Capitulo 20

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—Espera— dice Camila poniendo una mano en el pecho de él, cuando intenta volve a unir sus labios — todavía quedan cosas que quiero saber y que quiero y necesito que me expliques.

— ¿Qué quieres saber?— lejos de mostrar se reacion, parece dispuesto a responder todas sus dudas.

—¿Por qué dejaste de escribirme? ¿Por que te fuiste sin despedirte? Fue horrible enterarme por mi madre que te habías ido y luego cuando dejaste de responder...—deja la frase colgada y lo mira diciendole con sus ojos lo que con sus palabras no puede.

—Lo siento Pecas— dice pegando su frente a la de ella — No me despedí porque si lo hacia no habría tenido el valor de irme, fue egoísta, lo sé. Pero sabía que si me mirabas y me pedias que me quedara, que no me fuera, me quedaría— Camila tragó, eso es exactamente lo que habría hecho — dejé de escribirte por la misma razón, me partía leer cuanto me extraña vas y lo mucho que me necesitabas y deseabas que volviera.

—Pero...pero si me querías, si... no te gustaba que sufriera por ti ¿ Por qué? ¿Por qué te fuiste?— soltó sin poder evitarlo — intento encontrarle sentido pero no puedo, si decias quererme tanto ¿Por qué te fuiste así? Tus explicaciones no son claras, entiendo que no puedes contarmelo todo porque es algo delicado, pero te juro que es dificil encontrarle sentido ¡Si ni siquiera puedo imaginar de que podría tratarse!

— Ya te lo dije— dijo mirándola, llevo sus manos al pecho y las apretó — Me fui para protegerte, si me quedaba sólo ibas a sufrir, si seguíamos juntos a la larga quien iba a sufrir eras tu.

—¡Pero sufrí de todas formas!— dijo dejando aflorar años de enojo acumulado — Sufrí de todas formas cuando te fuiste, tu sacrificio o lo que sea que hiciste no evitó que la pasará mal. ¡ Que digo pasarla mal! — exclamó con tono mezquino— ¿ Sabes lo que fue pasar de tenerte siempre a no verte más? Porque estábamos siempre juntos, me hiciste dependiente a ti y luego ¡Zas! Desapareciste y tuve que afrontar una realidad totalmente diferente. Fui consciente de lo mucho que dependía de  ti yo...—

— No sigas Camila— le rogó al ver el estado en el que se encontraba.

—No puedo no seguir— dijo negando, sus ojos brillaban con las lágrimas que se formaban. — Me dolía acá—se tocó el corazón— cada día me dolía acá, cuando dejaste de escribirme, en ese momento fue cuando empecé a tomar consciencia de que yo no te importaba, de que no era igual de importante para ti como tu lo eras para mi. Me cuestioné nuestra relación, llegué a pensar que lo había imaginado.

—Lo siento.

—¡Deja de decir que lo sientes!

—¿Qué quieres que diga?— preguntó entregado.

— ¡Quiero saber por qué!

—¡ Ya te lo he dicho! Lo hice para protegerte, para que no sufrieras, para evitar hacerte daño, no quería ser el culpable de tu dolor, de tus lágrimas. Me mataba pensar que pudiera hacerte daño. Estaba tan enojado, yo sólo te quería a ti y no podía hacer nada al respecto justamente par ajo hacerte daño.

—¡Pero lo hiciste! No valió de nada que te fueras, porque lo único que hiciste fue herirme— no quería lastimarlo, pero ella estaba herida y las palabras salían como si de una presa rota se tratara.

—¡Lo se! Por eso estoy aquí— dijo desesperado— por eso volví a buscarte, por eso fui a tu casa. Cuando regresé me di cuenta que no sirvió de nada la distancia que sólo nos había lastimado a los dos, y que ignorandote te lastimaba aún más. Me di cuenta que estar separados nos lástima más que estar juntos, así que no me importa— dijo tomandola del rosro— No me importa el futuro,, lo que pueda pasar, ya no me importa, nada va a detenerme de estar contigo, merecemos no estar separados, porque eso sólo nos ha hecho miserables a los dos. Yo siempre voy a estar contigo, nada va separarme de ti ahora lo sé, ya no tengo miedo de que puedas perderme, porque nunca voy a dejarte.

Las lágrimas de Camila corrieron por sus mejillas sin restricción, él la acercó y la abrazó con fuerza. Enterrando la cara en su pecho lloró, se aferró a su cuerpo como si de un salvavidas se tratara, el pecho de él seguía siendo su lugar seguro.

—¿Qué quieres decir con que podía perderte?— murmuró contra su pecho. Lo último que dijo había disparado alarmas en sus oídos.

—Yo...— comenzó a decir, pero como demoraba Camila lo volvió a hablar.

—¿Estás enfermo? — dijo buscando sus ojos— ¿Es eso? Tú... ¿Estabas enfermo? Es por eso que dices quebrados perderte, e sopor causa de una enfermedad.

—Podría decirse que se trata de una enfermedad— soltó sin pensar, Camila se llevó una mano a la boca ahogando un grito.

—¡Oh Dios mío! ¿Estas bien? — exclamó preocupada, palpo su cuerpo con las manos.

—Si, ya está controlado— dijo soltando una risita al ver como ella lo tocaba.

— Pero... ¿Qué es? ¿Qué es lo que tenías? Porque ya no lo tienes ¿No?— inquirió son seriedad.

— Camila tranquila — dijo tomando gusanos para tranquilizarla— No te lo dije para asustarte, no estuve enfermo, al menos no como tu crees, pero lo que tengo, lo tiene toda mi familia. Es una condicion hereditaria, que ya está controlada así que no te preocupes.

—¿Dices que toda tu familia lo tiene?—

—Si, parte del motivo por el que nos fuimos tuvo que ver con esa condición. Pero ya no importa, no voy a separarme de ti por algo que puede llegar a pasar, ya lo intenté y no sirvió de nada. Ya no le encuentro sentido a mantener la distancia por miedo a dejarte ¿De que sirve? Si a fin de cuentas te lastimo de la misma manera.

Camila lo escuchaba y aunque no le había contado todo, las cosas ahora tenían más sentido, o al menos parecían más claras. Ahora al menos, tenía una explicación.

Su Will la había dejado por miedo a que una enfermedad los separara, su corazón se estrujó al pensar que aquello podría cobrarse su vida.

—Deberias habérmelo dicho— musitó con cariño, tomando su mejilla y acariciando con su pulgar.

—Ahora lo sé, disculpame por no haberlo sabido antes—  dijo perdiéndose en su toque.

—De los dos nunca fuiste el inteligente—bromeó para aligerar el ambiente.

— Así que no era inteligente señorita— dijo pinchando las costillas, ella se estremeció por las cosquillas y soltó varias risitas.

Dejó de hacerle cosquillas y la abrazó, cerró los ojos y apoyó el mentón sobre su cabeza, junto a ella era cuando se sentía completo le era imposible imaginar llegar a sentir algo más fuerte o igual con otra persona.

—Entonces ¿Me perdonas?— preguntó necesitando confirmación.

—Te perdono— dijo mirándolo con una sonrisa — Lo que más he querido es recuperar a mi mejor amigo.

—¿Mejor amigo? — respondió con el ceño fruncido.

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Hola! Hasta acá el capítulo de hoy!
Espero que les haya gustado, fue un poco cursi, lo admito, tuve que lavarme los dientes para que no me den caries, pero bueno... ¡ Su historia es así! Intensa, Cursi, azucarera y muy romántica 😍.

Déjenme sus comentarios y no se olviden de votar, así más gente conoce la historia Rainbows!

También prueben darle una oportunidad a mi otra historia Conquistando a Zack! Amo escribirla, así que puede que les guste!
Beso! 🌈









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