Capitulo 3

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El día pintaba ser un desastre y no creía que ninguna buena noticia lo pudiera cambiar. Para empezar una capa de nubes gruesas cubría el cielo, la lluvia amenazaba con caer en cualquier momento y por la pinta de aquellas nubes no sería suave.

Su auto pasaría otra semanita en el taller, según el mecánico además de los frenos, el Carter, fuera lo que fuera eso, estaba abollado por lo que era necesario más tiempo.

La noche anterior al igual que las pasadas, no había podido casi dormir. Sólo que esta vez las pesadilla no habían tenido nada que ver.

Su mente no paraba de pensar en Will, su regreso había traído un montón de recuerdo que había enterrado bien profundo hacía bastante tiempo ya. Había pasado la noche rememorando su tiempo juntos, aquello había dado pie a que nuevamente se preguntará el por qué de su partida repentina.

Si bien tenían 14 años, se habían conocido desde el jardín de infantes, habían crecido juntos, cada gran momento y paso importante lo hicieron juntos siempre habían estado el uno para el otro.

La escuela pasó volando, no prestó mucha atención, iba a tener que pedirle apuntes a algún compañero, intentó concentrarse pero, su mente estaba en otro lado.

―Te llevo a tu entrevista rojita― dijo junto a su mejilla Aaron, quien al verla salir de clases trotó hasta su amiga. Salió de su ensimismamiento al escuchar su voz y sonrió ante el gesto.

―Gracias, creo que está por llover― respondió al tiempo que pasaba un mechon de cabello tras su oreja.

―De nada, Juli mencionó en la comida que hoy empezabas― Camila asintió, pero la realidad era que no se acordaba qué habían hablado hoy, su mente estaba en otro lado.

―Prometo ir y dejarte una propina jugosa― agregó el pelinegro al ver a su amiga cabizbaja.

―Eres el mejor― respondió  notando la intención de su amigo.

―Igual te advierto de deberás ganártela― prosiguió haciéndose el sofisticado― no tiro dinero chica ― Camila sonrió y esta vez llegó a sus ojos.

―Lo prometo, lo prometo― dijo entre risas

Julieta los esperaba recostada en el auto de Aaron, tenía su celular en las manos y el ceño fruncido.

― ¿Te tal Albi?― dijo a modo de saludo Aaron, la rubia al escuchar el apodo por el que la había llamado puso los ojos en blanco e hizo una mueca de fastidio hacia el susodicho.

― ¡Deja de llamarme así bruto! ¡No soy albina! ―Se quejó propinándole un golpe en el hombro cuando lo tuvo cerca.

― ¡No te pongas agresiva! ― exclamó entre risas―... Albi ― dijo esto último junto a su oído con  tono burlón.

Camila negó con la cabeza y rió cuando sus amigos se enzarzaron en una discusión rutinaria. No había día que Aaron no hiciera comentarios que fastidiaban a Juli, a esta altura estaba claro que disfrutaba molestándola.

― ¡Ey! Paren el drama ― Camila llamó al orden chasqueando los dedos― Discutan luego de dejarme en el trabajo, no quiero llegar tarde.

―Sí, vamos anormal― respondió Julieta mirando al pelinegro, quien reía sin disimulo. Haciéndose la ofendída, la chica subió al auto, claro está que en la parte trasera.

Aaron le guiñó un ojo a Camila y esta se limitó a rodar los ojos, ya estaba acostumbrada a sus intercambios.

―Vamos Roja, no querrás llegar tarde―

Eres Mia [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora