encontré con el libro que Nina me dijo que le gustaba.

Me quedaba mirando la portada del libro por unos minutos, me volvía a tumbar en la cama y abría el libro, con la intención de volver a leerlo.

*******

Me dirigía dentro del instituto para acercarme a la tabla donde estaban los recuperados.

Miraba mi nombre y mi apellidos.

Apenas sonreí aunque hubiera recuperado todo.

Cuando me giraba me había chocado con alguien y ese alguien era Amy.

Me había sorprendido por qué no la esperaba aquí.

Ella estaba sonriendo sin más, mirándome a mi rostro.

—¿Y bien?—

—Ya tengo el graduado.—

—Que contenta estoy por ti.—

Amy me abrazaba repentinamente y le devolvía el abrazo.

Respiraba hondo intentando fingir frialdad pero no podía.

Le abrazaba igualmente con ganas.

Luego se separamos de mi, y me agarraba de mi mano.

—¿Vamos a almorzar?—Preguntó.—

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Fuimos almorzar en una hamburguesería, y pasamos la tarde juntos pero yo actuaba de forma distanciado con ella.

Actuaba frío, desganado, como si ella me hubiera dejado de gustar.

Esta vez le había acompañado a casa lo más temprano que lo usual.

Amy se ponía de puntillas para besarme en los labios sonriente pero me apartaba de ella disimuladamente y ella frunció su ceño aunque sosteniendo mi mano.

—¿Que pasa?—

Suspire profundamente apartando la mirada de sus ojos.

—No entiendo como Jennifer no te ha contado.—

—¿Contarme?—

Amy empezó a cuestionarse de manera extraña.

Puse mis manos sobre mi rostro manteniendo el tipo.